―¿Crees que lleguen a más? ―Nicholas observó cómo su mejor amigo lo miraba sonriendo lascivamente. El moreno suspiró y se encogió de hombros. Tan solo llevaba dos citas con Dylan y unos días escribiéndose.
―No lo sé. Tampoco es como si lleváramos mucho tiempo saliendo, Lu. ―el rubio bufó cruzándose de brazos mientras seguía masticando la goma de mascar. ―Al menos ve el lado positivo, me ha sacado de la biblioteca. ―el chico asintió sonriendo con victoria.
―Eso es cierto. Pero de igual forma, pensé que ya habían avanzado un poco más. ¿Solo llevan dos citas? ―Nicholas asintió mientras su amigo pensaba un poco. ―¿Y ha intentado algo contigo?
―Te he dicho como diez veces que no. Solo hemos salido a comer y a la feria. Lo más lejos que hemos llegado, es que yo lo abracé como chiquillo de tres años cuando estábamos en la casa del terror. ―confesó sonrojado y apenado por la situación. ―Eso y que me tomó de la mano para llevarme a comer y luego me llevó a casa.
―Espera, ¿lo abrazaste en la casa del terror? ―el moreno asintió y a continuación escuchó como su amigo se reía a carcajadas en el campus de la universidad. ―Ay, Nich. Eres una cosita muy tierna, ¿y él que dijo?
―Nada, le pareció divertido como a ti. ―alzando sus hombros, Nicholas observó cómo su amigo dejaba de reír. ―Yo digo que él me ve como un hermanito. Digo, tiene veinticinco y yo veintitrés, puedo ser su hermano menor.
―Pero no lo eres. Me dijiste que entre todos te eligió a ti, eso es bueno, ¿no crees?
―Es porque tú no viste a los demás, Lucas. Parecían sacados de una película barata. En serio, no había mucho que escoger. ―confesó el muchacho suspirando. ―Él dijo que su mejor amigo lo inscribió para que olvidara a su ex.
―Oh, y te eligió a ti. ¡Eso es bueno! Vamos, tú tienes lo tuyo, Nicholas. Si yo fuera gay, seguro ya seriamos pareja. ―el moreno se sonrojó y golpeó a su amigo en el hombro. ―¿Qué? Hasta Vanessa piensa lo mismo. Creo que a veces tiene celos de ti. ―dijo pensativo logrando que su mejor amigo riera.
―No seas tonto. ¡Se te nota cuanto la amas! Esa chica te ha cambiado muchísimo.
―Lo sé... ―susurró cuan enamorado alzando su mirada al cielo. ―yo digo que debes poner a prueba a este chico. No lo sé, ¿por qué no lo invitas tú a comer? ―Nicholas mordió su labio inferior ante la idea. ¿Él invitarlo?
―No lo sé... te digo que solo hemos intercambiado unos que otros mensajes y siempre son rápidos porque dice que está ocupado.
―¡Eso es perfecto! O sea, así puedes ayudarlo a quitarse un poco el estrés. Anda, llámalo. ―Nicholas miró a su mejor amigo tomar asiento en la grama del campus. Él no quería ser una molestia. ―¡Nich, anda! ¿Qué es lo peor que puede pasar? Solo podría rechazarte y ya. Anda.
Suspirando, Nicholas buscó su teléfono en los bolsillos de su mochila y lo sacó. Lo desbloqueó y luego buscó el número de Dylan, al encontrarlo, observó a su amigo y este le sonrió dulcemente invitándolo a continuar. El moreno suspiró y realizando la llamada llevó este hacia su oreja, aunque Lucas se lo quitó y lo colocó en altavoz.
―¿Aló? ―aquella voz causó que Nicholas comenzara a hiperventilar, su amigo negó evitando reír y le hizo señas para que continuara. ―¿Aló?
―¡Dylan! Hola, soy Nicholas. ¿Cómo estás? ―el rubio alzó su pulgar derecho, ya que con la mano izquierda sujetaba el teléfono.
―Nicholas, hola. Estoy muy bien, algo ocupado. ¿Qué hay de ti? ―el menor hizo una pequeña mueca, pero Lucas le insistió en seguir.
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Treinta Citas
RomanceDylan Cooper es uno de los jóvenes más exitosos al nivel profesional. Sus habilidades en innovación lo habían llevado a alcanzar los puestos más altos de popularidad en el campo del diseño gráfico. Sin embargo, aunque todo marchaba bien en su ca...