Mirada pura

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Sólo nosotros éramos capaces de vernos el uno con el otro. Cualquiera que pudiera observar sus negros ojos estaba condenado a ver los míos por el resto de la eternidad.
Mis ojos no eran para nada bonitos, sólo ella encontraba la paz dentro.
Un día alguien más miró sus ojos pero nunca encontró los míos, liberándola a ella y devolviéndole el color original.

Él se enamoró del verde esmeralda de sus ojos mientras yo los observo en la distancia y ruego poder volver a su corazón de hielo algún día. Ella borró de su mente mi existencia y pretendió ser feliz con alguien más que su alma misma.

En esa mirada de amor alguien más logró liberarla de todos sus demonios, logró liberarla de mi.

Tras la mirada de un ángel hay un demonio escondido.

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