Capítulo XXVIII

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Me siento en la silla de caoba frente a la chimenea viendo como el fuego consume la madera.

Si considero la propuesta de Christopher mi pueblo ya no viviría el invierno muriendo de hambre, suficiente tienen con tener que preocuparse por el frío.

Pero no puedo dejar de lado la alianza con Fernando. Tantos años planeando nuestro compromiso y tratando de que no solo fuera por la alianza, me he esforzado por alejarlo por temor a enamorarme pero no tiene sentido. Amo a Fernando desde que lo conocí.

Ahora debo de tomar una decisión y solo tengo dos opciones.

Quedarme con Fernando haciéndole caso a mi corazón pero mi pueblo seguirá muriendo de hambre.

O puedo aceptar la propuesta de Christopher pensando en mi pueblo y salvarlos de la hambruna.

Antes de tomar una decisión me tengo que asegurar que he hecho todo lo posible para que Rusia tome su parte de responsabilidad como la alianza que somos.

Tengo que decirle a Fernando...

****

Lo veo al final del pasillo cerca de la sala de tronos. Sus ojos se encuentran con los míos, desesperanzados, tristes, preocupados. Fernando comienza a caminar hacia mí lentamente, al llegar a estar frente a mí me toma entre sus brazos con un fuerte abrazo.

-Cuanto lo siento Alexandra. Hice todo lo posible pero mi padre está muy firme en su decisión.

-Dentro de poco te vas a enterar de algo pero quiero que sepas que yo no lo quiero hacer pero tu padre no me deja otra opción. –le digo separándome de sus brazos.

Fernando me mira confundido pero lo ignoro y camino hacia la sala de tronos. Los Reyes se van a dar cuenta de lo afortunados que son al tenerme de aliada y como Rusia va a perder más que Suecia si la alianza se destruye.

Les conviene tenerme de amiga, mis enemigos se cuidarán hasta de su propia sombra...

Camino con paso firme y con la cabeza en alto hasta estar frente a los tronos donde se encuentran los reyes de Rusia.

-Reina Alexandra. ¿Se le ofrece algo? –la Reina Gabriela dice tiernamente como si nada de esto estuviera pasado.

-Vengo a hacer una negociación con ustedes. Suecia necesita comida para sobrevivir el frío invierno así que ustedes mandarán todas las provisiones necesarias. –los miro desafiante al igual que el Rey Enrique me mira en estos momentos.

Siento la mirada de Fernando a mis espaldas. Espero que mi plan salgo como yo lo espero...

-¿Y qué te hace creer que vamos a hacer caso a tu demanda? –dice molesto el Rey.

-Sucia los provee de madera lo que saben que es necesaria para las chimeneas y fogatas para mantener Rusia protegida del frío invierno. 

-¿Cree que no tenemos más alianzas?

-Claro que las tienen. ¿Pero se atrevería a decir que otra alianza los puede proveer como Suecia lo hace? –los reyes se miran mutuamente sin decir una sola palabra.

-Necesitamos tiempo para considerarlo. –dice finalmente la Reina.

-Sin ofender pero mi pueblo no tiene tiempo. Tienen hasta medio día para mandar el alimento a Suecia, de lo contrario aceptaré la propuesta del Príncipe de Holanda, Christopher, y me casaré con él.

-Reina Alexandra, ¿no estará considerando romper la alianza? –puedo percibir la mirada preocupada de la Reina.

-Todo dependerá de Rusia, formamos esta alianza para que nuestras naciones se fortalecieran. Ustedes necesitan a Suecia más de lo que se dan cuenta... -hago reverencia ante los reyes y me retiro de la sala.

Fernando me mira a los ojos y a pesar de que le quiero explicar todo las palabras no salen de mi boca. Sigo caminando lejos de los reyes no puedo dejar que me vean indecisa.

-Alexandra, espera. –Fernando corre hacia mí al ver sus ojos no veo el brillo que siempre tiene simplemente se ve herido.

-Te ibas a enterar de una u otra manera.

-¿Christopher? He estado hablando con su hermana, no es quién tú crees que es.

-No me tiene que agradar y como yo lo veo es el que salvará a Suecia de la hambruna.

-Pero...

-Fernando, yo no quiero esto, pero tus padres no me dejan otra opción.

-Lo entiendo. Cásate con Christopher, yo he hecho todo en mi poder pero no tiene caso, solo el Rey puede tomar esa decisión.

Fernando da media vuelta para irse pero no tomo del brazo antes de que se vaya. Sus ojos miran los míos y a través de ellos puedo ver la profunda tristeza que lo ocasionó la repentina noticia. 

-Alexandra, sé que tienes miedo de seguir a tu corazón pero yo no. Te amo.

Da un paso hasta estar tan cerca uno del otro que puedo sentir su pecho subir y bajar. Sus manos me toman por la cintura, siento como si sus manos pudieran atravesar la fina tela del vestido. Fernando mira mis labios y después vuelve su mirada a mis ojos. Me inclino hacia él y simplemente lo beso.

Cierro mis ojos y dejo que mis sentidos disfruten la nueva sensación que me provoca estar cerca de él. Nuestros labios se juntan por primera vez haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo, mi corazón late cada vez más rápido y mi respiración se vuelve irregular.

Me cansé de pretender no sentir nada por Fernando

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Me cansé de pretender no sentir nada por Fernando.

Me cansé de fingir quien no soy.

Le demostraré a todos que el amor no va a destruir mi reinado. Yo soy más fuerte que eso...

La Próxima ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora