Decisiones, tatuajes y más viajes.

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Luego de las despedidas Dyna entró en la choza en busca de su bolso con algunas cosas como pociones y cosas de oráculos, al levantar su brazo para colgarse dicho bolso no pude evitar ver el tatuaje que llevaba en su muñeca derecha.
- Y ese tatuaje?-Pregunté- Qué significa?
- Es la marca de los oráculos de mi tribu.-Respondió Dyna. - Nuestra tribu usaba los colibríes como medio de comunicación, como aves mensajeras, éste en particular es un colibrí dorado, perteneció a mi padre y me lo entregó antes de morir.
- Espera, a qué te refieres con que te lo entregó tu padre?-Preguntó Jack.
- Puedo invocarlo para llevar un mensaje o defenderme, el colibrí dorado se enciende en llamas y aumenta su tamaño cuando está en peligro. - Contestó la chica.
- Es un fénix camuflado.- Dijo Lucien.
- Es tu animal protector, por eso el guía hacia ti fue Fiaratel.
- Demasiada información. - Dijo Dyna.
- Lucien, está anocheciendo y aún no decidimos hacia dónde vamos. - Dijo Rafael. - No sería prudente descansar?
- Si descansemos ahora, en la mañana
Partiremos al palacio de Vladir en la ciudad perdida bajo el mar de Azur.
- Dyna abre el loto sagrado y crea una barrera para protegernos en la noche.
- Ok. Lottus Apertum Domo.
Dicho esto un domo que al principio se formó color rosa desapareció y nos ocultó en el bosque.
Sin más que hablar todos fuimos a descansar. Una noche de paz no nos venía mal.
Al amanecer la luz del sol me despertó y decidí buscar algún río cerca para acearme caminé hacia el domo pero cuando fui a atravesarlo, Rafael tomó mi hombro.
- No deberías salir solo príncipe.
- Necesito acearme y beber agua.
- En ese caso iré contigo, así no estás solo, no o olvides que el bosque está lleno de peligros.
- Está bien.
Unos metros delante del campamento encontramos una cascada y un río cristalino, me deshice de mi ropa y me tiré al agua, seguido por el vampiro.
- Rafael, crees que lo logré, venceré a mi tío?
-Ilai no temas no estás solo además hemos conseguido varios objetos, de seguro lo lograremos.
De pronto algo sonó como cayendo en el agua y nm provocó que ambos volteáramos a ver que era, para ver a un perro enorme entrando al agua.
- Jack, deberías bañarte como humano tu pelaje no deja que el agua te limpie además olerás a perro mojado. - Dije
En un segundo el lobo era un hombre nuevamente, dentro del agua.
- Un poco de pudor chicos. - Dijo Jack riendo. - Los demás vienen hacia acá y no creo quieran mostrar sus virtudes al hada y la niña así que apresuremos el baño jaja.
- Buena idea lobo. - Dijo Rafael al tiempo que salía del agua para vestirse.
Yo decidí hacer lo mismo justo a tiempo, no había colocado mi camisa queda habían llegado a nosotros.
Me sonroje un poco al ver que Dyna me miraba y apresure a colocar mi camisa.
- Se que soy guapo pero eres una niña pequeña.- Dije bromeando.
- Dyna enrojeció por completo y en un instante me arrojó una piedra que atrape con mi diestra.
Todos reímos y continuamos camino río abajo.
- Este es el río Guix y desemboca en el mar de Azor mejor sigamos cuesta abajo y veremos cómo entrar al palacio al llegar.- Dijo Amiel. Y así lo hicimos.
Después de un largo recorrido llegamos a la desembocadura del Guix en el mar de Azor, donde se suponía que estaba el palacio de Vladir escondido en el fondo, la cuestión era como encontrarlo y cómo llegar a él.
- Lucien, como encontraremos un palacio bajo el mar si no entramos al agua?- Preguntó Rafael.
- Esperaba encontrar alguna hada del mar, pero no sé si están por aquí cerca.- Contestó el mago.
- Vladir es el rey por herencia del reino de Azor las hadas marinas, sirenas, tendrían que cuidar la entrada.- Dijo Amiel.- Si las encontramos, llegaremos la entrada y para nuestra suerte Néprix, un hada marina amiga mía, me dio una forma de contactarle, necesito una alviona flotante.
- Qué es eso?- Preguntó Zamaliel.
- Es una flor que flota sobre aguas saladas, es de color blanco y hojas moradas, si hayamos una podré hablarle a Néprix y ella nos ayudará.
- Que esperamos entonces, entremos al agua y busquemos esa flor.- Dije
- No es tan simple, príncipe.- Dijo Amiel. - La alviona solo abre en la hora donde el sol se encuentra más alto y resplandeciente, pero hoy es un día nublado por lo que será difícil encontrar una.
- No del todo si entro en el agua y creo un resplandor de estrellas podría engañar a la flor y ésta se haría notar.
- A veces me sorprendes brujo.- Dijo el lobo.
- No sé si fue insulto o halago pero prefiero pensar que fue ésto lo último. - Dije entre risas.
- No se hable más. Amiel ayúdame a intensificar la luz.- Dije.
- Bien hagámoslo.- Contestó
- Soletto Istaris Latto .- Dije.
- Reflejos del sooool.- Gritó el hada apuntando con sus manos a la estrella que se había formado entre mis manos alzadas.
El brillo comenzó a esparcirse sobre las aguas y a continuación en las zonas saladas pequeñas flores comenzaron a abrirse.
- Dyna toma una pronto. Gritó Amiel.
- Las alvionas no dejan que un hombre las toque.
- Pero, pero...- Dijo Dyna.
- Pero qué?!- Gritó Rafael
- Nunca nadé en la mares profundos.
- No será problema.- Dijo el ángel, y tomando a la chica por la espalda voló apresurado para que ella tomara una flor.
- La tengo.- Gritó Dyna y Zamaliel la regresó a tierra firme.
Amiel y yo dejamos de usar la luz y nos juntamos al grupo.
- Eso fue intenso. Dijo Dyna con una mano en su pecho y la otra sosteniendo la flor.
De pronto una ronca voz nos alarmó a todos.

CON LOS  OJOS ABIERTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora