DADDY [Dean Winchester]

22. Momentos de sinceridad

23:15

-¿Hey?

Los golpes en mi puerta abierta me hacen despegar la vista de mi celular y mirar al frente; desde allá, Dean me mira con una tímida sonrisa en el rostro.

-La cena está lista. ¿Quieres que te traiga...

-No, no te preocupes -digo bloqueando mi celular. -Voy para allá -me siento en la cama con un poco de pereza. 

Ya me estaba quedando dormida mientras hablaba con Anna.

-Oh, esta bien kiddo. Serviré tu plato mientras despiertas un poco -bromea intentando parecer natural, pero es tan evidente el quiebre en nuestra relación, que se nota lo incómodo que él sigue después de mi casi confesión.

Y ahora ya no soy Mad... soy "kiddo". 

Claro, para dejar claro la diferencia de edad entre nosotros y marcar su posición como mi nuevo padrastro.

Veo a Dean irse otra vez y me tomo unos segundos para mentalizarme a mí misma. Para centrar mis emociones que últimamente casi no controlo. Respiro lento y trato de pensar en cosas lindas.

Como el hecho de que Dean jamás volverá a tratarme igual porque ya abrí la bocota.

Demonios, esto duele como el infierno, pero ya me he humillado bastante por hoy. No más llanto a escondidas, y no más indirectas.

Volvemos al plan inicial, comportarme y mantener mis sentimientos encerrados bajo siete llaves. 

Salgo de la habitación mientras formo un moño alto en mi cabeza y veo como Dean ya ha preparado la mesa del comedor para nosotros dos... lo gracioso es que nos ha puesto a cada uno a un extremo de la mesa. 

Joder. 

Él me indica donde sentarme y lo hago en silencio con una sonrisa forzada. Él sirve una apetitosa hamburguesa en mi plato y también pone un pequeño montón de papas fritas a un lado. 

-Gracias -digo levantando mi mirada hacia él y él sonríe en respuesta, esta vez es un poco más sincero que antes.

Luego lo veo caminar hasta nuestro refrigerador y sacar un par de botellas de cerveza de adentro. 

-Olvidé comprar bebidas sin alcohol para ti -me ofrece una.

-¿Seguro? -digo irónica mirando la botella. -Es un delito ofrecerle alcohol a un menor de edad Dean.

Él rueda los ojos y ríe.

-Vamos, prometo no decirle nada a tu mamá -bromea conmigo y me vuelve a ofrecer la cerveza.

-Oh, gracias por eso, mamá no me deja beber y me aterra que lo sepa -digo aún siendo irónica y tomo la bendita botella.

Dean se sienta en su puesto y ambos al fin empezamos a comer en silencio. Uno incómodo otra vez.

-Mmm... -digo al probar el primer mordisco. -Vaya. Estas no se parecen a las de la otra vez -digo recordando las que mamá y él cocinaron en casa cuando conocí a Sam.

-Esas las cocinó Mel -dice Dean con una sonrisa culpable en el rostro.

-Aaah, por eso -digo riendo. -Bueno, estas están asombrosas, 10 de 10 -lo felicito porque en serio el sabor es genial.

-Gracias -dice orgulloso y le da otra mordida a su pan.

***

01:24

Dean y yo lloramos de la risa sentados en el sofá de la sala mientras vemos unos videos graciosos de gente cayéndose de las maneras más estúpidas y dolorosas posibles en mi celular.