Amrâlimê

¿Un mal sueño o realidad?

Como prometí, tengo listo el capítulo para los primeros días de marzo. ¡Espero que lo disfruten mellons!

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- ¡AAHHH!

- Perdón...

- No te preocupes Näfis, es solo que... están frescas.

Era aún temprano, pero muchos enanos se encontraban en un profundo sueño luego de la gran celebración por el regreso de su rey y príncipes. El lugar era todo un desastre, habían platos tirados en la mesa y el piso, jarras en las manos de algunos enanos con un poco de contenido, algunas sillas fuera de lugar y ni describir el estado de los enanos, era deplorable.

- Necesito más agua para limpiar los rasguños, no te muevas. También traeré unas vendas.

Dicho esto la enana se paró y dejó la habitación.

- Si que soy torpe...

Kili observaba la cicatriz de su torso después de la gran guerra, la herida logró curarse y casi no habían rastros de esa horrible batalla. Pero tenía que ser torpe y resbalarse, para golpearse contra uno de los espejos del salón. Aún habían rastros de vidrio en su cuerpo; si no fuera por Näfis fácilmente las pequeñas heridas se habrían infectado, pues el lugar no estaba para nada limpio y algunas eran ligeramente profundas.

Ahora se encontraba en su habitación esperando a la enana. Después de la celebración recordaba haber bailado con ella, tenía que admitir que se divirtió bastante, después de todo no era tan mala persona, claro que si lo dejara de perseguir todo sería mejor. Hablaron bastante sobre la familia de la enana y lo difícil que fue para ella y su hermana poder mantener a su abuelo, pues sus padres murieron debido a una enfermedad muy grave durante el camino para salvarse de Smaug.

Se escucharon pasos apresurados por el pasillo y luego entró la enana con un pequeño balde con agua, varias vendas y un pequeño frasco.

- ¿Qué hay en ese frasco?

- Es un ungüento a base de hierbas, ayudarán a que cicatricen más rápido las heridas.

Luego de eso, se instaló un largo silencio mientras la enana terminaba de retirar los pedacitos de vidrio con gran concentración y detalle, para luego remojar varias veces el trapo cerciorándose de que las pequeñas heridas estén libres de cualquier materia contaminante. Cuando terminó, sacó un poco del ungüento y ahí fue cuando comenzó el martirio.

Kili's POV

Ví como sacaba el ungüento y se disponía a colocarlo en mis heridas. A penas puso un poco de esa mezcla pegajosa sobre uno de los raspones más grandes, no pude evitar cerrar mis ojos y dar un respingo. Esa cosa ardía demasiado.

Al instante abrí los ojos y me topé con un par de ojos marrones llenos de culpa.

- Lo siento, si no te hubiera molestado... esto no habría sucedido...