No Tengas Miedo De Caer - Christopher Vélez

«veintiocho: juntos una vez más»

Christopher siente que el corazón se le va a salir del pecho y no es porque el avión está a punto de aterrizar en el aeropuerto internacional de New Jersey. Sabe que se tiene que acostumbrar y superar ese miedito que le da subirse a aviones ya que desde ahora todo será así. Yenny pone su mano sobre la de él, tratando de darle apoyo en silencio. Christopher lo vuelve a ver dándole una sonrisa cálida.

—La veremos pronto. —ella susurra, sabiendo que es por eso que él está nervioso.

—Lo sé mami y estoy muy emocionado por eso. —se muerde el labio inferior. —me muero de ganas por verla. —

—Se te nota. —se burla de él. —pero ya te dije ... no quiero nietos... —

—¡Mamá! —él exclama tan fuerte que las personas a su alrededor los vuelven a ver. —ni siquiera se te ocurra decir eso enfrente de JJ que me deja sin nada de nada por dios sabe cuantos días. —

La señora Yenny se pone roja de la vergüenza, pero no le dice nada. Sabe que Christopher ya es un adulto, es responsable y quiere creer que lo crio bien.

—Estás hecha toda un tomatito. —Christopher envuelve sus brazos alrededor de ella. —ya veo de donde lo herede. —

—Compórtate Christopher. —le da una mirada asesina.

Al bajar del avión caminan hasta el lugar en dónde recogerán el equipaje. No traen tanto, pero tampoco pueden dejar las maletas tiradas, no importa cuanta sean las ganas que Christopher tiene de ver a JJ. Toman un taxi que lo lleva hasta el apartamento de Christopher. Durante todo el camino él le muestra lugares en dónde él y JJ fueron o hicieron o cosas así. Cuando el taxi pasa por el skate park los ojitos de Christopher se cristalizan.

—Y allí es donde la conocí. —señala el skate park.

La señora Yenny vuelve a ver al parque sonriendo, nunca le ha gustado que Christopher haga eso, pero ahora le da gracias al cielo porque por eso fue que conoció a la chica que él llama el amor de su vida.

—Ya me imagino cuantas veces te caíste. —agrega en tono burlón.

—No es gracioso ma. —le pone los ojos en blanco. —pero si, me caí muchas veces. —

En menos de 5 minutos llegan al complex de apartamentos, Christopher paga el taxi y camina con su mamá. Nomás entran al pasillo mira a la señora Potts sentada enfrente de su apartamento. Christopher corre hacia ella, dándole un gran abrazo.

—¿Christopher? —ella pregunta dudosa, acomodándose sus lentes.

—Si señora Potts, ya regresé. —él le da una amplia sonrisa.

—Qué bueno verte muchacho. —le acaricia la mejilla. —la chica siempre viene por estos lados y entra a tu apartamento, aunque yo le digo que llamaré a la policía. —

La señora Yenny y Christopher se ríen por eso y es allí cuando la señora Potts nota su presencia.

—¿Quién es ella? —pregunta curiosa.

—Ella... —toma a su mamá de la cintura para acercarla más a él. —es la mujer de mi vida... —

—Pensé que JJ era la mujer de tu vida. —la señora Potts lo mira con los ojos entrecerrados, sorprendiéndolos ya que es raro que ella se acuerde de JJ.

—Ella es mi mamá. —Christopher la presenta. —mami ella es la señora Potts, mi encantadora vecina. —

La señora Potts se sonroja, poniendo una carita de niña emocionada al escuchar las palabras de Christopher.

—Ella me ha ayudado mucho durante mi tiempo aquí. —

—Mucho gusto señora Potts. —Yenny la abraza. —muchas gracias por cuidar de él. —