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Finn se peinó el pelo con los dedos, desesperado. Millie y él llevaban practicando con el coche más de una hora.

—Hazme caso —le replicó Finn por tercera vez cuando la chica giró hacia el lado contrario.

—Me estás mandando ir por un camino en el que se tarda más tiempo en ir que este. Este es más corto —le respondió. El azabache rodó los ojos y se dejó caer sobre el asiento.

—Cuando yo hice el examen me mandaron ir por donde te dije —Millie le ignoró y siguió conduciendo hasta que llegó a su casa, donde aparcó el coche.

El examen teórico lo había aprobado a la segunda, por lo que había estado practicando mucho hasta que tuvo controlado todo.

—Pero se va más rápido por el sitio por el que fui —rio mientras Finn rodaba otra vez los ojos y le dio un pico rápido, antes de bajar del coche e ir hasta la puerta de Finn—. Vamos Finn, tengo el examen ahora, me tienes que llevar.

—Ya voy —besó a su novia y subió al asiento del piloto mientras Millie lo hacía al del copiloto.

—¿Vamos a tu casa después del examen? —Le preguntó la morena cuando el azabache aparcó en el aparcamiento del establecimiento.

—Mis padres van a estar.

—Da igual, así los conozco —el azabache se atragantó con su propia saliva y Millie le dio unos golpecitos en la espalda para que dejase de toser.

—Si tú quieres... —Millie aplaudió contenta y besó a su novio. Ambos salieron y se dirigieron hacia una mujer que pasaba lista.

—Millie Bobby Brown —la chica levantó la mano y la mujer siguió llamando a las demás personas de la lista.

—Me tengo que ir ya —Millie besó a su novio y salió corriendo detrás de la profesora.

—¡Suerte! —Le gritó Finn.

—Os repartiremos en dos grupos, de la A a la L a mi lado derecho y de la M a la Z en el izquierdo —todos se movimos a nuestros sitios y esperaron a que la mujer continuase hablando—. Los de la A a la L acompañadme hasta ese coche. A los demás esperad aquí, vuestro profesor llegará ahora —todos los del grupo la seguimos.

Fue llamándonos uno a uno. Les mandaba dar una vuelta de treinta minutos y luego volvían a por el siguiente.

Millie se iba poniendo más nerviosa cada vez que veía como la mayoría no pasaba el examen.

—Es una bruja, corre mientras puedas —le avisó una chica después de salir del coche.

—Millie Bobby Brown —la llamó la profesora y ella se subió al coche—. Te voy a ir diciendo las instrucciones y tú las tienes que seguir. Un fallo es un aviso, dos quitan puntos y al tercero estás suspensa.

Millie arrancó el coche y siguió todas las indicaciones que la mujer le iba dando.

Su primer fallo fue en un semáforo, este estaba verde, pero justo cuando estaba pasando se volvió naranja.

—En el naranja se debe parar. Primer fallo, te quedan dos —la mujer apuntó algo en su libreta.

«Ti qiidin dis» pensó la chica. «Estúpida».

Su segundo fallo llegó cuando un señor se le cruzó en un paso de cebra, haciendo que la chica pegase un frenazo en seco.

—Segundo fallo —se burló la mujer mientras que la chica continuaba su camino.

La chica le hizo dar la vuelta y volver a la autoescuela. Millie fue con cuidado durante todo el camino, temerosa de tener otro fallo y tener que esperar dos meses para volver a intentarlo. Llegaron sin ningún imprevisto más.

Bad Game ||Fillie||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora