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Natalia se acercó hasta su mesa y enchufó los altavoces al ordenador. Un vals comenzó a sonar por toda la clase y las personas comenzaron a hacer parejas para bailar. 

Noah agarró de la cintura a Millie y ambos comenzaron a bailar al son de la música. La chica era una pésima bailarina, lo que provocó las risas del chico. 

Natalia se acercó a ellos y sonrió antes de llevarse la mano a la barbilla. Les hizo parar de bailar.

—Noah, coloca tus manos en la cintura de Millie —Natalia les indicó como tenían que colocarse y luego como debían moverse. Cuando vio que comenzaban a bailar bien se apartó de ellos para ayudar a los que todavía no bailaban bien.

La profesora les había dicho a todos que hoy iban a bailar para estar más unidos, cosa que le parecía totalmente estúpida a Noah.

—Así que... —Millie le sonrió a Noah sin dejar de bailar— ¿No tienes nada que contarme? —Noah había ido a casa de la chica el viernes y en un momento le había dejado el móvil para que ella pudiese mirar algo.

Una notificación apareció en la pantalla no le dio tiempo a leer el nombre de la persona que se lo había enviado, ya que la notificación se borró al instante. En cambio, llegó a Llerena el mensaje el cual decía: "Tenemos que repetir lo de ayer, te quiero".

Millie había estado pensando en eso todo el fin de semana, intentando averiguar quien había sido la persona que le había enviado eso a su mejor amigo.

—No —Noah se veía tranquilo. Millie frunció el ceño.

—El viernes vi el mensaje que te enviaron, Noah —el chico dejó de bailar durante unos segundos, pero en seguida se repuso y continuó con los pasos.

—Había quedado con mi abuela Sally para hacer un maratón de Castle —Millie sonrió enternecida.

—¿Haces maratones de series con tu abuela? —Noah asintió y Millie le apretó un poco el hombro —Que bonito—Natalia apagó la música. 

—Vamos a tener que terminar esta clase ahora, nos acaban de informar que el ala este ha empezado a arder. Recoged vuestras cosas y salid ordenadamente —todos se dirigieron a sus sitios y comenzaron a recoger sus cosas rápidamente. 

Noah le había contado que al año el ala oeste solía arder dos veces, debido a la incompetencia de los alumnos en el laboratorio.  

Millie nunca había vivido un incendio, por lo que estaba notablemente más nerviosa que los demás.

—Tranquila, esto suele pasar muy a menudo, según lo que me han informado—le informó Natalia a Millie. La morena asintió y siguió a sus compañeros, quienes salían hablando con sus amigos como si no estuviese pasando nada. 

—Seguidme, nos reuniremos con los de último y penúltimo año —Natalia se puso a la cabeza del grupo y los guió por los pasillos hasta el patio.

Sadie, Gaten, Caleb y Finn estaban hablando separados de los demás. Los dos chicos se acercaron a ellos. 

—¿Cuándo habéis quedado? —Gaten le sonrió a Finn. 

—Pasado. 

—No me puedo creer que Maddie y tú tengáis una cita. Parece ayer cuando os presenté —Gaten le dio en el brazo a Finn y se medio sonrojó. 

Millie se acercó a Caleb y le pasó un brazo por los hombros. Caleb le había contado recientemente que le gustaban dos chicas, pero no le dijo el nombre de la segunda. 

—¿Os apetce venir a mi casa a dormir hoy? —Les preguntó Finn. Sadie asintió y se acercó un poco a Noah para decirle algo. 

—Mi madre no me puede llevar, así que si me puedes venir a buscar genial —le dijo la morena a su amigo. Finn asintió, dando a entender que si que podía llevarla.

Bad Game ||Fillie||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora