DADDY [Dean Winchester]

43. Lazos rotos

Un largo silencio invade la sala luego de que al fin le confesara todo a mamá.

Las lágrimas caen por igual en nuestras mejillas, no hay un llanto desesperado de por medio, pero si rostros inexpresivos y dolor en cada respiración que doy.

Ella no ha dicho nada, ni siquiera se ha movido de mi lado, pero su mano que hace segundos estaba dándome calor y confianza en mi mejilla, ha vuelto a su regazo para tomar distancia de mí.

Melanie luce rota, completamente rota, y me carcome el alma saber que yo soy la principal causante de todo esto. 

-Quiero explicártelo -susurro limpiando mis mejillas y armándome de valor una vez más.

-¿Hay algo que explicar si quiera? -me mira furiosa. -Yo... ni siquiera sé si quiero seguir escuchando esto Madison -se levanta del sofá y yo la imito de un respingo.

-Por favor... déjame... -me acerco pero ella me mira aún más molesta que antes.

-¿Sabes cuántas noches estuve dando vueltas y vueltas en mi habitación, tratando de descifrar el por qué de las nuevas actitudes de Dean? -frunce el ceño y nuevas lágrimas caen de sus ojos. -Preguntándome si era yo la del problema, si era yo quien lo estaba alejando de mi lado... y eras ni más ni menos que tú... -niega con la cabeza. -¿Cómo pudiste Mad? -solloza.

-¡Yo nunca quise enamorarme de él! -chillo ahora si rompiendo en llanto descontrolado. -Yo nunca quise meterme en medio. No sabes lo horrible que fue para mí empezar a sentir cosas por él.

-¿¡Y por qué nunca me dijiste nada al respecto!? ¡Te lo dije! ¡Yo jamás pondría mi felicidad ante la tuya! Te dije que si lo mío con Dean no te gustaba... que me lo dijeras... -llora y se aleja otra vez de mí.

-¡Amaba verte feliz! -digo cayendo otra vez en el sofá. Mis piernas y todo mi cuerpo no se siente en condiciones de mantenerse en pie. -Amaba saber que él te hacía feliz... pero él también empezó a llamar mi atención. Y no lo culpo, por que sé que Dean tampoco quería dañarte. Él también te amaba...

-Claro, mucho -ríe irónica. -Me amaba tanto que se metió con mi hija de veintiún años -niega con la cabeza y camina dando vueltas.

Siento que me he vuelto a ahogar en la angustia. Ni siquiera sé que más decir para tratar de arreglar esta situación.

-Mamá... yo intenté alejarme. Intenté callar mi corazón -sollozo otra vez mientras levanto mi vista hacia ella. -Yo quise hasta irme de aquí y volver al campus... pero fui egoísta. Y cuándo Dean y yo viajamos a la universidad y el impala se echó a perder, comenzamos a hablar, a beber mientras comíamos la cena y más tarde... abrimos nuestros corazones.

-¿Y tus piernas también? -escupe molesta y siento como mi corazón se termina de romper.

Ella jamás me había tratado así. Pero creo que me lo merezco.

Mel cambia de inmediato su rostro dándose cuenta de la fuerte acusación que me acaba de decir, pero no es capaz de pedir disculpas ni nada. Solo limpia su rostro con rabia y evita mirarme.

-No -respondo tratando de ser firme. -Solo nos besamos, un par de segundos y luego me encerré en mi habitación llorando como lo hago ahora, porque me di cuenta tarde de lo que acaba de hacer, porque me sentí la peor hija del jodido mundo por dejarme llevar y traicionarte sin poder luchar más contra lo que sentía en mi cabeza y en mi corazón -hago una pausa para tratar de respirar sin ahogarme en mis propias lágrimas. -Dean quiso fingir como si nada pasó porque la culpa también lo estaba matando, hasta incluso me hizo creer que lo que me había dicho más temprano era falso, y que lo había dicho debido al alcohol.

-No sabes las ganas que tengo de golpear a Dean justo ahora... ni siquiera puedo pensar en que jugó con las dos al mismo tiempo.

-Él no jugó con ninguna de las dos -digo segura. -Él nos amó a las dos, y su cabeza mezcló todo tal como lo hizo la mía.

-¿En serio vas a defenderlo? -me mira cabreada.

-No, no voy a defenderlo -niego con la cabeza. -Sé que él debió decirte lo que sentía. Sé que él debió alejarse tal vez... sé que hizo las cosas mal, pero no por eso dejaré que pienses que él es el malo de la historia. 

-¿Y cuándo decidieron estar juntos a mis espaldas?

Mierda.

-Al otro día de nuestro viaje al campus... volvimos a vernos en la tarde. Luego, ese mismo día tu terminaste con él y esa noche me quedé en su departamento cuidando su borrachera -bajo mi vista hacia mis temblorosas manos. 

Mel niega con la cabeza mientras sonríe amargamente.

-Terminé con Dean con la excusa de que Brian había vuelto y necesitaba tiempo para pensar las cosas. Pero la realidad era que, muchas cosas pasaban por mi mente. 

Una pausa de silencio y ella vuelve a mirarme. 

-Lo noté muy distante de mí varios días antes. Estaba distraído y casi ni nos besábamos. En otras ocaciones, muchas veces lo noté observándote, preguntándome cosas sobre ti, y aunque no quise escuchar a mis pensamientos paranoicos, anoche pude corroborar mis sospechas cuando los vi bailar. Parecían una pareja realmente hermosa -dice irónica.

-Mamá...

-¿Así que él es tu novio ahora?

-No -niego con la cabeza y levanto mi vista hacia ella. -Solo... estamos intentando tener algo.

-A mis espaldas -sonríe dolida aunque las lágrimas se ha detenido. -¿Cuánto tiempo esperabas que resultara esto?

-Al menos una semana más -digo sin querer ocultar nada más. -Me iré al campus otra vez. Dean se quedará aquí. Lo nuestro terminará en unos días.

-¿Y fuiste feliz? -me pregunta seria. -¿Valió la pena engañar, mentir y comportarte como una extraña conmigo? ¿Valió la pena perder mi confianza?

Ahora vuelvo a llorar sin poder aguantar más. 

-No -digo sincera. -A pesar de que estoy completamente enamorada de Dean y él de mi, jamás seré feliz si tú me odias.

-Yo no te odio -responde de inmediato. -Créeme, en estos momentos me importa una mierda Dean o el hecho de que me haya engañado. Él es un hombre más, una relación fallida más en mi lista. Pero tú... -hace una pausa y nuevas lágrimas corren por sus mejillas. -Nunca pensé que tú me harías algo tan cruel como engañar y traicionar mi confianza. Solo me han decepcionado una vez así y fue cuando tu padre me dejó por razones que ahora comprendo... pero de ti, de ti nunca esperé algo así Madison.

La fría mirada que me da antes de levantarse del sofá e irse hacia el baño de invitados, de seguro quedará grabada en mi cabeza por mucho tiempo. 

Hoy he roto ese inigualable lazo de amor que tenía con mi mamá, mi mejor amiga, mi única confidente. He perdido su confianza para siempre, y he perdido más de lo que he ganado.

Pero lo hecho, hecho está. 

Ahora, solo queda terminar todos los asuntos pendientes de la mejor manera posible y anticipar mi vuelta al campus para que todas las heridas causadas este verano cicatricen lo antes posible.