¡Hola! Ahora este capítulo cuánto como un especial. Las aclaraciones las hago aquí abajo!
23. Recuerdos
Hoy acaba de descubrir un hecho que quizá cambiará la vida de todos. El cosmos perderá el equilibrio, el universo explotará, las estrellas ya no se alinearán y el orden no podrá ser restablecido.
Hoy el mundo ya no será como antes.
De acuerdo, estaba exagerando.
Pero si cambiaba la manera de ver a su novio, hace días le estaba reclamando mentalmente porqué Hiro no había guardado ni un sólo recuerdo en todo su noviazgo, (lo sabía porqué hace unas noches decidió invadir su lado de la habitación ) ,nada, no había llaveros, no había flores, ni siquiera cartas o esos poemas del chino que tanto se esforzó hacer en sus ratos libres. Hiro le dio la impresión de que había tirado todo los obsequios que le dio. A diferencia de él que tenía su propio cofre de recuerdos guardado entre las caja de sus zapatos.
Para ser sinceros cuándo Hiro le encomendó la tarea de limpiar la habitación, no pensó que se encontraría con ese invaluable tesoro escondido bajo la ropa interior de su amante. Es decir además de hacer escándalo y pensar que no hallaría más que polvo y cosas que tirar, su día dio un giro de cincuenta grados cuándo al esculcar los cajones lo encontró ahí, en una esquina con los boxers doblados, estaba un pequeño objeto de metal.
Paseó la mirada hacia el objeto, quién ahora postraba inocentemente en medio de la cama, ajeno en el debate mental del chico mexicano. Miguel se estiró y revolvió sus propios cabellos por no decidir que hacer, era la oportunidad perfecta para hacerlo.
Pero Hiro se molestaría con él...
Subió arriba de la cama gateando hasta la cajita, una vez cerca, sujetó lo que él consideraba un descubrimiento nuevo y empezó a ladearlo entre los dos lados, al final decidió abrirlo.
Su rostro apagado se pintó de sorpresa; Hiro no tenía esa manía de guardar los recuerdos como él, tenía el hábito de escribirlos.
¡Había fechas! ¡Notas! ¡Y su nombre venía en él! ¡Era lo que él creía que era!
De pronto, una pregunta le apareció, ¿y si los leía? Hace días que se preguntaba cuál había sido los primeros pensamientos de Hiro hacia él.
Esa respuesta del valhalla ahora se encontraba entre sus manas y escritas en notas viejas. De inmediato tuvo la consciencia de pensar que Hiro lo regañaría, aunque de inmediato se quitó el peso moral con un encogimiento de hombros.
Sentía que la intriga era como un veneno que mataba todo raciocinio en él, puesto que escuchaba la voz de mamá Imelda regañándole por invadir la privacidad de su reservada pareja y también lo amenazaba por no respetar el espacio.
La mujer le daban un sermón de que el amor de pareja era un regalo que él debía cuidar, qué no debía quebrar la confianza que Hiro le tenía, que esto era una especie de traición y falta de comunicación.
Muy buenos argumentos, de verdad, y podría hacerle caso a su ángel mental...
¿Qué pasa chamaco? ¡Te perderás la oportunidad de saber algo tan importante de tu novio el chino! ¡Anímate! Él no se enterará.
De no ser porqué también escuchaba a su Papá Hector diciéndole que él tenía derecho a saciar su curiosidad y saber lo que hace días tanto le estaba atormentado.
¡Hector! Miguel, no le hagas caso. Respeta a tu novio el chino.
El tiene derecho a saberlo, Imelda. Su novio el chino no se lo dirá. ¡Un Rivera no debe quedarse con la duda! ¡Somos investigadores!
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Hiro & Miguel (Hiro Hamada & Miguel Rivera)
FanfictionMiguel no era un adepto a la tecnología y Hiro iba con un pensamiento futurista, era una combinación compleja, pero a él le gustaba, le gustaba su relación con el Hamada. Era aprender nuevas cosas, crear otras y adaptarse a ideas, excepto cuándo lo...