Un cuento de hadas

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Esta es la historia de una chica que vivió un cuento de hadas... pero sin el final feliz.

Ella vivía en un pequeño pueblo alejado de la ciudad, sin embargo  formaba parte de una gran comunidad. En la casa de al lado vivía su mejor amigo, Julian. Ellos iban a la escuela juntos, jugaban y salían juntos, todo lo que uno hiciera debía ser junto al otro; tanto así que el día que ella cumplió 15 años viajaron juntos a uno de sus lugares favoritos: París, la ciudad del amor. Luego de aquel viaje nada volvió a ser igual.

–No puedo.– le explicaba ella.

–Te necesito.– le rogaba él.

–Prometo que volveré.– le juraba ella.

–Sé que no lo harás porque ahí finalmente serás feliz.– razonaba él.

–No voy en busca de la felicidad que vos crees.– seguía intentando explicar ella sin tener que contarle la verdad.

–Encontrarás a otra persona que te haga feliz y con él si te vas a casar.

–Prometo que no pero por favor, déjame ir.– le suplicó.

–Adiós.

Ella besó suavemente su labios y partió. Nada le dolía más que dejar al hombre de su vida por tener que dejar el país, pero esa era la única opción para poder estar con él.
Se despidió de su padre y subió al avión junto a su madre.
El único remedio para su enfermedad se encontraba lejos de todo lo que amaba y eso la deprimía aún más pero sabía que viajando volvería a ser feliz.

Pasaron ocho meses y él la seguía esperando como el primer día. Desde temprano salía a la puerta y se sentaba a esperarla sin saber que ella ya no volvería. Él ya no volvería a verla pero ella lo observaba día a día, deseando nunca haberse ido.

Un día su padre también se fue y Julian nunca supo por qué. Nunca nadie supo cómo decirle que su amada había sido derrotada en cuerpo pero nunca en alma, nunca nadie supo cómo volver a hacer que crea en el amor.

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