Espirales

- Capitulo 7 -

Hiccup llegó al lugar antes que yo. Supuse en ese momento que hubiera sido mejor si hubiese conducido hasta el lugar, pero la simple idea de hacerlo bajo aquella lluvia por la ciudad me había dado un poco de pereza. Después de todo, no estaba tan lejos.

Me sonrió desde una mesa y espero paciente a que me sentara frente a él. Parecía tranquilo mientras terminaba una llamada telefónica sin dejar esa sonrisa falsa que hacía para la persona detrás de la línea. Me causó un poco de gracia y no pude ocultar mi sonrisa mientras me quitaba mi abrigo y lo colocaba en el respaldo de mi silla.

-Lo lamento, clientes necios- se disculpó al terminar la llamada.

-Créeme, los conozco- sonreí esperando a que entendiera que me refería a él.

Rió un poco mientras bebía un poco de un vaso de agua frente a él y aproveché el momento para entregarle el diseño. Está vez parecíamos estar más relajados con nuestra respectiva compañía, incluso era una sensación cálida el estar frente a él. No estaba segura si el pensaba de esa misa forma.

-Justo lo que necesitaba, gracias, Elsa- sonrió con satisfacción guardando los papeles y el disco en su portafolio.

Amaba ver las sonrisas de satisfacción de mis clientes, más si eran como él. Ahí estaba otra vez pensando como una chica de la edad de Mavis "Madura, Elsa ¿Que no recuerdas lo que te trajo ser una soñadora?" Pensé para cambiar un poco mi actitud, y él lo notó. Lo supe por su mirada; me analizó rápidamente frunciendo la ceja un poco.

-¿Puedo invitarte a almorzar?- preguntó mientras hacía un gesto para llamar a una de las jóvenes meseras.

-No, te lo agradezco, pero almorcé en la oficina- mentía, mentía, le estaba mintiendo. Deseaba conocer más a ese joven extranjero pero me sentía avergonzada. Lo había tratado mal de cierta forma en el pasado y el seguía siendo amable conmigo.

A decir verdad, siempre había sido amable, incluso cuando mintió sobre habernos acostado para que yo me sintiera más tranquila. Él era un chico diferente, otro en ese momento hubiese actuado como un patan, él en cambio incluso había pasado la noche en un sofá después de todo lo que había tenido que pasar. Era lindo ¿Cómo pudo su novia dejarlo?

-Algo me dice que no debo creerte- sonrió de forma insistente y no pude resistirlo más.

Aunque eso no quería decir que no bajaría mi guardia. Aún era muy pronto para ese tipo de aventuras en mi vida, tal vez sería un buen amigo y ya. No quería comenzar a hacer otro lío en mi vida que terminara de arrastrarme.

La plática fue bastante fácil de seguir, ya no era solo hablar como nos habían botado, habían anécdotas familiares, graciosas y un poco de lo que deseábamos hacer en el futuro. Hiccup hablaba con mucha elocuencia, eso me hizo darme cuenta de que yo realmente no sabía en que punto de mi vida estaba.

Realmente estaba "sola" por gusto, ni siquiera me permitía a mi misma acercarme a lo que era mi esencia. No me reconocía del todo ¿En qué momento había olvidado lo que antes quería? ¿porqué hablar con Hiccup me hacía revisar aquellos sueños olvidados? Escucharlo era de cierta forma inspirador para cuidar más de mi para poder hablar de esa misma forma que él lo hacía.

Diablos, era toda una joya. Seguramente esa era su arma para seducir chicas.

Estábamos terminando de pagar cuando mi teléfono sonó insistente, sonreía sobre un comentario que había hecho Hiccup sobre la comida mientras sacaba mi celular de mi bolso. En ese momento mi sonrisa se deshizo.

La llamada era de Hans, si. Pero esa no había sido la razón de mi pesadez y urgencia por marcharme; su madre estaba grave en el hospital y necesitaba un donador de sangre para su cirugía.
Podría odiar a ese bastardo, pero no a su familia, no después de todo lo que habían hecho por mi y lo mucho que se habían disculpado conmigo totalmente avergonzados por la decisión de Hans. Su madre siempre había sido una buena consejera para mi, de verdad la apreciaba y me preocupaba su salud. Esto ya era independiente a su pobre e impotente emocional hijo.