Capítulo 1.

2.5K 108 4
                                    




-Jackie, por favor, ¿podrías traerme los informes de la reunión de ayer antes de salir a almorzar?

-Claro señorita Atenea, enseguida se los llevo.

Jackie es mi secretaria, y puede decirse que una de las personas en las que más puedo confiar junto con mi socio y mejor amigo Robert. Jackie lleva con nosotros desde que iniciamos en este proyecto ambos juntos, hace ya casi 4 años.

Me levanto de la silla de mi despacho para caminar hacia el grande ventanal que da hacia la calle mientras aliso la falda de mi vestido azul marino de tubo, mirando a través de este mientras acaricio el anillo posicionado en el dedo anular de mi mano izquierda sonriendo al recordar a mi abuela por ello. Fue su regalo antes de marchar para que me acordara de ella todos los días, lo que ella no sabe es que no hacía falta que me regalase su anillo para que no hubiera día en el que sonriera al pensar en ella.

Miro por la ventana viendo los coches pasar y la gente pasear, aunque a esta altura sea difícil reconocerlos. Nuestra empresa, "Giacometti & Stone asociados" se encuentra en un edificio de 25 plantas, todas nuestras. Es una constructora que en poco tiempo se ha ganado un lugar muy prestigioso en la sociedad siendo catalogada como una de las 30 mejores, un dato muy importante teniendo en cuenta que esto es Nueva York. Me encanta mi trabajo y disfruto de ello, cuando escucho la puerta abrirse me giro hacia ésta esbozando una suave sonrisa al ver entrar a Jackie.

-Muchas gracias Jackie, ¿me puedes decir qué tenemos en la agenda hoy?

Cojo los informes que me tiende. Le señalo la silla que se encuentra frente a mi escritorio para que tome asiento, mientras, yo me encamino a mi silla a la vez que echo un vistazo a los informes. Una vez que me siento dejo los informes encima de la mesa y atiendo a Jackie, revisaré después con más detalle los informes.

-Claro, a ver... -Enciende su tablet, la cual siempre lleva.- A las 10 tiene una reunión con los señores Johnson, hasta las 12, a las 12:15 tiene el almuerzo con el señor Stone, a las 13:00 tiene video conferencia con el gerente de la sucursal de Roma, a las 14:00 tiene su descanso para comer y a las 15:30 viene un nuevo cliente por recomendación.

-Muchas gracias Jackie, eres genial, no sé qué haría sin ti. -Esbozo una suave sonrisa ladeada acordándome después de algo importante.- Por cierto Jackie, si el señor Jackson Parks vuelve a venir, llame directamente a seguridad, no lo quiero de nuevo en este despacho.

-De acuerdo señorita, si eso es todo, con su permiso me retiro.

-Claro Jackie, gracias de nuevo.

El día pasa rápido y cuando salgo de la última cita concretada hoy son ya las cinco de la tarde, por lo que recojo mis cosas y me levanto para ponerme mi abrigo y coger mi bolso, saliendo después de la oficina dirigiéndome hacia el ascensor de corporativo, cuando escucho un silbido a mi espalda que me hace reír, pues conozco muy bien a quien pertenece.

-Robert, ¿no vas a cambiar nunca?

El mencionado ríe hasta colocarse a mi lado sonriendo.

-Ya sabes que no, mi querida Atenea... ¿Te apetece ir a correr ahora después? Tengo algo que comentarte.

-Porque será que cuando me dices eso no me gusta lo que me vas a decir... Está bien, ¿quedamos en media hora?

-Perfecto, te espero en la puerta de tu apartamento.

Apenas me doy cuenta de que estamos ya en el garaje del edificio por lo que me dirijo hacia mi coche, un range rover evoque negro, he decir que estoy en una relación sentimental con él, lo adoro.

Conduzco hasta mi apartamento recorriendo las calles de Nueva York  mientras tarareo las canciones que suenan en mi lista de reproducción. Al llegar no me entretengo mucho, dejo mi chaqueta colgada y me cambio rápidamente poniéndome un top de hacer deporte azul junto con unas mayas negras con dos rayas laterales azules y mis deportivas.

Escucho el telefonillo y es así como sé que Robert está ya aquí, por lo que cogiendo mi brazalete de deporte para meter el teléfono mientras corremos. Dejo mi llave al conserje para recogerla al volver, encontrándome con un sonriente Robert en la puerta del edificio.

-Vamos, pienso ganarte de nuevo.

-Oh vamos, sabes que siempre gano yo, te pesa el culo amigo.

Riendo y entre bromas nos ponemos en marcha en dirección a Central Park, y tras no poder aguantar más la curiosidad miro hacia mi amigo carraspeando con suavidad.

-Robert, ¿qué querías comentarme?

-Eh... Verás, en Roma solicitan nuestra presencia para solucionar unos asuntos que no podemos demorar más y tenemos reuniones en la que alguno de los dos tenemos que estar presentes, sabes que no te lo pediría de no ser necesario, pero Nea, necesito que me acompañes a este viaje, se que no te gusta ir a Roma, de verdad, pero reconócelo, eres quien mejor sabe manejar esto, tanto a los italianos como tu gran poder de convicción.

Sus palabras hacen que frene de golpe mirándole como si tuviera monos bailando sobre su rostro.

-¿¡Qué!? ¡Vamos Rob! No me hagas esto... Sabes que no quiero ir allí.

No se da cuenta de que me había parado hasta que escucha mi voz más lejana por lo que para y retrocede hasta ponerse frente a mi poniendo sus manos en mis hombros.

-Por favor... Nea, sabes que te necesito allí, eres increíble negociando y nos hace falta que los negocios allí funcionen bien, sabes que los primeros meses de una empresa son cruciales... Además, piensa en tu abuela, que feliz va a ser cuando te vea... ¿Cuánto lleváis sin veros, dos meses?

-Ah no no, Robert Stone no utilices a la mia nonna para que ceda, piccolo...

-¿Te he dicho cuanto me pones cuando hablas en italiano? Oh vamos... Por favor... Ya me estoy imaginando la amplia sonrisa de tu abuela cuando t...

-¡Basta! -No le dejo terminar emitiendo un bufido de exasperación cruzando mis brazos bajo mi pecho, hablando entre dientes.- ¿Cuándo demonios hay que viajar?

-Sabía que dirías que si... Mañana por la tarde sale nuestro vuelo, no te preocupes, Jackie ya ha modificado tu agenda.

-¿¡Mañana!? ¿Y no pensabas decírmelo hasta hoy? Maldito bastardo... Un momento, ¿Cómo es que Jackie ya ha modificado mi agenda si hasta hoy no me habías dicho nada?

-Bueno, puede que hablase con ella hace un par de semanas... Y... Oh oh. Conozco esa cara... ¡Será mejor que corra por mi vida!

-¡No corras, vuelve aquí cobarde!

Y sin más remedio... Roma, allá voy de nuevo.





Autora

Bueno, quería dar las gracias a los que esteis leyendo esto, es muy importante para mi, en multimedia os dejo a Atenea, iré poniendo imágenes de los personajes según vaya encontrando los rostros adecuados que los definen.

También deciros que por favor, me digáis vuestras opiniones, siempre vienen bien y si se puede mejorar algo, aún mejor que mejor, ¡dónde va a parar! Y una vez más, gracias a todos.

Lazos de sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora