Here I am ~ #FanFic

Capitulo 10: Entrometida.

Mandy Williams.-

Me sentía tan estúpida, cobarde y lo menos mujer en lo que llevo de vida. Si tan solo tuviera las agallas para dejarlo todo e irme con él a América, porque es eso lo que quería, no me importaba dejar el trabajo, no me importaría dejar a mis tíos y bueno, el resto de las personas que tenía aquí, aquellos que quería, eran parte de aquella banda que en pocas horas dejaría Europa.

El aire rozaba mis ya coloradas mejillas, era una mañana fría, un lunes tan helado que tuve que salir del departamento mas abrigada que nunca. Un gorro color crema aplastaba mis esponjado cabello, lo dejé natural por primera vez, sin cremas, ni aceites, bueno solo por el hecho que me costó salir de la cama y eso me retrasó bastante. Mis manos estaban cubiertas por unos guantes marrones, que mantenían el calor que desprendía el vaso térmico que tenía entre las manos. Salía vapor de mi boca cada vez que sorbía de mi bebida caliente, caminando apresurada por la última calle antes de llegar a las oficinas, mirando a ambos lados antes de poner un pie en la calle recordando el accidente que tuve el año pasado y cayendo en la cuenca de eso, que ya ha pasado un año y un poco mas de aquel día donde mis sentidos me jugaron en contra, caminé cerrando los ojos y un auto me embistió. Como si hubiese vuelto a pasar un dolor recorrió mi pierna y las voces en mi mente volvían. Me detuve un momento para seguir respirando.

-¡Buen día! –Dijo tocando mi hombro, haciendo que diera un pequeño salto del susto, llevé una mano a mi corazón- Lo siento.

-Madison, casi me matas… -mantuve los ojos cerrados luego de ver quien osó asustarme- no vuelvas a hacerlo… un momento ¿Qué haces acá? –interrogué a los que nos poníamos en marcha para entrar a la recepción de la editorial.

-Tuve que atrasar el vuelo un par de días por un tema… -movió las manos e hizo una mueca dando a entender que no era nada grave.

-Pero ¿todo bien? –Asintió- ¿trabajarás hoy?

-Sí y… -miró la hora en su celular- estamos bastante atrasadas, tu tía nos sancionará.

Saludamos a Rafael en la entrada y a Margaret, la recepcionista, quien ordenada una pila enorme de papeles en el mesón de bienvenida. Caminamos por el pasillo de la derecha pasando por Imagen & Diseño y justo antes de llegar a la oficina de Sofía, doblando a la izquierda, que es el lugar donde Madison y yo trabajábamos en equipo, su inconfundible voz nos tomó por sorpresa.

-¡qué sorpresa! –Dijo sarcásticamente- ¿saben qué hora es, verdad? –Ambas asentimos- perfecto.

-No volverá a pasar Sra. Sofía –Madison no la miraba a la cara sino a sus manos blancas como el papel.

-Claro, si te vas de vacaciones –comenté riendo.

-Silencio –la cara se me ruborizó, mi jefa acababa de regañarme- a trabajar.

Entramos a nuestro espacio cerrando la puerta tras nosotras y dejando escapar el aire que conteníamos en nuestros apretados pulmones solo por el alivio que sentimos al no ser regañadas de la manera en que esperábamos. Me quité el abrigo y lo colgué en el gancho tras la puerta, caminé hasta mi puesto enganchando mi bolso en el respaldo de la silla, y mi café ya tibio sobre el escritorio. Me senté prendiendo el ordenador para revisar los avances de la edición de mañana, esta era la portada que George me había dicho, la de los chicos y su entrevista.

Hice doble clic sobre el archivo y la portada multicolor apareció en la pantalla. Una foto de la banda de los cinco chicos, su nombre en la parte baja y una bajada de titulo que les nombraba como “los nuevos rompecorazones” y en títulos más pequeños, en la columna izquierda había una entrevista a Cher Lloyd y otra a Justin Bieber, por sobre estos salía en nombre de la revista en un rojo casi luminoso. En la parte superior derecha anunciaba que traía un póster doble del estadounidense Joe Jonas y por el reverso uno de su ex, Demi Lovato. Cómo me encantaba cuando eran pareja esos dos, siempre pensé que eran el uno para el otro, Joe, tan guapo como sus hermanos, todo un galán y ella, Demi simplemente es perfecta, es el tipo de chica normal, con un cuerpo de alguien real, no flacucha como solían ser todas, y con una fuerza admirable.