―¿Y qué dijo? ―Jonathan observaba curioso a su mejor amigo.
Desde hacía algunas horas las actividades en la empresa habían acabado. Ahora, ambos se encontraban en un bar bebiendo un poco para calmar los ánimos, en especial los de Dylan. Jonathan sabia como quedaba su mejor amigo después de tener encuentros con Daniel, él sabía que el muchacho aun no podía borrar aquella escena donde su hermano y pareja estaban revolcándose en la cama. Unas enormes ganas que tenía el castaño de golpear al rubio, pero se controlaba solo porque el moreno se lo había prohibido.
―Se colocó a llorar. Me causó tanta ternura cuando lo hizo. Dijo que él debía consolarme a mí y no yo a él. ―el castaño sonrió. No conocía mucho al muchacho en cuestión, pero por lo poco que Dylan le contaba, sabía que era una ternurita. ―Luego de que se calmó, comimos el pan dulce que me había comprado y lo acompañe a tomar un taxi.
―¿No lo llevaste? Pensé que lo habías hecho. ―Dylan negó alzando un poco sus hombros.
―Me ofrecí. Pero él dijo que no quería molestar y que yo tenía mis obligaciones. Tan solo me dejo acompañarlo a tomar un taxi. ―murmuró haciendo una pequeña mueca. Jonathan asintió y observó curioso a su mejor amigo, el moreno no pasó por alto aquello y preguntó. ―¿Qué ocurre? ¿Acaso tengo algo?
―¿Viste cuan lindo se veía hoy? Me gustó su estilo de chico rebelde. Su cabello alborotado y su cuerpo, se veía muy bien envuelto en esas ropas. ―Dylan frunció el ceño y alzó una de sus cejas. ―¿Qué? Yo solo digo la verdad. ¿A poco no estaba lindo?
Dylan entrecerró sus ojos y recordó a Nicholas. Era cierto que aquella vestimenta de chico rebelde le quedaba bien. Los pantalones de cuero en combinación a la chaqueta y la franela blanca que llevaba, lo hacían lucir muy bien. Además, amaba su cabello. Los rulos que tenía le iban muy bien alborotados, sus reflejos naturales le quedaban preciosos.
―Sí, estaba muy lindo y no le dije nada. ―Jonathan le dio un golpe en la cabeza causando que el moreno se quejara. ―¡Oye! ¿Por qué me golpeas?
―¿Aún preguntas? Seguro el chico se vistió así para ti y tú de tarado no le dijiste nada. Está bien, le contaste lo que ocurrió con Daniel y demás, pero luego cuando comían los panes podías haberle dicho o cuando lo acompañaste. ¡Dios! Pero que tonto. ―dijo el chico haciendo el mayor drama posible. Dylan suspiró.
―Y eso que aún no sabes lo otro... ―musitó el moreno causando que el castaño colocara toda su atención sobre este.
―¿Qué otro?
―Promete no matarme... ―Jonathan lo retó con la mirada y Dylan se encogió de hombros. ―, le dije que era un buen amigo...
―¿Qué? ¿Lo mandaste a la friendzone? ―el moreno asintió y el castaño le propinó otro golpe. ―¿Es en serio, Dylan? Tienes seis meses sufriendo por tu ex y cuando llega este chico con quien te sientes cómodo, lo envías a la friendzone. ¿En serio tienes cerebro?
―Es que... no quiero que le pase algo. ¿Y si Daniel intenta algo con él? ―Jonathan suspiró negando.
―¿Y tú no tienes manos o qué? Bien puedes defender lo que es tuyo de la basura de tu hermano. Joder, es que a veces me pregunto cómo es que somos amigos. ―Dylan hizo un pequeño puchero al escucharlo. ―¿Y él que dijo?
―Bueno... se notaba un poco desanimado después. Pero pensé que era por lo de Daniel, no creo que haya sido por eso. ―Jonathan se cruzó de brazos y lo observó con cara de ¿en serio crees eso? ―¿Crees que se haya desanimado por eso?
―¡Claro! Le diré a tu padre que te enseñe más de relaciones. Es increíble que tu padre con cincuenta y dos años, tenga más conocimiento de estas cosas.
―Ya, ya, lo siento.
―No me pidas disculpas a mí. ―suspiró el castaño descruzando sus brazos para servirse un poco de whisky. ―Idiota.
Dylan observó a su mejor amigo en silencio. ¿Tan mal había estado dejar a Nicholas en la friendzone?
•••
―¿Amigos? ―Nicholas asintió observando a su mejor amigo y a la pareja de este. ―Espera, ¿en serio ese chico te dejo en la friendzone?
―Si, Lucas. ¿Cuántas veces tiene Nicholas que repetirlo? ―dijo la castaña abrazando al moreno. ―Lamento eso, pequeño. ¿Estás bien?
―Si... bueno, un poco. Yo debía estar consciente de que Dylan solo me vería como un amigo. Esta mañana se lo dije a Lucas, él seguro me ve como un hermanito. ―susurró el muchacho acurrucándose en los brazos de su mejor amiga.
―Vanessa, es que... ¡amigos! ¿Será que ese chico necesita lentes? Nicholas es una cosita hermosa, ¿cómo lo va a dejar en la friendzone? ―la fémina observó a su novio y el rubio suspiró. ―Está bien. Bueno, al menos tienes otro amigo. ―dijo dejándose caer en la cama.
Lucas dejó su brazo sobre su rostro y suspiró. Adoraba a Nicholas, era como su hermanito menor y realmente deseaba que esta vez sí funcionara. Desde que lo conocía, él siempre había sido el chico de las relaciones, mientras que Nicholas solo lo aconsejaba. Cuando se había enamorado de Vanessa, solo Nicholas había sido el único en apoyarlo y confiar en que sus sentimientos eran sinceros. Y ahora él quería devolverle el favor.
Nicholas siempre había sido un chico encerrado en su burbuja. Ni siquiera él sabía cómo lo había dejado ser su amigo. Sin embargo, allí estaban. Tenían tres años siendo mejores amigos y Vanessa también había ingresado al grupo, ambos amaban al pequeño como su hermanito menor y lo único que querían era verlo feliz. Estaban cansado de verlo pasar las navidades solos, o los catorce de febrero viendo películas. O su cumpleaños, siempre eran ellos tres porque sus padres no tenían tiempo para él.
Así que cuando observó aquel programa de citas, no dudó en inscribirlo. Y cuando le contó sobre Dylan, sabía que había hecho bien. Tenía tanto tiempo sin ver a su mejor amigo emocionado por algo que no tenía que ver con sus estudios.
―Nicholas... tranquilo, ¿si? Ya encontrarás a alguien que se fije en ti. ―susurró la castaña observando al chico aun acurrucado en sus brazos. Este le sonrió y Lucas suspiró. Tenía que hacer algo, quizás podría hablar con Dylan y...
―Yo hablare con él. ―la pareja en la otra cama lo observaron. ―Sí, hablaré con Dylan. Lo haré reaccionar.
―No, ni se te ocurra, Lucas. Está bien que Dylan solo me vea como un amigo. Seguramente tiene miedo de que la historia de su ex se repita y...
―¡Tú no eres su ex, Nicholas! ―gritó el muchacho causando que el menor bajara la mirada.
―No le grites, Lucas. Nicholas no tiene la culpa y ese chico menos. Es normal tener miedo y es normal ser amigos, así que ya está. ¿De acuerdo? Si entre ellos surgirá algo, entonces será con el tiempo. Ahora cálmate y no te metas más en el asunto, dejarás que las cosas se den y es mi última palabra. ¿Estamos claros? ―Vanessa observaba a su novio de forma retadora, hasta Nicholas sabía que después de eso, lo mejor era dejar el tema por la paz.
―¡Esta bien! Pero entonces Nicholas saldrá más. Iras con nosotros de fiesta y ya no vivirás tan encerrado, ¿está bien? ―el moreno lo pensó un poco y con flojera asintió. ―Excelente, ¡este fin de semana tendremos fiesta! ―anunció alzando sus brazos entre risas. La pareja de amigos negó, pero acompañó al rubio en el festejo.
Nicholas los miró y después de unas horas. Decidieron ir a dormir, el pequeño les pidió quedarse con ellos esa noche y la pareja obviamente lo permitió. Podían imaginar cómo se encontraba su mejor amigo, aunque este intentara hacerse el fuerte y fingir que nada en realidad había pasado.
···
¡Capitulo nuevo!Espero les guste. Recuerden hacerme saber sus opiniones mediante votos y/o comentarios.
Feliz fin de semana :3
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Treinta Citas
RomanceDylan Cooper es uno de los jóvenes más exitosos al nivel profesional. Sus habilidades en innovación lo habían llevado a alcanzar los puestos más altos de popularidad en el campo del diseño gráfico. Sin embargo, aunque todo marchaba bien en su ca...