Aquella comida con Dagur no salió como esperaba. Era un chico agradable, pero bastante ruidoso y loco para mi gusto, pero eso no evito que me hiciera reír un par de veces y sonrojar unas cuantas más. Tal vez funcionaría si yo ponía más de mi parte. Debía alejar cada pensamiento meloso sobre Hiccup, nada de eso podría acabar bien.
Volví a casa convencida de que me esperaba una larga noche sentada frente a mi computadora enviando las cosas que había dejado pendientes para poder salir un rato. Era difícil pero un gran paso para poder ser solo una chica normal que no ocultaba sus sentimientos entre tanto trabajo que hacer a diario, sin espacio en la mente para algo más que eso.
Al entrar al departamento me topé con Hiccup totalmente tumbado y casi dormido en el sofá; no se veía bien, y por la poca energía que tenía Chimuelo que en efecto algo no andaba del todo bien.
-Volviste temprano- hablé dejando mis cosas en el desayunador mientras buscaba algo de beber.
-¿Hicc?- miré confundida cuando no obtuve respuesta.
Caminé hasta el sofá y entonces me di cuenta, estaba dormido, pero sudaba bastante. Toqué ligeramente su frente y parecía que pronto ardería en llamas.
Lo siguiente fue que mis horas planeadas para trabajar se convirtieron en prácticas de enfermería; pasé unos minutos poniendo y quitando compresas de agua fría de su frente hasta que por fin la fiebre comenzó a cesar y Hiccup pudo recuperar la conciencia lo suficiente para poder hilar unas cuantas palabras.
-Saliste...- gruñó mientras se revolvía en el sofá.
-Te divertirá saber los detalles- sonreí colocando otra compresa -Estaba con Dagur- lo miré esperando una respuesta burlona de su parte.
-¿Porqué habría de divertirme?- se quejó con un tono más frío.
-Si te sentías mal por la mañana, debiste permanecer en casa- suspiré mientras me ponía de pie para buscar algo de agua en la cocina.
-Fue demasiado repentino, no me grites, estás siendo una roomie molesta- gruñó nuevamente mientras se ponía de pie y caminaba tras de mi.
-Debes permanecer acostado, tu eres molesto- lo miré con el ceño fruncido mientras me rodeaba y miraba de arriba a abajo -¿Se te perdió algo?- me crucé de brazos.
-Solo la pista de en que momento fue que pasó- se detuvo y me miró rebuscando en mi rostro.
-¿Pasó qué?
-Que decidiste salir con Dagur- sus ojos verdes en los míos me pusieron un poco nerviosa que ni siquiera supe distinguir el tono de su voz.
-¡Tú lo sugeriste!- exclamé reteniendo una sonrisa.
-¡No creí que fuera de tu gusto!- ¿Acaso estaba celoso? No, no podía ser. Pero su voz y su semblante a través del mal estar solo parecían eso.
-¿A caso estas celoso?- me atreví a preguntar fingiendo que se trataba de una broma.
-Iré a recostarme...- negó revolviendo su cabello mientras caminaba hacia las escaleras.
Lo odiaba.
Al día siguiente me levanté como de costumbre y mientras me miraba en el espejo del baño dediqué un par de minutos más observando con más meditación que de costumbre mi rostro y mi cuerpo con la pijama puesta antes de meterme a bañar. Me parecía que en realidad era bonita, no había razón para dudar que aunque fuera físico, Hiccup gustaba de mi.
Sonreí mientras suspiraba y estaba a punto de quitarme la ropa cuando la puerta se abrió de golpe y Hiccup entró de prisa.
-¡Regla no. 3,! ¡Tocar antes de entrar!- exclamé molesta pero para cuando me di la vuelta solo pude ver como hundía su rostro en el retrete. Lo siguiente sobra decir que fue desagradable.
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Espirales
FanfictionElsa es una exitosa diseñadora, bonita, trabajadora... Tal vez demasiado trabajadora. Su vida perfecta y llena de éxito cambia al recibir una noticia totalmente inesperada que rompe su corazón y la coloca rápidamente un espiral de emociones y sentim...