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Con una pequeña sonrisa en su rostro, el moreno de orbes café recibió con mucha alegría al chico de ojos grises. Dylan le entregó la rosa que llevaba consigo, causando que el menor se sonrojara un poco por el gesto y se sintiera como un tonto.

―Yo no traje nada... ―susurró bajando la mirada apenado. Dylan rió y restó importancia al asunto con un movimiento de manos.

―No te preocupes. ¿Tienes hambre? Me han dicho que las pizzas de aquí son muy deliciosas. ―comentó el mayor mientras hacia un ademán invitando al chico a caminar. Nicholas asintió e ingresó al restaurante después de que Dylan amablemente le abriera la puerta. ―¿Cómo te gusta la pizza, Nicholas? ―el moreno se encogió de hombros mientras caminaba a una de las mesas que logró visualizar vacía.

―En realidad, no tengo una favorita. Elige la que más te guste. ―corriendo una de las sillas, tomó asiento, dejó la rosa sobre la mesa y alzó el rostro hacia su compañero una vez que le preguntó sobre la bebida. ―Un jugo de fresa estará bien para mí.

―Está bien, regreso pronto. ―Dylan comenzó a caminar hacia la barra, aprovechando de sacar su billetera.

Aún no podía creer que se encontrara allí, teniendo una cita después de mucho tiempo, y mucho menos con Nicholas. Aún podía recordar la cara de burla que tenía Jonathan cuando la visita de los estudiantes había terminado. Nicholas observaba a Dylan con cierta timidez, y Jonathan no podía pasar ese momento por debajo de la mesa, debía aprovechar de hacerle bullying a su mejor amigo y vaya que lo estaba aprovechando. Dylan sonrió con tan solo recordarlo. De cierta forma, le debía a su mejor amigo el estar allí y no en su casa llorando como todas las noches.

―Buenas noches, señor. ¿Qué desea pedir? ―el chico le hizo saber su orden a la señorita y minutos después, canceló y tomó el ticket que se le había sido entregado para poder retirar la comida. Agradeciendo, se despidió y caminó de regreso a la mesa que ocuparía aquella noche con su invitado.

―Listo, en unos veinte minutos aproximadamente me llaman. ―informó el mayor mientras tomaba asiento frente al chico de cabello negro grisáceo. Este le regalo una sonrisa mientras jugaba con los pétalos de la rosa. Dylan suspiró y apoyo sus manos entrelazadas sobre la mesa. ―Y bien, cuéntame más de ti. No te conozco mucho.

―Mm... bueno, la verdad es que no soy alguien muy interesante. Mejor cuéntame de ti, jamás me imagine que serias el dueño de las empresas Cooper. ―el mayor negó riendo mientras alzaba sus hombros.

―No, no soy dueño como dices. Mi padre lo es, solo que él no puede hacerse cargo de esa sucursal y me dejó a mí al mando. Pero no me gusta que me vean como un millonario, me gusta ganarme las cosas con esfuerzo y sudor. ―Nicholas asintió sonriendo. Cualquiera podía pensar que Dylan era un hijo de mami y papi.

―Vaya... supongo que no tienes mucho tiempo para ti. Debe ser difícil vivir rodeado de tantas obligaciones, ¿cierto? ―el mayor negó. Él había crecido en ese mundo que ya se encontraba acostumbrado a esos trotes.

―En realidad, cuando creces en un entorno así, te acostumbras. Pero ahora cuéntame de ti, lo que quieras. ―el menor lo pensó por un momento. ¿Qué podría decirle? Él era una persona bastante común.

―Bueno... como ya sabes, soy estudiante de fotografía. Vivo en un pequeño departamento, no es muy lujoso, pero si tiene lo necesario. Mis padres actualmente están de viaje, pero en ocasiones hablamos. ―el chico alzó sus hombros mientras desviaba la mirada. La verdad es que no le gustaba hablar mucho sobre su vida. ―Nada interesante.

―¿Tus padres están de viaje? ―el joven asintió sonriendo un poco. ―¿Y por qué no te fuiste con ellos?

―Oh, bueno... porque comencé a estudiar y no se pudo. ―Dylan frunció un poco el ceño ante aquellas palabras. Por su mente pasó una mejor respuesta, pero decidió no hacer comentario alguno. Podía notar como el contrario se incomodaba al hablar del tema.

―Está bien... ¿Cómo vas en la universidad?

―¡De maravilla! La verdad me encanta lo que estoy estudiando. Cuento los días para poder graduarme y ejercer. Me gustaría viajar por un tiempo fotografiando todo lo que tenga frente a mí. ―suspiró el joven mientras jugaba con la rosa. Dylan sonrió al ver como Nicholas cambiaba su estado de ánimo.

―Me alegra eso, espero pueda ver uno de tus trabajos pronto. ―el más bajo se sonrojó y asintió por instinto; aunque muy en el fondo se encontraba bastante apenado. ―Creo que ya pasaron los veinte minutos, iré por la pizza. ―el chico asintió mientras observaba al moreno de ojos café colocarse de pie.

Nicholas sonrió. Dylan le parecía un chico bastante agradable, pero había algo en él que le generaba bastante curiosidad. No entendía que hacia un chico como él, en una cuestión de citas. Era obvio que Dylan no pertenecía a ese mundo y Nicholas averiguaría el porqué de todo ello.

Cuando Dylan regresó y dejó la bandeja con la pizza y las bebidas en la mesa, Nicholas lo observó y pasado unos minutos, dejó que su labios formularan la pregunta que lo tenía algo pensativo.

―Dylan, ¿te puedo hacer una pregunta? ―el chico asintió mientras tomaba un primer trozo de pizza y lo comía. ―¿Qué hacías en ese lugar de citas? ―el muchacho masticó primero y pasado algunos minutos respondió.

―Hace unos meses que termine con mi ex. Pero para ser sinceros, aún no lo supero del todo. Jonathan, mi mejor amigo, se encontró con uno de los avisos de ese evento y tomo la decisión de inscribirme. Así que... aquí me ves, elegí a una persona para conocer y compartir. ―Nicholas asintió en silencio y tomó un trozo de pizza para comer. ―Y tú, ¿qué hacías allí?

―Bueno, mi mejor amigo dice que me ocupo mucho de los libros, así que tomo la decisión de inscribirme para ver si alguien puede alejarme de la biblioteca y entretenerme un poco. ―confesó un poco sonrojado el chico.

―¿Y lo encontraste? Porque bueno, estamos aquí porque yo te elegí pero tú, ¿habías elegido a alguien? ―las mejillas de Nicholas se tiñeron de carmesí por un momento, mientras que bajaba la mirada y dejaba el trozo de pizza a medio comer.

―Te había elegido a ti... ―susurró el más bajo, causando que el mayor se sorprendiera un poco por aquella confesión.

―¿Y por qué te fuiste?

―Porque se me estaba haciendo tarde. Además, porque supuse que elegirías a otra persona mucho más interesante. ―alzando sus hombros e inflando sus mofletes, el chico tomó su trozo de pizza dándole una nueva mordida.

―Pero tú eres interesante, Nicholas. ―el joven observó al contrario tratando de llamar su atención, pero al no conseguirlo, siguió hablando. ―La verdad es que me alegra el que hayamos coincidido nuevamente para poder invitarte. Espero podamos salir otra vez... ―susurró un Dylan nervioso. Él sabía que aquella coincidencia, había sido provocada y quería pensar que hacerlo había valido la pena.

―Supongo que si podremos hacerlo... ―susurró el chico alzando su rostro. Sus mejillas sonrosadas, causaron que Dylan sonriera con ternura y siguiera comiendo.

Dylan observó cómo su invitado reía al hacer unos que otros comentarios y aquella situación lo había llevado a pensar que quizás si había valido la pena crear tal coincidencia.

















···

¡Capitulo nuevo!

Espero les guste y lo disfruten. Recuerden hacerme saber sus opiniones mediante votos y/o comentarios.

¡Feliz fin de semana! :3

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