__ ¿Miho?
__ Seiya, sabía que estarías aquí.
__ Ah... ¡Pasa!
__ Makoto ya te lo dijo, ¿no es así? – lo quedó ella mirando seriamente.
__ Sí.
__ Lamento no haberte dicho toda la verdad desde un principio. Yo... - la joven empezó a lagrimear. – No quería verte más lastimado, ni tener miedo a que puedas perder la vida nuevamente. ¡Seiya, tienes que creerme! – se acercó Miho a él. – Sólo quiero que vivas como un joven normal y feliz.
__ Miho. – sonrió el castaño. – Gracias por tus palabras, pero si este es mi destino tendré que aceptarlo.
__ No has cambiado... Sabes que vas a morir y nunca vas a ser feliz con una familia.
__ Lo sé. – la joven siguió llorando.
__ No puedo esperarte más tiempo.
Seiya se sorprendió ante tal declaración, ahora entendía por qué Seika y Miho le ocultaban la verdad, querían tenerlo a su lado. Pero había algo más que él sabía, y era que nunca podría huir de su destino, si había de morir peleando lo haría. A pesar de los sentimientos de cualquier persona hacia él, si luchaba por una diosa, por un buen fin, por la paz, se sentía dichoso de hacerlo.
__ Lo entiendo. Lamento no corresponderte, Miho.
__ Es por ella, ¿verdad? Esa chica siempre lo ha tenido todo: dinero, una vida sin preocupaciones y al chico que amaba,
__ ¿El chico que amaba?
__ No te hagas el estúpido, Seiya. Sabes perfectamente que ambos se correspondían.
__ ¿¡Qué dices, Miho!? – Él la sujetó de los hombros. - ¿¡Es verdad lo que dices!?
__ De qué vale, ella ahora está lejos de tu alcance.
El muchacho se desesperó, sentía que la respiración le pesaba, no sabía qué hacer.
__ ¿Por qué dices eso?
__ Ella está comprometida con alguien de su nivel, por eso ya no intervendrá en tu vida.
__ ¿¡Cómo se llamaba ella!? ¡Dímelo Miho! – ella quitó los brazos de Seiya y le volteó la cara.
__ Saori... Kido.
Sí, la Saori del bosque, la joven de sus pensamientos, la misma de la foto, la misma persona que lo llamaba en sus sueños, era ella.
__ ¿¡Por qué no puedo recordarla!? – se sujetó la cabeza con frustración.
__ ¿Te has olvidado de la diosa a la que sirves, Seiya? – contestó la joven sarcásticamente.
__ ¿Diosa?
__ ¡Miho! – entró Makoto apurado.
__ ¿Makoto, no le has dicho? – Seiya se volteó a verlo exasperado. – Saori Kido es tu Diosa Atenea.
__ ¿Diosa? – El castaño tenía la cabeza a punto de explotar. – No puede ser... ¡No puede ser!
__ Seiya... - dijo sorprendido el caballero del pez dorado.
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Saint Seiya I. La Saga de Hefesto
FanfictionTras ir en contra de los Dioses, Atenea recibe un castigo a manos de Zeus donde Seiya pierde la memoria y ella se convierte en humana. La única manera de recuperar sus poderes estará en manos de su prometido: El Dios del fuego, Hefesto. Mientras tan...