Sweetheart

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Ya era la cuarta noche después de haber visto llegar en la madrugada a la señora Cabello. No me había permitido ir con ella, y por más extraño que fuera para mí controlar la curiosidad que tenía, así lo hice, me quedé en casa porque no quería un castigo de ella, temía quedarme sin los abrazos y besos de aquella mujer.

Hoy, una vez más, ella estaba cruzando el jardín en dirección al bosque y mientras terminaba de colocarme la ropa oscura, salí de mi habitación.

Justo cuando terminé de bajar las escaleras, escuché que alguien me llamara. Era mi hermana.

-Dua, ¿a dónde vas?-.

Miré hacia arriba, y gracias a la luz en el pasillo vi que Rina estaba en las escaleras con su pijama y somnolienta. No tenía idea de cuál excusa decir, estaba sorprendida.

-Eh...voy a salir a buscar algo que se me cayó por la ventana-.

-¿Sí?-.

-Uhm sí-.

-¿Y todas las noches sucede lo mismo?-.

-¿Qué?-.

-Te he visto Dua, siempre te escapas de casa-.

-No, no...yo no me escapo de la casa...a veces sólo salgo a ver a la Luna-.

-¿No puedes ver a la Luna desde tu habitación?-.

-No de la manera en la que me gustaría-.

-Te escapas con alguien a escondidas de papá y mamá, yo lo sé-desafió.

-¿Y con quién se supone que me voy?-.

-No lo sé, tal vez con ese chico...-respiré tranquila, al parecer no sospechaba de la persona- ¿cómo se llama? ¿Shawn?-.

-No, ya te dije lo que hago-.

-Debes tener cuidado, nuestros papás algún día te pueden descubrir-.

Entrecerré los ojos y ella señaló a sus espaldas, hacia la puerta de la habitación de mis padres.

-Hasta ahora no saben nada, a menos de que alguien se los diga-comenté.

Mi hermana rió bajo.

-No se lo voy a decir...-.

-Bien-intenté mantenerme tranquila hasta que noté su sonrisa, parecía estar pensando en lo que iba a decir.

-Pero voy a pedirte algo a cambio-.

Mal. Debí imaginarlo.

-Sabes que no estoy haciendo nada malo-.

-Realmente no lo sé, pero ya tengo curiosidad, nunca te habías comportado así-.

-¿Cómo?-fruncí las cejas.

-Extraña, como si realmente ocultaras un gran secreto y temieras que lo descubran los demás-.

-No es así-.

-De acuerdo, mejor hablamos mañana, tengo sueño y tú debes escapar...-sin decir nada más, siguió su camino hacia su habitación y cerró la puerta detrás de ella, dejándome en silencio.

Por un momento pensé en subir de nuevo y regresar a mi habitación. Mi hermana ya había notado lo que estaba haciendo.

Caminé lentamente hacia la puerta de la parte posterior de la casa y salí. Miré hacia diferentes direcciones para comprobar que no había nadie más.

Avancé por el jardín con cuidado, y me detuve al llegar al límite del bosque, por donde la señora Cabello se había dirigido. No conozco el lugar.

BABYGIRL » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora