Bad Game ||Fillie||

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Finn conducía de vuelta a casa de Millie después de un día lleno de sorpresas y alegrías. Ambos grupos se habían llevado genial, cosa que aliviaba a Finn.

El día habría sido perfecto si Jack no le hubiese echado la bronca del siglo al descubrir que Millie tenía novio.

La morena tenía la cabeza apoyada en el cristal del vehículo, había recibido un mensaje de su madre diciendo que Ava y su padre ya habían llegado.

Su madre y su padre se llevaban bastante mal, así que no quería dejarlos mucho tiempo juntos sin su supervisión y menos si Ava estaba delante.

—¿Entonces tienes una hermana? —Le preguntó Finn después de descubrir que la hermanita de su amiga había llegado al pueblo ese mismo día.

—Bueno, en realidad tengo tres. Pero solo la menor, Ava, ha podido venir. Paige y Charlie han tenido problemas por culpa del trabajo y no han podido venir.

—No tenía ni idea de que tuvieses hermanos.

—A mí madre no le gusta mucho hablar del tema. El día de el divorcio de mis padres nos hicieron decidir con quien nos queríamos ir a vivir. Siempre hemos tenido más relación con nuestro padre, así que los tres eligieron ir a vivir con él. Yo no quería dejar a mi madre sola, así que decidí ir con ella. Siempre que ve a Charlie o a Paige se lo recuerda. 

—Mis padres han roto y vuelto miles de veces—se sinceró el chico. Aparcó el coche en la puerta de la casa de Millie y la miró—. Les has caído muy bien—aclaró su garganta—, es decir, todos les habéis caído muy bien.

—A mí también me ha encantado conocerlos.—Millie le sonrió la puerta de su casa.Se bajó del coche sin decir y se acercó a la puerta de Finn, la cual abrió. Le agarró la mano a Finn y tiró de él hacia su casa. 

—¿A dónde me llevas?—Le preguntó sin oponerse. 

—No creerías que te iba a dejar ir sin que antes conocieses a mi padre y a mi hermana—sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta todavía tirando de la mano de Finn. 

Una niña de ocho años se acercó a ambos corriendo y se tiró a los brazos de su hermana mayor. Millie la sostuvo y la abrazó con mucha fuerza, besando su cabeza.

—Ava, te he echado muchísimo de menos, no puedo creer que ya estés aquí—las hermanas estuvieron abrazadas minutos, bajo la tierna mirada de Finn. Los padres de las dos chicas se acercaron al marco de la puerta de la sala. 

—¿Quién es él?—Preguntó Ava cuando Millie y ella se separaron. La morena miró al chico y sonrió tirando de su brazo para colocarlo a su altura— ¿Es tu novio?—Ava aplaudió emocionada ante la idea. Millie sonrió incómoda. 

—No es mi pareja, Ava. Papá, Ava, este es Finn. Uno de mis mejores amigos—añadió cuando vio la cara de su hermana pequeña. 

—Encantado señor Brown—Finn se acercó al padre de su amiga y le tendió la mano cordialmente. 

—Llámame Robert, hijo—el hombre abrazó a Finn con cariño y al instante sintió porque Millie siempre había tenido más relación con su padre. 

—Soy Ava—la niña le extendió la mano a Finn y este se agachó para abrazarla. 

—Millie me ha hablado maravillas sobre ti—mintió. Millie se lo agradeció con la mirada. 

—¡Mamá! Vamos a la cocina a por algo para el amigo de Millie—agarró la mano de su madre y tiró de ella hacia la cocina. 

Millie volvió a tirar del brazo de Finn hasta el salón,donde una bandeja con un chocolate caliente y un café estaban colocados.