29

2.9K 351 116
                                    

―El trato fue muy claro, Miles. El dinero y mi vida por Nicholas, así que no digas esas estupideces y suéltalo ya. ―Dylan se removió en su silla de un lado a otro, intentando que Miles se bajara de su regazo pero le resultaba complicado la acción. ―¡Miles, haz lo que dijiste!

―Cálmate, cariño. Sé lo que dije, pero me dio algo de curiosidad y quiero jugar un poco... ―el castaño observó al moreno de reflejo grisáceos frente a ellos y sonrió con diversión mientras acariciaba la mejilla de Dylan con el arma. ―, ¿qué les parece el juego de las preguntas y respuestas? Yo preguntaré algo a Dylan y él deberá responderme. Comencemos, ¿dónde se conocieron? ―Miles llevó la mirada al rostro de Dylan quien solo lo ignoraba y observaba como Nicholas lloraba en silencio. El moreno de ojos café podía sentir el dolor de su amado en ese instante y se odiaba por tenerlo en esa situación.

―No es algo que te interesa. ―espetó el menor de los Cooper sin apartar la mirada de Nicholas. Miles bufó ante aquella respuesta y llevó la mirada hacia su rival.

―Entonces juguemos otra cosa, quizás el tiro al blanco. Solo que el blanco será Nicholas y las flechas las balas, ¿qué opinas, Dy? ―Dylan se alarmó ante ello y negó mirando a Miles suplicante. El chico sonrió y le besó en los labios castamente. ―Perfecto, entonces responde, ¿dónde se conocieron?

―En una cuestión de citas... eran treinta citas por diez minutos. Nicholas era uno de los últimos y durante ese tiempo, conectamos...

«Mm... no sé quién sea Jonathan, pero yo soy Nicholas


―¿Y salieron ese mismo día? ―Dylan negó ante la pregunta.

«¿Encontraste a alguien? ―el moreno negó, causando que el más bajo hiciera una pequeña mueca. ―Oh... lo siento mucho, ya será una próxima.

―Si, por eso estás aquí. ―Nicholas frunció el ceño y ladeó su rostro. ―Eras tú con quien quería seguir las citas.»

―Jonathan organizó una excursión en la empresa, resulta que la universidad a la que iba Nicholas quería recorrerla hacia algunos meses pero aun no le habían aprobado el permiso. Ese día le dije a Nicholas que lo había elegido a él para tener las citas, pero él se había ido antes de poder decírselo.

―¿Y qué hicieron después de eso? ―Dylan sonrió un poco bajando la mirada. El responder cada una de esas preguntas lo llenaba de un extraño sentimiento...

«Con una pequeña sonrisa en su rostro, el moreno de orbes café recibió con mucha alegría al chico de ojos grises. Dylan le entregó la rosa que llevaba consigo, causando que el menor se sonrojara un poco por el gesto y se sintiera como un tonto.

―Yo no traje nada... »

―Quise que nos conociéramos un poco más y no se me ocurrió otra idea que llevarlo a comer. Platicamos de todo un poco esa noche y le pregunté si él había elegido a alguien. Su respuesta realmente me llenó de dicha.

«Bueno, estamos aquí porque yo te elegí pero tú, ¿habías elegido a alguien?

―Te había elegido a ti...»

―¿Te eligió a ti? ―Dylan asintió sintiendo sus mejillas arder, por un momento alzó su rostro y su corazón dio un vuelco en su pecho al notar que Nicholas se encontraba de la misma manera. ―¿Esa fue la única cita?

Treinta CitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora