DADDY [Dean Winchester]

14. Amor no correspondido

Veo como los minutos pasan lentamente en el reloj digital sobre la televisión de la sala y de fondo escucho las risas de mamá, Dean y Sam que toman sus sextos shots de tequila.

Y sí, estoy tan concentrada en lo que pasa a mi alrededor que ya llevo la cuenta de los tragos que han tomado el trío de treintañeros.

La "mini fiesta" está en su mejor punto, y me sorprende ver la cantidad de alcohol que pueden ingerir los mayorcitos sin perder la cabeza. Yo tomo unos cuantos tragos y ya estoy haciendo berriches en la calle. 

Ok no, eso fue solo una vez.

He tratado de participar en la alegre celebración, Sam ha sido muy amable conmigo y por ratos me hace reír despreocupadamente, pero si soy sincera, no estoy de ánimos para beber y reír por cualquier cosa.

Mi cabeza está hecha un lío y lo único que quiero es ir arriba y refugiarme entre mis sábanas a pesar de que ni siquiera es media noche. 

-Madison, tu turno.

Presto atención a mi alrededor y veo que todos dirigen sus miradas hacia mi. ¿De qué me perdí mientras divagaba entre mis pensamientos?

-Dios, has estado así todo el día? -refunfuña mi madre y me entrega un vasito con un liquido trasparente. -Vamos, hasta el fondo.

¿Cuántas mamás en el mundo alientan a sus hijas a beber? No lo sé, pero si sé que la mía está medio loca y algo ebria en estos momentos.

Recibo el vaso y lo tomo sin muchas ganas. Por supuesto el líquido quema mi garganta a penas pasa, así que recojo una de las mitades de limón que han dejado sobre la mesa de centro y lo succiono tratando de borrar el sabor del tequila.

Ellos celebran como si hubiera hecho algo bien, así que río por lo tonta de la situación. 

Estoy en un mundo paralelo.

-Cariño, ¿Me ayudas a traer las otras hamburguesas? -veo que mamá se tambalea un poco al pararse del sofá pero Dean se levanta también y la sostiene rápidamente, como todo un superhéroe. 

Ellos ríen por la situación, pero yo sin querer ruedo los ojos.

Y Sam lo nota.

Mierda.

Cuando mamá y su novio perfecto que la ama y protege se van a la cocina, Sam y yo quedamos solos por primera vez en la noche.

Él está sentado en el sillón de al lado, y cuando vuelvo a mirarlo lo encuentro algo pensativo mirando hacia donde mi mamá y Dean se fueron riendo y siendo melosos como siempre.

-El amor -dice divertido y negando con la cabeza.

-¿Piensas en algo acerca de ellos? -digo interesada en saber la razón del por qué se quedó mirando así a su hermano y mi mamá. Muy, demasiado pensativo.

-¿Hm? -frunce el ceño. -¿Por qué preguntas? -sonríe y apoya su codo en su pierna y su cara en su mano.

-Por cómo los miraste -río y me encojo de hombros.

-Bueno en realidad sí, -dice enderezándose en el sofá casi como si se estuviera armando de valor para decir algo. -Pienso que en verdad son el uno para el otro, y en lo mucho que me gustaría volver a tener algo así.

Mierda. 

Lo mismo pienso Sam, lo mismo.

-Si -susurro con una leve sonrisa y agacho mi vista hacia mis muslos. -Ellos son... la pareja ideal -digo con un leve tono de resignación y vuelvo a mirar a Sam. Él me frunce el ceño divertido y abre la boca para hablar.