Detrás De La Imaginación

Aprendí del amor

Suelo desenamorarme con la misma rapidez que un colibrí pica una flor pero enamorarme... ese es un trabajo un poco más difícil para mi corazón. He creído que el amor se encontraba en cada persona con buena labia que se me cruzara pero, por las malas, aprendí que el amor existe en tus ojos brillosos bajo el sol y tu risa kilométrica. El amor no se mendiga, el amor está en las palabras y tus abrazos reconfortantes. Decidí que el amor era eso que me hacías sentir muy dentro de mí, más allá de mi alma.

Aprendí que el amor también me roba lágrimas de felicidad y de dolor. Que desearte de lejos no me permite amarte menos y tomar tus labios a escondidas no está mal. Con vos aprendí que enamorarse quizá no es tan difícil como parecía porque por mucho que duela amarte, me es imposible no hacerlo. Y quizá, solo quizá, esta vez no sea tan complicado desenamorarme.