Capítulo L

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Cuatro meses después

Los preparativos están todos listos para por fin todos conozcan a nuestra pequeña Princesa Anastasia. Fernando canceló la celebración para introducirla a la sociedad una semana después de su nacimiento con el pretexto que tenía que hacer un viaje importante y se vería mal que su padre no estuviera presente. Aunque en verdad dudo que una sola persona del castillo no sepa que fue a ver a su amada Michelle.

Ahora, cuatro meses después, el pueblo está ansioso de conocer a su próxima reina.

Anastasia es la niña más feliz que he conocido, es muy risueña y voy a hacer todo lo posible para que siga de esa forma. Todavía no comprende muchas cosas como el por qué su padre se va y por qué nunca quiere estar con ella... Cuando crezca tendré que armarme de valor ya que tarde o temprano se va a dar cuenta de los secretos que guarda el gran palacio.

No puedo ni siquiera imaginarme qué le voy a decir para no destruir su felicidad y hacer que conserve ese brillo en sus hermosos ojos, Fernando está haciendo todo más complicado de lo que debería ser.

-Alexandra... -Daniel llama mi atención desviando la mirada de las grandes olas del mar.

Por un momento deje de sentir la arena entre mis dedos y deje de escuchar todos los sonidos a mí alrededor, simplemente tenía la mirada fija en el horizonte. Anastasia está dormida entre mis brazos y como siempre con una sonrisa en sus labios.

-Supongo que ya llegó Fernando. –digo indiferente volteando a verlo a mis espaldas.

-Se puede sentir tu entusiasmo desde lejos. –ríe sarcástico.

-Cállate... -digo haciéndolo reír más- ¿Por qué no pudimos ser una familia normal? –anhelo mirando a mi hija.

-No entiendo a Fernando, teniéndote a ti, por qué buscar más. –dice caminando hacia mí

Cuando estamos a un solo paso de distancia Daniel se inclina y me da un pequeño beso, siento la calidez de sus labios rozar con los mío trayendo a mi mente miles de recuerdos que pasamos juntos.

-No podemos hacer esto. –digo separándome de él.

-No está mal Alexandra, el amor no es malo. –dice dolido.

-Siempre supe que mi vida no sería un cuento de hadas pero tampoco pensé que Fernando me fuera a dejar con una hija y él con una amante. –Hago una pausa sin poder desviar la mirada de sus ojos.

-Ale...

-Te amo, Daniel –lo interrumpo antes de que diga algo más- Siempre te amé y siempre te amaré pero somos Reyes y tenemos la responsabilidad de nuestro pueblo. Tú mismo me enseñaste a sacrificar todo por el bien de nuestra nación.

-Rompe la alianza con Rusia, cásate conmigo.

-Tengo una hija, no puedo pensar solo en mí. ¿Cómo le va a afectar a Anastasia?

-Yo la aceptaré como mi hija. –se apresura a decir.

-Necesitamos seguir adelante con nuestras vidas... Por alguna razón, Dios quiso este destino para nosotros.

-No te voy a abandonar. –me dice y mira con cariño a la bebé entre mis brazos- No las voy a abandonar.

-No quiero que lo hagas, siempre va a haber espacio para ti.

-¿Qué hay de Fernando? –pregunta desviando su mirada hacia el castillo.

-Yo me encargo de él.

-Será mejor que nos vayamos. –me ayuda cargando a Anastasia y caminamos juntos hasta el castillo para el bautizo de mi princesa.

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La Próxima ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora