Sentimientos Encontrados

274 20 7
                                    

♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠♠

Era una mañana bellísima, el sol iluminaba a la Montaña Solitaria y los habitantes del reino iban y venían con mucha alegría, pues la fiesta que tendría lugar en la noche era esperada con ansias y sin duda todos la pasarían de maravilla. Ya estaba casi todo listo, era temprano y Thorin estaba de buen humor, pues casi todos sus invitados estaban en su reino. Sólo faltaba un par de ellos, pero había recibido la confirmación de su asistencia hacia días, así que llegarían tarde o temprano; después de todo, todos los que le brindaron ayuda, serían bienvenidos en su hogar.

Mientras algunos continuaban durmiendo, otros despertaron con los primeros rayos del sol, y este era el caso de los elfos del bosque. Tauriel quería disfrutar de su estadía en Érebor y después de darle vueltas al asunto, decidió hablar con Kili, no sólo porque era lo que quería hacer, sino porque le parecía justo. Decidió utilizar uno de sus uniformes porque luego de desayunar quería recorrer la Montaña junto con su hermano, como hoy sería la fiesta, sabía que no tendría nada qué hacer hasta el día siguiente. Se arregló el cabello, se colocó el broche de su familia y decidió ir a la habitación de su hermano.

Al salir de su habitación se encontró con un enano, no esperaba que hubiese alguien ahí tan temprano. Estaba sentado al costado de su puerta y tenía los ojos cerrados, parecía que estaba dormido. Tauriel le dio un par de toques en el hombro y eso fue suficiente para que despertara. El enano se sobresaltó y se puso de pie inmediatamente.

- Señorita, buenos días.- dijo con una gran sonrisa nerviosa.

- Hola.- Tauriel le brindó una amplia sonrisa- ¿Cómo te llamas?

- Soy Farin, todos están ocupados, así que me enviaron por ustedes, ¡ya soy lo suficientemente grande como para guiar invitados importantes! 

- Oh, ¿cuántos años tienes?

- Tengo doce.

A Tauriel la causó gracia el entusiasmo con el que el pequeño le hablaba, era la primera vez que veía a un niño de la raza de los enanos, y le encantaba la energía que irradiaba. Su padre y su hermano podían esperar, quería disfrutar de la compañía de su nuevo conocido, por lo que se sentó en el suelo para estar más cómoda.

- Veo que estás muy entusiasmado.

- Pues si, es la primera vez que veo elfos y usted es aún más bonita de lo que dicen.

- Muchas gracias Farin.

- ¿Y quién es tu nuevo amigo?

Tauriel miró hacia atrás y vió a su hermano, quien también vestía su uniforme, sin duda se le había ocurrido la misma idea, seguido de su padre.

- Él es Farin.

- ...Usted es enorme señor rey elfo.

Legolas y Tauriel no pudieron contenerse y comenzaron a reír. La inocencia de aquel niño y el asombro en sus ojos al ver a su padre hacían que se viera aún más tierno. No era sorpresa que se haya impresionado al ver a su padre, el Rey del Bosque Verde era sin duda de los elfos más altos de la Tierra Media y de por sí desprendía un aura de superioridad y grandeza. Thranduil lo miró por unos segundos y le brindo una pequeña sonrisa, después de todo era tan sólo un niño. 

Amrâlimê Donde viven las historias. Descúbrelo ahora