DADDY [Dean Winchester]

39. Enamorado de ti

-Aquí es -dice mamá indicándole a Dean en donde estacionarse.

Dirijo mi vista a través de la ventana del impala, sentada en el asiento de atrás por supuesto, y me maravillo al ver el hermoso ante jardín de este gigante salón de eventos en el que han organizado el baile.

Todo está iluminado por la luna y por las pequeñas luces artificiales que hay en todos lados, el césped se ve bello junto a las plantas y los adornos puestos para la ocasión; hasta incluso se divisa una pileta que tira lindos chorros de agua por el aire. 

Varios autos de último modelo se acomodan en los estacionamientos cercanos al edificio de tres pisos, y las luces de la fiesta y la gente ya se reflejan a través de los espectaculares ventanales del lugar.

Cuando Dean logra estacionar el impala en un buen lugar, los tres bajamos del auto y vuelvo a mirar mi alrededor con la boca semi abierta. Ya no me parece tan mala idea haber venido.

-Bien, es hora del show. Rómpanse una pierna -ríe mamá tratándonos como actores y Dean asiente divertido y preparado mientras me observa de reojo. Le devuelvo una sonrisa calmada para hacerle saber que estoy bien, y estoy lista para fingir como una buena chica. 

Después de todo, no se me hace muy difícil el juego de tratarlo como daddy.

Mamá toma del brazo a Dean y él me ofrece su otro brazo libre. Lo tomo dudosa, debatiéndome en si es correcto o no hacerlo, pero luego me tranquilizo pensando que solo nosotros dos sabemos la verdad de lo nuestro. Para los demás, solo es mi padrastro que me ayuda caballerosamente al andar.

Así, los tres entramos en el hermoso edificio frente a nosotros, y vuelvo a quedar sorprendida cuando la decoración interior nos recibe en el hall. Grandes y majestuosos candelabros cuelgan del techo, iluminando la entrada y todo el lugar. Flores por todas partes, vestidos hechos a medida en todas las invitadas, y elegantes trajes en los hombres.

-Ok, ya empiezo a sentirme fuera de lugar aquí -bromea Dean en voz baja, haciéndome reír a mí y a mamá.

-Solo sonrían natural... ya casi llegamos a la barra -murmura mamá entre dientes mientras avanzamos hacia el salón principal.

-¡Melanie! ¡Dean! -la voz ronca de un hombre nos hace voltear simultáneamente a los tres.

Un señor de unos sesenta años, algo regordete y canoso que creo es uno de los jefes de mamá, se acerca feliz con una gran sonrisa y nos saluda muy amablemente.

-¡Que bueno que hayan venido! Es verte de nuevo muchacho -le dice a Dean mientras palmea su espalda y él sonríe complacido. 

-Gracias por la invitación señor Avitti -responde Dean confirmando que el señor canoso es el jefe de mamá. He escuchado mil veces su nombre pero nunca lo había visto.

-Y Melanie, déjame decirte que te ves espléndida -ahora le sonríe a mamá y ella hace una mini referencia educada con su cabeza mientras sonríe.

-Muchas gracias Steven.

-¿Y esta linda señorita, es tu hermana o tu hija? -bromea el señor y ahora todas las miradas están sobre mí.

Muy bien. Sonríe Madison.

-Ella es mi hija Madison -responde mamá y de nuevo me mira orgullosa, casi como si me estuviera presentando en sociedad. -Madison, él es mi jefe, Steven Avitti.

-Un gusto señor Avitti -respondo cordial y él toma mi mano para darme un no muy agradable beso en ella.

-El gusto es mío bella señorita -dice educado.