Abrí los ojos, no sentía dolor, no sentía nada solo había una segante luz y voces por doquier.
-Donde estoy?-Dije.
Entre la vida y la muerte.-Dijo una chica, esa voz, esa dulce voz.
-Abby?-Pregunté.
-Soy yo brujo, tranquilo.-Respondió ella.
-Últimamente hablamos seguido.-Bromeé.-Ahora que sucede?
-Ilai, Ilai, ni muriendo dejas las bromas.-Dijo ella con una sonrisa.-Dime algo, si tuvieras la oportunidad de vivir una vida más. Donde sería esa vida?
-De qué hablas?-Dije confundido.
-Menos preguntas y más respuestas Ilai.-Dijo ella.-Cómo sería esa vida? Con quienes vivirías? Si pudieras elegir otra vida, no la del brujo Ilai, no la de un Safith.
-Sin dudas quisiera ver a mi madre de nuevo en esa vida, me la arrebataron, al igual que te arrancaron de mi vida.-Dije.
-Has vivido muchas vidas Ilai, muchos cuerpos, muchas épocas.
Comencé a recordar en cada salto desde mi niñez, cada lugar a donde mi madre me había llevado, cada persona en el camino a quien había conocido, pero me detuve en algunos en particular, Narciso mi querido amigo, mi hermano, mi tía Eco, mi madre Lauren.
-Una vez le prometí a Eco que al terminar con esto volvería con ella y tendríamos un lugar para vivir juntos y recuperar el tiempo perdido.-Dije.-Ella sin dudas estaría ahí en esa vida nueva.
-Y los sagrados que harías con ellos? Rafael, Jack, Amiel, Dyna, Lucien y Zamaliel los dejarías.
-Abby como dejarlos.-Dije.-Sin ellos no habría nada. Ni tu escaparías de mi nueva vida dije sonriendo.
-Ah no?-Dijo Abby.-Cuéntame esa historia de vida ideal.
-Maik.-Dije.
-Qué?-Preguntó ella.
-Mi vida ideal, sería Maik, mi yo humano, simple, sencillo, viviendo con mi madre Lauren, mi tía Eco y mi hermano Narciso. Tendría a mis mejores amigos, Jack Rafael, Dyna, Lucien, Amiel y Zamaliel.-Respondí.
-Y yo?-Preguntó Abby.-Dijiste que no escaparía de tu vida ideal.
-Tu? Tu serías mi mundo Abby, mi acostar y mi despertar....Dije entre risas. Risas que se hicieron ecos en aire y se tornaron silencio.
Silencio que fue roto por.....un maldito despertador??-Qué suce....-No termine de hablar cuando entendí.
-Hijo! Despierta!-Gritó mamá.
-Ya voy! grité.
Comencé a reír a carcajadas no podía parar. Mundo ideal, que jugada de los ancestros.
Bajé a desayunar y allí estaban, mamá, la tía y mi hermano. Los miré con una sonrisa enorme.
Ellos me miraron sin entender nada, no sabían, no recordaban pero yo, yo lo sabía todo.
-Les dije que está quedando loco.-Dijo mi hermano mientras se peinaba frente a un espejo.
-LLamó Abigail, ella y los chicos te esperan para irse juntos a la universidad.-Dijo mi tía.-No los retrases más.-Dijo con esa sonrisa tan Eco.
-Hasta luego. Los amo no lo olviden.-Dije mientras abrazaba a cada uno aún riendo.
-Se los dije.-Habló mi hermano.-Esta loco.
-Adiós narcisista.-Dije.Loco, si tan solo recordaran. Y así me fui a ver a mis amigos y mi chica, así esa historia de vida ideal que contaba entre la vida y la muerte se hizo real. En un joven simple y sencillo con una vida normal pero consiente de todo.
