Detrás De La Imaginación

Mi propio cielo

Ella simplemente era arte. A través de sus ojos podía ver el universo entero ante mi. Podía apreciar lo que quisiera pero prefería admirar esos ojos con ningún color peculiar pero que mostraban todo lo que pensaba y lo que sentía, a mi me gustaba saber eso.

Miraba a la nada y pensaba en infinidad de cosas, desde lo más absurdo hasta lo más interesante del mundo. A mi con sólo pensar en ella me bastaba, no había necesidad de pensar en nada más, así era feliz.

Nunca sabré si ella al mirarme siente algo parecido o si ni siquiera para a notarme. Me pone un poco triste saber que quizás ni siquiera sabe mi nombre o cualquier cosa sobre mi existencia. Pero sigo de pie y la esperaría toda mi vida si de eso se tratase.

Dejaría lo que esté haciendo por un momento a su lado o para contestarle esos chats que tardan horas en llegar. Dejaría a cualquier persona plantada por cualquier cosa que me pida. Le bajaría la Luna si fuera necesario, o si al menos tuviera la posibilidad. Daría la vuelta al mundo en 80 días por 60 minutos a su lado. Me enfrentaría a mis mayores miedos por verla feliz. Yo moriría por ella y apenas se da cuenta...

Pero estoy bien. Estoy feliz. Con o sin ella. La conocí y la admiré en mi peor momento. Quizás no lo sepa pero me sacó otra vez de aquel profundo hoyo en el que caí en algún momento. Fue una de las pocas personas que tiró la soga para ayudarme, y ni siquiera lo sabe. 

Una y mil veces gracias por existir. Te amo y te amaré hasta que el tiempo diga basta. Y deberías saber que junto a vos el tiempo se detiene.

Ahora te necesito pero no me haces falta, miro al cielo y recuerdo esos ojos con ningún color peculiar... y se me olvida hasta quién soy, solo estás vos.