Capítulo VIII: Cuervos

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La joven de ojos castaño claros y cabellos del mismo color se dispuso a llamar arrepentida a aquella Diosa con la que había quedado.

__ ¡Artemisa, escúchame por favor! – lloró desconsolada.

Una gran luz llenó la habitación y la mencionada apareció a través de ella.

__ ¿Humana, qué ha pasado?

__ ¡Mi hermano, se va a enterar de todo!

__ ¿Lo has dejado ir, acaso estás loca?

__ ¡No pude detenerlo, me va a odiar! Me arrepiento... me arrepiento de lo que hice.

__ Escúchame. – la Diosa de la luna se acercó a ella. – Tienes que impedir a toda costa que busque a Atenea. ¿Me entiendes? ...O tendré que acabar con su vida.

__ ¡No, por favor! Lo haré, te obedeceré.

__ Cumple tu palabra, humana.

__ "Seiya, ¿dónde estás, Seiya?" – lloraba su hermana.

-

__ Con que diez caballeros a servicio de Saori y 78 a servicio de Atenea, pero siendo la misma persona, qué curioso. – concluyó Seiya.

__ Tú has batallado fiel a la señorita Saori durante muchas guerras santas, Seiya.

__ ¿Por qué ha pasado esto, Tatsumi? ¿Por qué perdí la memoria?

__ No lo sé, no supimos de tu paradero por dos años, pero a mí lo que me importa es mi señora. Su abuelo, el magnate Kido, me mandó a cuidarla y la he perdido.

__ Mitsumasa Kido... - Seiya se paró a observar aquel retrato del anciano que se sostenía en la sala. – Él es el culpable de que nosotros nos hayamos vuelto caballeros y él me alejó de mi hermana por años. Sin embargo, a pesar de aquel triste pasado y trágico futuro que me espera, le agradezco de corazón. Las personas que amamos, a veces no son como creemos que son. – se volteó decepcionado el castaño. Si no te importa, me daré una vuelta por esta mansión a ver si puedo recordar algo.

__ Adelante.

El caballero de Pegaso caminó por cada habitación del lugar, sintiendo nostalgia en cada lugar que entraba.

__ "Aunque no termino de recordarte, mis sentimientos son tan fuertes como los dejaste estos dos años... Me sentí vacío, me sentí solo y ahora sé el porqué, Saori tienes que esperarme, hay cosas que debo hacer antes de ir hacia ti, tengo que recuperar mi memoria para ser digno de servirte nuevamente."

En su tour, Seiya recorrió una habitación que le dio un flashback. Se veía a él junto al joven, que le contó Tatsumi, llamado Hyoga y al otro llamado Shun.

*flashback*

__ ¡Ah! Todavía no entiendo por qué tuvimos que partir con Ikki, ¿Por qué? – dijo el castaño golpeando la pared (haciéndole un hueco a esta).

__ Lo siento, estaba tan contento de que mi hermano regresara con nosotros.

__ Ikki siempre fue un hombre solitario, pero para nuestra fortuna aún está de nuestro lado. Debemos tomar en cuenta que Shiryu no está con nosotros...

Saint Seiya I. La Saga de HefestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora