Capítulo XXXIII

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Al entrar a la habitación, Fernando me está esperando, sentado en una de las sillas de madera de la pequeña sala, junto a los miembros del comité que se supone que deben estar presentes en el momento de la consumación. Solo por órdenes del Rey se puede denegar su presencia.

Miro a Fernando y mis ojos recorren a las docenas de personas alrededor. Todos hacen reverencia hacia su reina en cuanto pongo un pie dentro de la habitación. Miro sus rostros expectantes mientras en mi estómago me recuerda lo nerviosa que estoy.

-Gracias, pero no será necesaria su presencia. Pueden retirarse. –dice Fernando demandante sin dejar de mirarme a los ojos.

Puedo ver la decepción en algunos de los rostros pero todos obedecen a su rey sin discutir, hacen reverencia ante nosotros y comienzan a salir de la habitación haciendo que mi respiración se vuelva difícil de controlar.

Los dos, estamos cubiertos por una fina capa de tela del ropón blanco y no puedo evitar sentirme desprotegida.

La habitación está alumbrada con cientos de velas y puedo distinguir el olor a vainilla por todo el lugar; alrededor de la cama, en el piso se encuentran miles de pétalos blancos y rojos que simbolizan la inocencia y la pasión.

-¿Estás bien? –me pregunta delicadamente sin movernos.

-Sí, solo un poco nerviosa.

-No lo estés. Desde que te conocí prometí protegerte y que nadie te haría daño. Me incluyo en la promesa. –me dice con una sonrisa tierna y nerviosa a la vez.

Camina lentamente hacia mí y me besa. Siento sus cálidos labios sobre los míos haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo, me toma de la cintura mientras yo subo mis brazos hasta su cuello.

Nuestra respiración se vuelve cada vez más agitada conforme al beso de intensifica. Tomo su cabello enredándolo entre mis dedos sintiendo su suavidad.

Toma entre sus dedos el listón del ropón que cubre mi pecho, mira mis ojos como si me pidiera permiso mientras lentamente desabrocha el listón. La fina capa de tela cae lentamente hasta la punta de mis pies. De un momento a otro estoy desnuda ante él, muerta de vergüenza y los nervios me comen desde adentro.

Sus cálidas manos recorren cada centímetro de mi cuerpo al mismo tiempo que sus labios besan mi cuello. Siento que mis piernas se vuelven débiles y tiemblan como si ya no pudieran con mi peso. Fernando parece leer mi mente y me sostiene entre sus brazos cargándome hasta llegar a la cama dónde me acuesta delicadamente.

Puedo sentir la fina tela de seda de las sábanas a través de mi piel desnuda, mi corazón se acelera y mi respiración se vuelve agitada cuando Fernando se posiciona sobre mí.

Con cuidado quito su ropón subiéndolo hasta su cabeza, Fernando lo toma y lo avienta a un lado de la cama.

Ahora los dos estamos desnudos pero ya no tengo vergüenza de que me mire, de que me toque, de que me bese...

Me mira con esos hermosos y profundos ojos azules que nunca había visto tan de cerca. Ahora tengo miles de sensaciones y emociones combinadas; nervios, alegría de convertirme en una mujer, tristeza de perder de lo único de inocencia que me quedaba.

Fernando pega sus labios contra los míos besándome de nuevo pero al instante detengo el beso al sentir un agudo dolor, siente como si me hubieran enterrado una espada caliente en el vientre.

Fernando me toma de las manos apretándolas con fuerza tratando de evitar el dolor, pero después de un rato mi cuerpo se acostumbra al dolor y comienzo a verdaderamente sentir...

Después de un rato ambos estamos exhaustos con sudor por todo el cuerpo. Nos acostamos en la suave cama, mi espalda contra su pecho y su brazo abrazándome por la cintura. Una lágrima corre por mi mejilla sin que él se dé cuenta, no puedo describir todo lo que sentí al mismo tiempo, ahora soy su esposa y juntos gobernaremos Suecia y Rusia.

Mis párpados se sienten pesados de cansancio, cierro los ojos pero antes de quedarme dormida escucho que Fernando susurra a mi oído.

"Tal vez no eres la princesa de cuento de hadas, pero estoy seguro que eres la reina de mi realidad"

"Te amo, Alexandra"

La Próxima ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora