Espirales

- Capítulo 5 -

No me di cuenta de en que momento pude terminar sola media botella de vino blanco hablando con ese chico, en realidad era bastante divertido para ser arquitecto, eso me había dicho que era a lo que se dedica. A mitad de botella me contó sobre su recién separación y como esperaba poder quedarse con su perro, parecía que le interesaba más eso que lo que en sí pasaba en su ruptura. Yo ya le había contado con lujo de detalle cada aspecto de mi también recién fallo de relación a lo que el dijo algo como "auch... Debió dolerte más la humillación de ser sacada de casa que lo que en realidad fue", ese era un buen punto que me sorprendía que nadie más me hubiera dicho antes. 

Para cuando terminamos la botella ya estábamos bailando y según me enteré mucho tiempo después eramos los más animados en la fiesta. Rarísimo considerando que yo jamás hacía ese tipo de cosas en público ni le daba toda mi confianza a un hombre tan rápido. Recuerdo como de vez en vez mientras bailabamos animados esas canciones clásicas podía sentir como pasaba su mano detrás de mi espalda descubierta, probablemente no lo hacía de forma perturbadora como muchos seguido querían hacerlo. También recuerdo que bastó que me dijera que me vería mejor con el cabello suelto para que soltara un poco mi peinado.

Yo quería gustarle, pero no sabía que ya tenía su atención desde que me miró sentada junto a él.

Una noche divertida hasta ese punto en el que decidimos que sería buena idea continuar atacando la barra pidiendo más vino, sé que fue divertido embriagarme con eso, lo que ya no me pareció tan divertido fue lo que pasó al despertar. 

Usualmente no duermo boca abajo pero esa mañana así lo hice, me dolía la cabeza y sentía el sol entrar por la ventana. Todo bien hasta que me percaté de la rara forma en la que estaba durmiendo, que no llevaba nada puesto y que aquella ventana grande de frente a la cama no era de mi habitación. 

Mantuve la calma un par de minutos, me sentía rara y nerviosa; recordaba exactamente todo lo que había pasado en la noche más no de como había sido que estaba en esta situación. Mi ropa estaba bien acomodada en un pequeño sofá a un costado al igual que mis zapatos altos, eso me dio la pista de que lo que fuera hubiese pasado yo había sido consiente y lo había aprobado. Sin embargo, estaba sola. 

Me senté en silencio y me cubrí más con las cobijas. Estaba aturdida cuando Hiccup  vestido con sus pijamas entro desde otra parte de su habitación y me miró igual de nervioso que yo mientras me daba una taza de café.

-Anoche... ¿Tú y yo...?- intenté preguntar señalando la cama nerviosa.

-¡No! Quisimos pero al parecer estabas demasiado cansada... Te quedaste dormida y yo fui a dormir al sofá de la ante sala- me explicó con prisa sentándose junto a mi con su taza en las manos.

-Lo siento... Sé que de verdad queríamos pero es la primera vez después de mi ex que intento esto y es difícil- expliqué con vergüenza.

-Tranquila, entiendo... Para mi es igual- contestó el castaño evadiendo el tema y bebiendo más de su taza.

Ambos permanecimos en silencio unos cuantos segundos mirando por la ventana, yo meditaba y me acoplaba a mi cuerpo que definitivamente decía lo contrario mientras que él solo sostenía la taza mientras apretaba los labios sin dejar de ver al frente.

-Si lo hicimos ¿Cierto?- dije nuevamente sin mirarlo.

-Sip- respondió de la misma forma que yo. 

Salí de su habitación sin decir una sola palabra, y me di prisa en alistarme para no perder mi vuelo. Eso había sido lo más extraño que me había pasado en toda mi vida ¿Cómo es que podía recordar con lujo de detalle la fiesta pero no la parte importante de ésta? Estaba segura de que a Rapunzel le gustaría saber lo que acababa de pasar. Era tan perfecto para ser un arquitecto solamente, parecía tener más cosas en su mente, cosas divertidas. Supongo que por eso él era un invitado importante en ese tipo de eventos.

En el aeropuerto mi rostro gritaba que necesitaba alguna pastilla para superar la resaca y la vergüenza ¿Qué tal si no le había gustado tanto en la práctica y por eso estaba tan serio en la mañana? Tal vez también pensaba que era una rarita si  es que recordaba los detalles sobre mi acoso a Hans en la cafetería. No dejaba de sentir pena por mi, lo había arruinado en una sola noche y por la mañana nuevamente me interesaba salir corriendo de ahí para volver a casa y cubrir mi fracaso con trabajo. Con un poco de suerte no volvería a ver a Hiccup.

Ya estaba en mi asiento desesperada por llegar a casa cuando una de las aeromusas me pidió moverme de la ventana ya que mi asiento era el otro y ya se iba a ocupar. Asentí sin problema pero cuando me puse pie para cambiarme lo vi. En cuanto nos topamos cara a cara el me sonrió de una forma tan natural y sofisticada como cuando pidió "Akavit" en la fiesta. Me desarmó.

"Descuida, puedes quedarte ahí" me dijo indicándome que volviera a sentarme mientras que ponía sus cosas en la gaveta de arriba. El cielo me estaba dando otra oportunidad para disculparme y dejar mi conciencia tranquila con aquel chico. No estaba lista para tener un embrollo romántico - sexual con nadie, no aún. Ni siquiera con alguien como Hiccup.