DADDY [Dean Winchester]

18. * Dolor del deseo *

Luego de un largo, largo rato esperando a que Dean vuelva de revisar a baby, lo escucho golpear la puerta y corro ansiosa a abrir.

Sin exagerar han pasado casi cuarenta minutos desde que él fue, y ahora está parado frente a mí, con las manos manchadas con grasa y su camiseta llena de tierra y otras manchas.

-¿¡Qué...

-El auto no funciona -me interrumpe y me mira cabreado. -Creo que falló el motor de arranque, aunque es estúpido porque siempre le hago mantención... -bufa. -¿Puedo usar la ducha? -me mira cansado y luego se ve a si mismo.

-Claro -titubeo y me hago a un lado dejándolo pasar. -Entonces... ¿Qué haremos? -pregunto tratando de pensar en un buen plan para salir de este problema. 

-Llamé a un amigo pero no puede venir hasta mañana para llevarse a baby al taller con la grúa. Hay que ponerle un jodido repuesto, y lo siento, pero no confío en otros mecánicos -niega con la cabeza y se sienta en el mismo sofá que estábamos antes.

-Amm... ¿Nos quedaremos aquí entonces? -pregunto internamente fascinada por la idea.

-Es una opción -Dean levanta los hombros. -Pero si quieres irte puedo darte algo de dinero para que vuelvas en autobús a Newark y yo me quedo para...

-No -lo interrumpo. -Si tu te quedas, yo me quedo. No podemos abandonar a baby -sonrío de lado y Dean me devuelve una muy agradecida sonrisa.

Ay Dios, ¿Dónde quedó lo de comportarme?

-Ok. Le avisaré a Melanie entonces.

-No te preocupes, yo lo hago -le muestro mi celular y él asiente con la cabeza.

-Bien, -se levanta del sofá de nuevo con cuidado de no tocar nada para no ensuciar. -Ahora iré a bañarme porque tengo grasa del motor hasta en la nariz -arruga su cara y le muestro donde está el baño.

Ambos entramos, él primero que yo.

-Ahí quedan algunas toallas limpias que siempre dejamos en casos de urgencia como estos -río mostrándole a Dean las gavetas con ropa limpia. -También hay shampoo y jabón allí -apunto hacia la ducha y Dean asiente. -El agua siempre sale caliente así que no creo tengas problemas con regularla.

-Gracias Mad -se voltea y me observa con otra cálida sonrisa.

-De nada -sonrío, salgo del baño y me dirijo rápido a mi dormitorio para llamar a mamá y contarle sobre nuestros nuevos e inesperados planes.

***

Luego de hablar con mamá por teléfono e ir a avisarle al Henry que Dean y yo pasaremos la noche en el campus, vuelvo al departamento un poco más tranquila que antes.

-¿Dean? -pregunto suave viendo que todo está oscuro. 

Al no obtener respuesta, entro en la cocina pensando en que lo encontraré sentado a la mesa con una taza de café o algo que haya encontrado en la alacena, pero curiosamente, la cocina también está vacía.

¿Aún se baña ese hombre? Han pasado al menos unos quince minutos.

Salgo de la cocina para dirigirme a la sala y luego al pasillo que lleva al baño. Antes de acercarme mucho más, confirmo mi pensamiento al escuchar el agua correr de la ducha.

Y ahí es cuando mi lado poco cuerdo quiere salir otra vez.

Aunque no quiera admitirlo y trate de engañarme a mi misma, la idea de imaginar a Dean en la ducha es más estimulante de lo que debería ser considerando que el tipo es el mismísimo novio de mi mamá y que yo prometí comportarme.