Mi Jefe, Mi Novio

Capitulo 42

Se escuchan pasos provenientes de la escaleras.

—Buenos días chicos...ayer o en la madrugada iba por un litro de helado que había, ustedes lo cogieron— pregunta Annie y observo a Giuliano.

—si...teníamos mucha hambre— dice Giuliano mirándome y sonrío.

—Uy se ve tan bueno esto....— Annie me quita un poco de tocino.

—Annie hay en la cocina...ahí les dejé— digo y corre hacia la cocina.

—así que hoy desfilas...— dice Giuliano y asiento.

—si..primero en bikini, luego formal y el vestido de novia— digo y asienta.

—me van a dar celos...porque todo los hombres van a ver lo que es mío— dice y sonrío.

—ohh que celoso....espero y me tapen los chupetones que tengo por tu culpa— susurro y ríe.

—tú también me dejaste y peor Fiorella... —

—pero tú no vas a modelar...— digo y sonríe.

Terminamos el desayuno mientras que veíamos "The originals".

—Uy esos hombres están sexys...— susurro y siento la mirada seria de Giuliano.

—quienes...—

—Allijah...Klaus— digo mientras me muerdo el labio.

—segura... para mi no— susurra y sonrío.

—obvio que no...yo tengo a mi propio Damon Salvatore enfrente mío— digo mientras me acerco a él.

—enserio...— susurra y en segundos estoy encima de él, el tiene puesta sus dos manos a los costados de mi cintura.

—si... me gusta tanto tu calentador que quiero sacártelo ahora mismo— susurra y le doy un beso.

—me encantaría que lo hicieras...pero voy a acompañar a Annie a comprar unas cosas— digo levantándome, pero el maldigo me jala del brazo y me atrae hacia el.

—no aprendes la lección Fiorella...— susurra y me besa. En segundos estoy debajo de él.

—amor nos pueden ver...— digo entre besos.

—y!...este es mi penthouse— susurra y sonrío.

—lo sé pero...nos van a ver— digo separándome de él.

—ya te vas...— pregunta y asiento.

—pero ya mismo...—

—Fiorella sabes lo que puedo hacer en minutos..verdad— dice y alzo una ceja.

—como...— dice y se va acercándome a mi.

—sabes perfectamente a lo que refiero— susurra y sonrío.

—está bien sé a lo que te refieres pero en este momento no, Giuliano...— me interrumpe besándome. Caminamos aún mientras me besa hacia un pasillo, abre la puerta, entramos, me pega contra la pared mientras que con su mano le pone.

—Amor...donde estamos— digo entre besos.

—en la biblioteca...— susurra entre besos.

—Giuliano... no eres paciente— digo sonriendo mientras que sus besos van bajando hasta mi cuello.

—no... mi debilidad es la paciencia— dice y sonrío.

—estoy de acuerdo contigo..— susurro y me besa. Una de sus manos traspasan mi camisa y manosea mis senos.