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Noah, Finn y Millie habían decidido ir el día antes del cumpleaños de la pelirroja al local donde Calpurnia había tocado semanas antes.

A Sadie le había gustado mucho el sitio, así que le había pedido a Millie que se lo reservara.

Finn y ella mantuvieron el plan de celebrarlo en la casa de la pelirroja, así que le habían dicho que ya estaba reservado.

Sadie iría acompañada de Millie al club y cuando viese que no había nadie, se llevaría una decepción.

Millie la llevaría de vuelta a casa, donde todos la estarían esperando con globos.

Luego Finn la llevaría a la cena romántica que con ayuda de la morena había preparado.

—Sigo pensando que sería mejor que Gaten y Caleb lo supiesen —Finn rodó los ojos cuando Noah volvió a repetir lo mismo por tercera vez.

—Ya sabes que Gaten no es bueno guardando secretos y Caleb siempre le cuenta todo a Sads —Millie repitió lo mismo que le había dicho las anteriores veces.

Los tres chicos entraron en el club y se acercaron a la barra, donde esta vez atendía una mujer.

—Hola —saludó el pelinegro con una sonrisa. La mujer se giró y les miró con una sonrisa.

—¿Qué queréis? —Millie negó con la cabeza.

—Queríamos alquilar el local para un celebración —la rubia abrió un cajón y les indicó que la siguieran. Se sentaron en unos pubs alrededor de una mesa.

—¿Para cuándo sería?

—Para mañana —la mujer miró a Noah con asombro.

—Me temo que no nos quedan huecos hasta dentro de una semana. —Los chicos se miraron entre ellos con alivio.

—No importa. Buscaremos otro lugar —Millie se levantó y se alisó la falda. La rubia también se levantó y, con una sonrisa, les entregó una tarjeta.

—Podéis llamarme si queréis reservar algún otro día —los chicos asintieron y se despidieron de la mujer.

Noah pasó su brazo por los hombros de Millie y los tres amigos comenzaron a caminar en dirección a casa de la chica.

Cuando llegaron Noah y Millie se despidieron de Finn, quien fue hasta casa de su novia para entregarle el vestido, el cual se iba a poner mañana.

Millie vio como la madre de Sadie le abría la puerta y lo abrazaba. Sadie bajó corriendo y le dio un vasto beso, antes de agarrarle de la manga y llevarlo dentro de la casa.

—¿Cómo lo hizo Jacob? —Millie se sorprendió cuando oyó la voz de su mejor amigo.

—¿Cómo hizo el qué?

—Ya sabes, ¿cómo te pidió salir?

—En realidad se lo pedí yo. —Millie sonrió recordando aquel día—. Alex y Jacob eran pareja antes de que yo me fijase en él. Un día comenzamos a hablar y a quedar más, así que acabé enamorándome de él. Después ellos rompieron y yo corrí a casa de Jacob. Cuando me abrió me lancé a sus brazos y le pedí que fuese mi pareja. Por suerte acertó. ¿Por qué me lo preguntas? —Noah se rascó la nuca.

—Tenía pensado decirle a Sadie que me gusta mañana. Pero verla tan feliz con Finn me hace replantearme las cosas. En el fondo sé que me quiere como algo más que un amigo.

—¿Y cómo lo sabe?

—Después de tres meses de conocer a todos los chicos Sads y Finn pasaron por una mala racha. Comenzaron a discutir y a distanciarse, casi llegando a romper. En ese tiempo ya estaba colado por ella. Así que cuando ella vino a mi casa y lloró entre mis brazos la besé. Pensé que me iba a rechazar, pero me devolvió el beso y acabamos... Bueno, ya sabes.

Bad Game ||Fillie||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora