D.E.E.P [YoonMin]

Parte 18.1

Estaba nervioso, nunca pensé que este momento llegaría o por lo menos no tan pronto. Me encontraba delante de él, estaba literalmente plantado delante mío, de rodillas, esperando mi respuesta pacientemente. No os voy a engañar, tenía dudas, muchas dudas, no me malinterpretéis, amaba a ese chico, lo quería por encima de todo, pero realmente algo dentro de mi sabía que aún no estaba preparado. Aun así, sabía que mi repuesta, finalmente, sería un rotundo sí. Lo último que necesitaba ahora mismo era perderle, después de todo lo que tuvimos que pasar para llegar a este punto.

- Sí, Joong, quiero casarme contigo.

- Te quiero. (dijo este con una sonrisa de oreja a oreja)

Se levantó y me dio un beso lleno de amor y de ternura, en ese momento supe que había hecho lo correcto y poco a poco mis inseguridades fueron cesando.

Me había graduado hacía prácticamente medio año, me encontraba en Busan, junto a mis padres y mis amigos, lejos de la capital, lejos de todo lo que había vivido durante esos cuatro años de curso escolar. Sé que ahora mismo tendréis muchas preguntas, pero acabareis entendiéndolo todo.

Me sentía completo, me había sacado el curso con muy buenas notas, había conseguido una beca para irme a cualquier sitio del mundo y poder ser conocido, realmente eso era lo de menos, mi familia estaba muy contenta y orgullosa de mí, mi novio me quería y era querido por mi familia también, sin contar también que iba a casarme con él ya que ahora estábamos prometidos. Nada podía ir mejor, supongo.

Aun así, me gustaría deciros, convencido, que no pienso en ese chico, que nunca pasa su recuerdo, su imagen, su sonrisa...por mi cabeza, sinceramente sería completamente feliz si pudiera decir confiado que él ya no me importa, pero eso está lejos de ser la realidad.

Lo echaba de menos, echaba de menos pasar tiempo con él, echaba de menos, tal vez, buscar cualquier excusa para pasar algo de tiempo con él. Al principio pensé que era cuestión de tiempo, que como el me hacía olvidarme de todo lograría olvidarle a él, rápidamente, cuando estuviera lejos, había pasado ya medio año y aun había cosas que me hacían recordar lo tranquilo que este me hacía sentir. Sin ir más lejos, hace una semana fui a una cascada que hay en una montaña no muy lejos de donde vivo, iba acompañado de mi novio, nos bañamos, comimos, en definitiva, lo pasamos genial, supongo que ya sabéis por donde voy, hablo del viaje de principio de curso, sí, la misma situación, pero con personas totalmente distintas. Estaba seguro de que no volvería a verle y sabía sin duda que eso era mejor, que así podría centrarme en lo que me rodea y así no volvería a meter la pata, no volvería a cometer el mismo maldito error, otra vez.

Sin embargo, una pequeña parte dentro de mí quería volver a verle y, si hacía falta, volver a cometer ese mismo error muchas, muchas veces más.