Calabazas.

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¡Hola! Sé que esperaban algo como una continuación de Miguel enojado metiéndole más madrazos al chino, y en realidad, eso iban a ser los siguientes capítulos, pero como hay un especial de Halloween de actividad en el grupo Higuel se me antojó hacer un especial para estos drabbles y esta pareja tan bonitos.

Por cierto, dejaré unos cuántos anuncios al final de éste capítulo, espero que puedan leerlos.

¡Disfruten de la lectura!

Advertencia: Crossover con Enredados..

Pareja introducida: Vassandra (Varian x Cassandra)

Calabazas.

Calabazas en el suelo, retazos naranjas, navajas en la mesa, envolturas de caramelos en la alfombra, frustración, sudor, lágrimas y dos cuerpos haciendo su mayor esfuerzo para poder dibujar caritas en las calabazas.

Miguel observaba el esfuerzo impune que realizaba su pareja sobre la dura superficie naranja, tratando de no partirla por la fuerza. Por la ceja fruncida, la lengua golpeando contra la mejilla y la respiración lenta, Miguel sabía que Hiro se estaba estresando por ésta actividad.

Por su parte, Hiro jamás pensó que pasar tiempo de calidad con su novio dibujando caritas le fuera a doler con la misma fuerza con la que pelea contra un villano en la ciudad.

No, es más, hasta creía que atrapar villanos en San Fransokyo esta noche sería más fácil que terminar esta maldita cara amorfa.

—Lo estás haciendo mal —declaró Miguel al ver la deforme sonrisa que hacía Hiro.

—¿Por qué lo dices? —preguntó el genio, inhalando aire, luego exhalandolo.

Recordó los métodos de relajación que Baymax le recomendaba antes de entrar en un examen. Sólo que ahora no estaba en un examen, estaba con su novio TRATANDO DE PODER HACER ESOS MALDITOS DIENTES PUNTIGUADOS.

—Ni siquiera se parece...

Y, que Miguel soltará este tipo de comentarios a dos niveles de explotar, no le era favorable.

Hiro simplemente azotó la calabaza contra la mesa, lo miró de forma acusadora y lo apuntó con la navaja, Miguel levantó las manos en señal de paz por temor a que éste pudiera hacer algo más con el arma punzocortante.

—¡No quiero escuchar opinión de ésto de alguien que escucha música para trapear en las mañanas! —le recriminó, regresando a su tarea de terminar esa diabólica sonrisa que parecía más dientes chuecos y destruidos.

—¡Retractaté! —se ofendió, mirándole adolorido que revelará uno de sus más grandes secretos —¡Usas eso en mi contra! Al menos yo no hablo dormido...—alegó a su favor, susurrando lo último.

—Yo no hablo dormido —se defendió Hiro.

El Rivera se rió por ésto, estiró los labios en su contra en una señal no muy favorable y empezó a hacer una mueca burlándose de lo que supuestamente mencionaba Hiro.

—Ay, Miguel ...besame...—empezó, Hiro enrojeció —Ay Miguel...Te amo...Miguel cásate conmigo.

—¡Jamás he dicho algo así!

—Ya lo sé —se encogió de hombros, esquivando los ojos enojados del Hamada — pero me gusta imaginarlo...—recibió un golpe de Hiro que lo hizo callar —¡Ah! Hiro, ¿te han dicho lo enojón que eres? —preguntó sobándose el brazo que fue lastimado con anterioridad.

—¡Eres un idiota!

—¡Tú eres el idiota!...—sostuvo en su defensa, luego miró la calabaza de expresión extraña, Miguel recogió una de las que estaba en el suelo para sostenerla firmemente en sus brazos —¿Quieres que te de una clase? —le preguntó curioso.

Hiro & Miguel  (Hiro Hamada & Miguel Rivera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora