Espirales

- Capítulo 21 -

"¿Crees que se haya dado cuenta?" pregunté casi susurrando evitando que Hiccup durmiera. Me gustaba la sensación que tenía estando así abrazada y muy cerca de él, me gustaba el sonido de su voz ronca por el sueño y para mantener el ambiente de secretismo. Me gustaba él así como lo veía en ese momento. 

-Lo sabremos en la mañana- sonrió de lado sin abrir los ojos. Definitivamente se estaba quedando dormido mientras hablaba. 

-¿Qué pasará mañana?- volví a preguntar tras unos segundos. 

-¡Por Dios!- suspiró Hiccup y giró con habilidad para quedar encima de mi teniendo cuidado de no aplastarme -¿No piensas dormir?- rió 

-Solo responde y te prometo que dormiré...

-Bueno- sonrió besando mi frente -Supongo que desayunaremos con mi madre, iremos a darle un paseo a chimuelo, compraremos todo para hacer nuestra comida pendiente y  no saldremos de aquí. Tampoco hay forma en la que puedas decir "no", es Domingo-

-¿Siempre planeas todo?- sonreí jugueteando con los cabellos que colgaban de su rostro.

-Casi todo.

-Y aún así debo decir que no- sonreí por su gesto de confusión y mirada inconforme -Es la comida familiar con mi madre-

-Bueno, en ese caso desayunaremos con mi madre, pasearemos a Chimuelo, compraremos algo de vino e iremos a comer con tu madre- corrigió con tranquilidad.

-No sé... ¿Estarás bien? No irás en calidad de "amigo" como la vez anterior

-Por lo menos no estaré tan desprevenido como tu ¿Cierto?- sonrió antes de besarme y hacer que me diera la vuelta para abrazarme.

-De acuerdo...- reí resignada a que eso era un "buenas noches" definitivo.

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Por la mañana nada había cambiado y a la vez si, jamás hubiera imaginado que nuestra vida cotidiana era parte de nuestra relación, aún antes de que fuera algo real o formal. Me sentí algo avergonzada cuando al despertar escuché a Hiccup y a su madre reír en la planta baja, realmente me preguntaba si había escuchado algo por la noche... Esperaba que no. 

-Hola- saludé un poco temerosa sentándome en la barra del desayunador. 

-Lo siento, ¿Te despertamos?- sonrió Valka frente a mi. 

-No, esta bien...- sonreí por el tacto de un beso en mi cabeza. 

-¿Café?- me preguntó Hiccup ofreciéndome una taza.

Pasamos un par de hora hablando más tranquilamente que la noche anterior, me tranquilizaba ver que habíamos pasado por desapercibidos. Valka se marchó y seguimos el plan de Hiccup al pie de la letra, a excepción de un par de horas que perdimos antes de salir de casa.

El clima era perfecto para no salir, parecía que ese fin de semana había sido hecho para estar solos. Deseaba poder permanecer en esa habitación el resto del Domingo, y el Lunes y el resto de la semana y meses, pero odiaba tanto la realidad que nos obligaba a salir y afrontar las cosas que aún teníamos que resolver. Personas a quienes ver, con quien hablar y puertas que cerrar. 

No solo estaba nerviosa, estaba aterrada ¿A caso todo era demasiado pronto o rápido? 

Al llegar con mi madre la primera en vernos juntos fue Mavis y por su mirada deduje que estábamos siendo bastante obvios en que algo había cambiado desde la última visita de Hiccup. Intentamos hacer menos obvio lo evidente durante la comida, charlas y juegos. Anna fue la segunda en darse cuenta; había entrado a la cocina por una de las botellas de vino que habíamos llevado cuando nos sorprendió sonriéndonos demasiado cerca el uno del otro. Solamente faltaba mi madre y Hiccup parecía estar nervioso a medida de que la tarde seguía y no le mencionaba nada.

El final de la comida llegó con truenos que amenazaban con otra lluvia más fuerte y larga que las de la mañana, excusa que encontramos perfecta para volver a casa. Justo antes de marcharnos, mientras Hiccup se despedía de mis hermanas y encendía su auto, mi madre me detuvo de golpe y me miró con las cejas arqueadas. 

-Si que es lindo ¿No?- me preguntó mirando al castaño.

-¿Te agrada?- la miré nerviosa.

-Es buen chico- sonrió tranquila. 

-Bien, me alegra porque resulta que si te preocupaba que viviera con un amigo, ahora puedes estar tranquila porque ya no es mi amigo- hablé tan rápido que casi me ahogo con mis palabras.

Mi madre estuvo a punto de replicar pero el sonido de otro trueno la interrumpió y lo tomé como excusa para adelantarme y despedirme mientras subía al auto. Sabía que después me esperaba una llamada telefónica para hablar de eso con ella, pero era mejor que hacerlo en persona.

-Piensa que eres lindo- sonreí después de cerrar la puerta del auto.

Llegamos al ascensor entre juegos, besos y abrazos. Justo antes de entrar al departamento nos detuvimos un par de segundos sin decir nada, solo nuestras sonrisas de complicidad mientras me volvía a besar con más intensidad que antes y tuve que recargarme en la puerta sin ser capaz de separarme de él, Hiccup intentaba abrir la cerradura sin dejar de besarme y de pronto la puerta se abrió de golpe haciéndome caer con él encima de mi.

-Oh... ¡Ahí estaban!- exclamó Patán con una sonrisa pícara. 

De inmediato miré a Hiccup un poco molesta presionando mis labios y frunciendo el ceño. 

-Creí que ya no tenían llave...- gruñí.

*Mil disculpas por la tardanza!!! He tenido unos días de locos! Espero que les haya gustado <3 mil gracias por todo su apoyo y así. Hasta la próxima!*