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Millie introdujo la combinación y entró en el refugio. Millie era la encargada de ir hasta el refugio y esperar a que los demás llegasen con las bandejas de comida.

La chica se sentó en uno de los sillones esperando a que los chicos llegasen. Se movió por toda la habitación hasta que vio algo brillar debajo del sofá.

Se acercó y agarró el objeto. Abrió los ojos sorprendida cuando se dio cuenta que era el pendiente de una mujer. Se lo guardó en el bolsillo de la mochila. Luego preguntaría de quien era.

Sintió como alguien tocaba en la puerta. La abrió y ayudó a Finn, quien llevaba dos bandejas a duras penas. Gaten, Caleb y Sadie entraron detrás de él y esta última cerró la puerta con el pie.

Colocó la bandeja que Sadie le extendía en su sitio y se sentó para comenzar a comer.

—Me encontré esto debajo del sofá? —Habló sacando el pendiente de la mochila. Lo dejó en el centro de la mesa y todos se acercaron para mirarlo. Sadie miró a todos.

—Mío no es —los chicos se miraron entre ellos.

—Yo no he traído nunca a una chica al refugio —Noah explicó. Gaten y Caleb se miraron entre ellos.

—Vale, fui yo. Nunca hubiese esperado que os dieseis cuenta —todos miraron a Gaten sorprendidos.

—¡Oh Dios! —Gritó Millie sacudiendo a Gaten, quien se encontraba a su lado—.¿¡Tienes novia!? —Gaten rió y le paró los brazos, para que parase de zarandearlo.

—No es mi novia —hizo una pausa—. Todavía.

—Pensé que nunca ibas a tener novia.

—Muchas gracias Sadie. —Gaten se llevó la mano al pecho, indignado. Sadie negó con la cabeza, divertida.

—Nos la tienes que presentar —Finn habló por primera vez. Gaten negó con la cabeza.

—Es muy pronto para que la conozcáis. Todavía no le he pedido que sea mi pareja. Os prometo que os la presentaré después de eso. —Todos asintieron y Millie miró a Caleb. Él no había hablado en todo el rato.

Se levantaron para llevar la bandeja al comedor y desfrutar lo que quedaba de recreo. Millie se acercó a Caleb.

—¿Qué te pasa? —Le preguntó preocupada. El chico la miró sin ninguna expresión.

—No me pasa nada.

—Caleb, no me mientas. No has hablado ni una sola vez desde que entraste en el refugio. ¿Es por Sadie? —Le preguntó. Caleb hizo una mueca, por lo que supo que había acertado en su suposición.

—¿No ves como se miran? —Le miró con una mueca cansada—. Se aman. Nunca seré suficiente para ella. Desde que llegué a este instituto la he querido pero ella solo tiene ojos para Finn. —Millie abrazó a Caleb con el brazo que tenía libre.

—Si ella no es la indicada ya encontrarás a alguien. No te preocupes —Caleb le sonrió y le abrazó. La chica nunca había sido buena para los consejos, pero hacía lo que podía.

—Os estáis quedando detrás —les llamó Noah. La chica tiró de Caleb hacia Noah y los tres caminaron juntos hablando.

Millie observaba a sus dos amigos, estudiando sus movimientos. Los ojos de Caleb se iban de vez en cuando a Sadie y arrugaba la nariz cuando la veía abrazada a Finn. Noah observaba a Caleb confuso cuando hacía eso.

Millie supo que eso no iba a acabar bien. Finn, Noah y Caleb estaban enamorados de su pelirroja amiga. Tenía que hacer algo rápido.

Millie abrió su ventana y con cuidado se posó sobre la rama del árbol. Fue pasando de rama en rama hasta llegar a la que estaba más cerca de la ventana de Sadie. La abrió y entró en su habitación.

Bad Game ||Fillie||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora