Un par de niños pelinegros se encontraban en un aula tratando de poner atención a lo que su maestra de matemáticas les decía.
¡Que aburrido¡ ojala y pronto termine este martirio ya quiero estar en el aula de artes marciales, decía en voz baja un quejumbroso niño de cabello alborotado.
Si yo también, lo bueno es que ya falta poco para que este martirio termine, decía sonriendo una niña pelinegra mientras el niño de cabello alborotado asentía.
A los pocos minutos el timbre anunciado que la clase había culminado sonó.
Bueno chicos, eso es todo para la próxima semana tienen que traer la practica resuelta de su libro, la página de esta práctica es la 114, decía la profesora mientras los niños guardaban sus cuadernos y bolígrafos para salir del aula.
¡Vámonos Milk¡ dijo el niño de cabello alborotado poniéndose de pie en cuanto acabo de recoger sus cosas.
Si, vamos, dijo Milk sonriendo.
El par de niños salieron a la velocidad de un rayo del aula mientras la maestra que estaba en el aula los miro y sonrió.
Minutos después:
Gokú y Milk ingresaron al aula de artes marciales, al ver a su maestro ambos se inclinaron ante el para saludarlo y luego fueron a tomar sus ubicaciones junto a los demás niños que se encontraban en semicírculo en la parte media del aula.
Que bueno que ya llegaron, pensábamos que hoy no vendrían, dijo un niño cabello de flama mientras otros niños asentían.
Y perdernos el entrenamiento de hoy, nunca, dijeron de manera simultanea el par de niños pelinegros haciendo reír a sus demás compañeros.
A los pocos minutos el maestro de los niños dio inicio a la práctica del día.
Milk y Gokú hicieron equipo como siempre mientras los demás niños murmuraban entre ellos.
Ambos son muy buenos para este deporte, decía un pequeño calvo mientras veía pelear a los niños.
Si y los dos conocen a la perfección cada ataque que el otro le lanzara, decía un niño de cicatriz.
Es que practican este deporte juntos desde que iban en el kinder, además ambos descienden de familias de luchadores de artes marciales, decía un niño de pañoleta blanca.
Si es cierto, llevan en la sangre su amor por las artes marciales, decía un niño de tres ojos mientras veía combatir a los dos niños.
Chicos a entrenar, dijo su maestro.
Si maestro, dijeron los niños tomando sus ubicaciones para empezar el entrenamiento.
Horas después:
El par de niños pelinegros cayeron al piso rendidos del cansancio mientras trataban de regular sus respiraciones.
Fue una gran batalla, decía Milk sonriendo.
Si, fue muy buena, decía Gokú sonriendo.
¿Gokú me acompañas a casa?, papá hoy no vendrá por mí y ya sabes que no me gusta volver a casa sola, dijo la niña pelinegra con una dulce sonrisa.
Está bien Milk, dijo Gokú.
¡Gracias¡ dijo Milk.
No agradezcas para eso estamos los amigos, para apoyarnos cuando el otro lo requiera, dijo Gokú sonriendo.
Si es cierto y tú yo somos los mejores amigos, dijo Milk feliz.
Los mejores, dijo Gokú con una amplia sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
"Sorpresas de la vida"
FanficCuando se es joven se comete muchas equivocaciones llevados por la adrenalina de vivir la vida y pues con el tiempo la vida puede darte algunas sorpresas. Gokú y Milk tuvieron un romance de adolescentes producto de ello ambos llegan a tener un hijo...