DADDY [Dean Winchester]

01. Madison

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Narra Madison...

Luego de un largo y tedioso viaje de casi dos horas desde el campus de mi universidad hasta mi pueblo natal, bajo del autobus en la parada más cercana a mi calle y cuando al fin llego a casa, suelto mis bolsos en la entrada y me apoyo dramáticamente en el marco de la puerta.

-Mamá... ¡Estoy en casa! -grito animada y no pasan ni unos segundos hasta que veo aparecer a mi loca e infantil madre chillando y corriendo hacia mi con la cara llena de un polvo blanco que parece ser harina y un delantal viejo que al parecer ahora ocupa para cocinar.

-¡Cariño! -chilla alegre y por poco me asfixia en un muy apretado abrazo. -Ay Madi, te extrañé taaanto...

-Ma... mamá -me quejo apenas pudiendo hablar. -Me estás... a-ahogando, solo un poco.

-Ay -me suelta de inmediato y luego me mira preocupada pero risueña aún. -Lo siento, lo siento... ¿Estás bien? -sonríe acariciando mi cara tal como si tuviera 10 años otra vez y no me hubiera visto en siglos.

Asiento divertida mirando sus ojos celestes idénticos a los míos y hablo antes que de verdad me empiece a emocionar por estar en casa de nuevo.

-Al menos ahora puedo respirar -bromeo y ella sonríe de oreja a oreja para luego volver a abrazarme fuerte entre sus brazos.

-Mi pequeña Maddi... te extrañé tanto -finge llorar mientras acaricia mi cabello y de seguro me llena de harina la cara y mi oreja.

-Mamá, nos vimos ayer -digo con mi voz apenas saliendo de mi pecho. -Me ayudaste a empacar mis cosas en el campus y coqueteaste con mi profesor de Fotografía.

-Lo sé, -me ignora y sigue acariciando mi cabello. -Pero ha pasado tanto desde entonces -lloriquea y ahora soy yo quien ríe fuerte.

-¿Te han dicho lo loca que estás? -pregunto tratando de zafarme de su abrazo y al fin me libera.

-Muy seguido -sonríe y quita los enmarañados mechones de su cabello rubio de su rostro.

Ambas nos miramos divertidas y una vez más agradezco al mundo por haberme dado una mamá tan única y especial como lo es Melanie Jones. ¿Ya mencioné que solo tenemos 15 años de diferencia?

Sí, mamá me tuvo a sus 15 años, y luchó contra viento y marea, contra todo el mundo y todos los prejuicios del embarazo juvenil solo por protegerme y seguir adelante.

Es por eso que nuestra relación es tan única. Hoy tengo 21 y ella 36, Más que mamá e hija, somos mejores amigas. Compañeras de vida.

-¿Qué es todo esto? -apunto su cara volviendo al escenario frente a mi. -En serio espero que la respuesta no sea cocaína -alzo mis cejas y ella frunce el ceño ofendida.

-Maaadi -chilla y yo río mientras esquivo su falso manotazo hacia mi persona. -Estaba preparando algo... amm... la cena, o un intento de ella -sonríe como niña pequeña.

Ok ya. Algo está pasándole a tu madre.

-¿De cuándo sabes prender la estufa? -digo curiosa y ella me da un pequeño golpecito en mi hombro mientras hace puchero.

-Eres cruel... -finge un puchero. -Pero bueno, eso lo sacaste de mí -sonríe orgullosa.

Cierro la puerta al mismo tiempo que muevo mis bolsos con mis pies y me volteo para ver a mi mamá de nuevo. Ella está mordiendo su labio y me mira nerviosa, como si tuviera algo realmente importante que decirme.

-Ya suéltalo, que hiciste ahora -me cruzo de brazos jugando a intercambiar roles, y como es de esperarse, ella esconde su rostro detrás de sus manos. Tal como una niña pequeña otra vez.

-No puedo -se ríe nerviosa y la curiosidad me empieza a ganar.

-Maaa -me quejo riendo y le quito sus manos del rostro. -¿Qué es todo esto? ¿Por qué tan nerviosa, y cocinando? No creo que sea porque tu hija salió de vacaciones y estará junto a ti todo el verano -bromeo y ella niega con la cabeza.

-Es eso, y algo más -vuelve a reír cómplice de sus propios pensamientos y da saltitos en su lugar.

-¿Qué rayos estás ocultando? En serio me asustas -río contagiándome con su nerviosismo.

Mi mamá no dice nada más y sale disparada corriendo hacia la cocina, dejándome con una expresión confusa en el rostro y mil preguntas atoradas en mi garganta.

¿Qué coños está pasando?

La sigo corriendo tal como lo hizo ella, pero al cruzar el arco de la puerta de la cocina, freno de golpe cuando veo que, sentado en el mesón junto al lavaplatos, hay un tipo rubio comiendo una rebanada de pie de manzana y mi mamá está de pie a su lado mirándome divertida.

¿What the hell?

Él tipo que está igual de perplejo que yo, me queda mirando en silencio con unos hipnotizantes ojos verdes asustados y se mantiene inmóvil como si eso le ayudara a pasar desapercibido ante mí. La cuchara está metida en su boca y me mira super quieto en su lugar. Expectante a mis reacciones.

-Madison... él es Dean Winchester -dice mi mamá tomando el muslo del tipo. -Mi novio.

OH POR...

¿Novio?

¿Qué?

¡¿Qué?!

-Dean, ella es mi hija Madison... -le dice al tipo. -Sé que no les dije a ninguno de los dos, pero... ¡Sorpresa! Al fin se conocen -sonríe nerviosa y yo debo tener la mejor cara de póker de toda mi jodida existencia porqué "Dean" aún no se mueve ni dice nada.

Mi mamá se volvió loca. Definitivamente esta vez perdió la cordura.

Y claro, yo he perdido la mía, porque lo único que reacciono a hacer es a quedarme callada como si de la nada me comieran la lengua los ratones y luego, me giro para salir corriendo disparada a mi habitación como si mi vida dependiera de eso.

He hecho el ridículo, fin del comunicado.

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Hola gente, hace poco pregunté en mi tablero si querían que subiera este fic, y la mayoría dijo que sí (a pesar de que les advertí que solo tengo 6 capítulos y que no habrán actualizaciones rápidas, solo serán una a la semana, los días Viernes)

Pero esta historia solo ha estado acumulando polvo en mis borradores y ya necesitaba compartirla con ustedes para saber sus opiniones. Así que espero me tengan paciencia (sí, ya sé que la tienen <3 jaja) y que disfruten esta loca idea que empecé a escribir hace un buen tiempo ya.

Espero que me dejen sus comentarios sobre que les pareció este primer capítulo o que esperan de los siguientes c: (ojalá sean más que un "síguela" jaja)

Nos leemos el próximo Viernes <3