Capítulo XXVII

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Mi corazón late tan rápido que siento podría salir de mi pecho. Consideré todas las opciones posibles para evitar que mi nación muera de hambre, pero comprometerme con alguien más nunca me había cruzado por la cabeza. Ni siquiera lo consideré una opción.

-Christopher... Me siento alagada pero es muy repentino. –sus ojos me miran con tristeza mientras se pone de pie.

-Lo entiendo pero Alexandra, si te casas conmigo te prometo que a tu gente nunca le faltará nada. Tal vez aún no sea Rey, pero si tengo el poder de uno... -Cristopher guarda el anillo dando media vuelta para volver al castillo.

Necesito todas las alianzas necesarias para que Suecia no sufra por mi culpa. Fernando no puede hacer nada por mí, pero lo tanto Rusia tampoco. Tal vez Holanda tenga algo más que ofrecerme. Como Reina es mi deber mantener a mi nación a salvo de todo.

-Cristopher, espera... -sus ojos esperanzados se encuentran con los míos- Dame tiempo para pensarlo.

Una sonrisa se forma en sus labios y antes de irse hace una reverencia.

He estado comprometida con Fernando desde que tengo 3 años, lo conocí cuando apenas cumplí 8, prácticamente ha estado en la mayor parte de mi vida. En los años que viví aquí en Rusia me sentía protegida y segura a su lado pero al volver no siento lo mismo que hace años. Al irme nos mandábamos cartas hasta que ya no tuvimos nada que hablar y nos distanciamos.

El compromiso fue para que nuestras naciones se fortalecieran no para que viviéramos un matrimonio de cuento de hadas. Desde que era niña me di cuenta que tales cosas no existen.

Casarme con Cristopher no es lo que yo quiero, pero tal vez es la única opción que tengo para salvar a Sucia de la hambruna.

Subo al caballo dirigiéndome al castillo. Los pensamientos no abandonan mi mente, la propuesta de Christopher, Fernando, mis amigas, Leonor, mi padre.

¿Es eso lo que habría querido decir mi padre? ¿Si me enamoraba de Fernando pondría todas mis esperanzas en él? ¿Tengo que pensar primero en mi pueblo que en mis sentimientos? 

Al llegar al castillo Leonor está en la puerta principal mirándome extrañada. Su mirada delata las esperanzas que trata de ocultar. Las esperanzas que tiene hacia mí. Mi hermana siempre se preocupó por el pueblo así que esta nueva noticia en serio le afectó. Lo puedo percibir en su mirada.

-¿Alexandra? ¿Qué vas a hacer?

-Tenemos que hablar sobre algo... -ambas nos dirigimos a toda prisa hacia mi alcoba.

No tengo ánimos de encontrarme con Fernando. No sabría que decirle ni cómo reaccionar.

Al llegar a mi habitación Isabel y Cristy ya nos esperaban.

-¿Dónde diablos se habían metido?

-Yo estaba esperando a mi hermana. –dice Leonor a la defensiva haciendo que las tres volteen expectantes hacia mí.

-Estaba con Cristopher... -les digo haciendo que me miren extrañadas.

-¿Qué estabas haciendo con ese tipo? –dice en tono de regaño Cristy.

-El Rey Enrique no va a apoyar a Suecia. Intenté contactar algunos aliados de Suecia pero ninguno está dispuesto a ayudar, temen que dentro de poco ellos estarán pasando por lo mismo y necesitan tener lo necesario para abastecer a su propia gente.

-No puede ser posible... Rusia es nuestra alianza más fuerte. Estás comprometida con el Príncipe Fernando. –dice Isabel molesta.

-Christopher me ha pedido matrimonio. –digo sin saber cómo explicarlo- Holanda es una de la naciones más fuertes en el momento y está dispuesto a ayudar a Suecia.

-No puedes hacer eso. –dice Leonor.

-¿Qué pasaría con la alianza con Rusia? –pregunta Cristy ansiosa.

-Seguiríamos con la alianza pero estaría comprometida con Christopher. Fernando tendría que buscar otra nación.

-¿En verdad lo estás considerando?

-No veo otra salida.

Leonor sale furiosa de la habitación mientras que mis amigas me miran preocupadas.

-Vayan con Leonor. Asegúrense que este bien.

-Solo no soporta la idea de no volver a ver a Carlos.

-Lo sé. Pero siendo la Reina de Sucia no me puedo dar el lujo de pensar con el corazón en vez de con el cerebro.

Mis amigas salen de la alcoba dejándome sola conmis pensamientos.

La Próxima ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora