- Capitulo 18 -

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Antes de llegar a casa aprovechamos que aún era temprano para buscar todas las cosas necesarias para la dieta específica que habían mandado a Hiccup para su recuperación. Era muy notoria su mejoría, no había dejado de hablar sobre lo mucho que odiaba el hospital y estar recostado todo el tiempo, parecía que quería volver ahí cada vez que veía con deseo todo lo que tenía prohibido comer y beber hasta su siguiente revisión.

Al llegar a casa decidimos no hacer nada mas que descansar de esos tres días de locos en ese lugar, todo era perfecto; el día era lluvioso, ninguno de los chicos estaba ahí y teníamos lo que necesitábamos. 

-Bien, una jarra de agua natural para ti con carne y vegetales al vapor- dije mientras dejaba en la mesita de centro su plato y vaso -Y pasta con salsa de tomate y una copa de vino para la mejor enfermera- sonreí llevando mi plato junto al suyo.

-No lo estás siendo ahora- me miró con decepción comparando ambos platos.

-¡Lo merezco!- reí presumiendo mi copa.

-¿Qué veremos hoy?- desvió el tema comenzando a cambiar de canal al televisor.

-Lo que sea esta bien.

No recuerdo con exactitud que película estábamos viendo mientras comíamos, pero si sé que después de terminar el sueño nos venció por completo a ambos. Era de esos sueños que te relajan por completo y de los cuales te es difícil despertar; Hiccup me había dejado recostar mi cabeza en sus piernas mientras el se reclinaba un poco. Pareciera algo incómodo para ambos pero en realidad estábamos más que cómodos. 

Sentía que era otra forma de hacer el amor.

Los días siguieron pasando y ambos pudimos volver a nuestras rutinas, aunque él claro debía ser más cuidadoso con lo que comía. Nuevamente comenzaba a retrasarse para llegar a casa e incluso había faltado en un par de ocasiones a la noche de bobos, a nadie parecía importarle pero a mi se me venían mil y un de ideas sobre su ausencia o retrasos. Tal vez realmente salía con alguien o comenzaría a hacerlo pronto.

Aquella idea me rondaba por la cabeza cuando Rapunzel aplaudió frente a mi algo molesta.

-¿Escuchaste lo que dije?- gruñó.

-Lo siento, estoy algo distraída- me disculpé algo avergonzada.

-Me doy cuenta, por fin haces espacio para verme en tu agenda y no me pones atención. Era algo importante.

-¿Qué ocurre?

-Te quería pedir perdón por invitarte aquel día con Hans, no he dejado de pensar en eso...

-Descuida, lo importante es que no me quedé lo suficiente- sonreí bebiendo de mi taza de café.

-Lo superaste ya ¿Cierto?- me sonrió cruzándose de brazos frente a mi.

-Claro, no es normal que alguien esté obsesionada con su ex por tanto tiempo- ¿Porqué me ponía nerviosa? No estaba mal, al contrario, estaba mucho mejor que aquel entonces.

-En realidad no ha pasado tanto tiempo, no vayas a cometer ninguna locura- bromeó mi amiga pero me llenaba de curiosidad.

-¿A qué te refieres?

-Bueno, no quisiera que confundieras tu linda amistad con ese chico sólo porque alguna parte de ti sigue despechada. Solo acabaría mal para ti- explicó mientras revisaba un mensaje en su teléfono.

-Oh, no... Es solo un amigo, lo quiero pero no es gran cosa- contesté algo triste. 

Ella tenía razón. Estos días había dejado divagar mucho mis ideas en él, no hacía más de siete meses que Hans me había votado por lo que se podría decir que realmente no estaba recuperada al cien por ciento y cuando la bomba explotara... Bueno, nuevamente sería lastimada y humillada. No quería más nada de eso. Solo quería ser libre.

Pero es que con Hiccup me sentía de esa forma, pero existía la posibilidad de que lo viera de esa manera porque no eramos más que dos amigos que compartían departamento. No, era suficiente.

Pondría fin a ese romance fugaz y secreto en cuanto antes. Si había algo peor que perder a un novio, era perder a un buen amigo por querer verlo como novio. Raro, pero nada me pudo haber advertido sobre el peor error que cometería dos días después.

Astrid nos había invitado a un sitio nocturno por su cumpleaños, no era exactamente mi tipo de lugar favorito pero Dagur lo había convertido en nuestra quinta cita. Lo cual quería decir que no sería como los otros días en los que salíamos a comer, cenar o el cine.

Hiccup había decidido ir de forma repentina, literal; estaba terminando de arreglarme cuando volvió del trabajo y dijo "¿Sabes? Creo que estoy listo para ver a mi ex novia bailar con alguien más". Lo siguiente fue que ambos estábamos en el auto con Dagur.Todo era normal, estaban todos ahí y aunque yo iba como pareja de Dagur no podía evitar estar cerca de Hiccup y creo que ni él de mi. Incluso bailamos un par de veces, si es que se le puede decir de esa manera al juego de cosquillas que teníamos en la pista. 

Hubo un momento en la mesa mientras Hiccup estaba en el baño en que Astrid se me acerco y dijo "De verdad le gustas, no lo arruinen". La miré extrañada, creía que nadie se daba cuenta de todo o de nada, pero me creía tan poco suertuda como para que hablara de Hiccup que de inmediato relacioné sus palabras con Dagur. Asentí con desánimo y acepté bailar con él.

Lo siguiente fue... Demasiado rápido.

Bailábamos pero él no dejaba de hablar, parecía nervioso. Dios, era obvio lo que estaba preparando para decir, tal vez Astrid lo había ayudado anticipándome los hechos. No lo podía arruinar, no podía. 

-¿Sabes? He pensado mucho estos días, la verdad es que estoy confundido...- me decía cada vez más vacilante de lo normal. 

-¿Confundido?- fingí una sonrisa. No, no quería que pasara. En realidad quería correr y decirle a Hicc que me sentía mal o algo parecido para volver a casa con él, nuestra casa.

Lo siguiente que supe fue que los labios de Dagur ya estaban tocando los míos "no lo arruinen" las palabras de Astrid resonaron en mi cabeza y con un falso deleite devolví ese brusco y voraz beso. Nos separamos y creo que su semblante fue como el de alguien que descubre algo pero no le presté atención, mi mirada se desvió de inmediato a la mesa donde Hiccup ya se marchaba algo de prisa y abriéndose paso entre todos con un poco de rudeza. 

-Dagur, hablamos luego- me disculpé corriendo hacia la mesa para tomar mis cosas. 

No me despedí de nadie, no tuve la oportunidad, solo quería seguir a Hiccup. Me sentía incómoda. 

Antes de salir me crucé con Astrid y esa mirada suya, era como de enojo o decepción, algo parecido, pero no podía ser ¿O si? Cuando dijo que realmente le gustaba hablaba de Hiccup y no de Dagur... 

Corrí de prisa tras Hiccup y pude alcanzar a verlo subir a su auto. Yo no llevaba el mío así que me di prisa en tomar un taxi que lo siguiera hasta nuestro departamento.

Llegué unos minutos después que él, lo que vino después fue un error convertido en un acierto encerrado en ese departamento. 


EspiralesWhere stories live. Discover now