El bosque aún seguía iluminado y yo continuaba buscando a Rosie. Después de haberme visto besando a su madre, ella corrió hacia la parte posterior de la casa para resguardarse entre los árboles.
No quiso escuchar a la señora Cabello. No quiso detenerse.
Ya estaba cansada y sin conocer exactamente el camino de regreso, pero sentía la necesidad de continuar con mis pasos, esperaba encontrarme con ella.
Hasta que la vi cerca del lago.
Se encontraba sentada en un tronco de árbol caído, con las manos cubriendo su rostro. Estaba llorando.
Me siento mal.
-Rosie...-
Ella levantó su mirada para ver en mi dirección. Sus ojos estaban cubiertos por lágrimas.
-Vete, déjame sola...
-Ross-.
-Dua, vete, por favor, no quiero que estés aquí-.
Me acerqué aún más y ella se puso de pie mientras limpiaba sus ojos.
-Rosie, necesitamos hablar-.
-No quiero hablar-.
-Por favor, al menos, sólo escúchame-pedí.
-¿Por qué tendría que escucharte? Tú y mamá se están encargando de terminar lo único que nos queda de familia-.
-Rosie, por favor, sólo escúchame y si después de eso quieres que te deje sola, así va a ser, pero en verdad, necesito decirte algo-.
Rosie pasó sus manos por el rostro y estaba negando.
-Tú y mamá...Sarah tenía razón, esa noche tú estabas con ella, por eso mamá no quiso que entrara mi hermana a la habitación...te estaba escondiendo-.
-Rosie-.
-...y seguro que ya te acostaste con mi madre-en ese momento ella se acercó a mí, seguramente para atacarme o algo, pero detuve sus manos y ella forcejeó contra mí-¡suéltame!, ¡eres una traidora! creí que eras mi amiga-.
De nuevo comenzó a llorar y liberé sus manos. Ella no intentó hacer nada más contra mí, sólo pareció querer alejarse.
-Rosie, yo quiero a tu madre, la amo-.
-No, Dua, no continúes con tus mentiras-.
-Estoy diciendo la verdad-.
-No, eso no es cierto, tú sólo quieres jugar con mamá...¡tú y tu padre solo quieren jugar con mi madre!-.
¿Mi padre?
-Yo no quiero jugar con ella, en serio la quiero-.
-He visto como tu padre mira a mamá, él no lo sabe ocultar pero tú...Dua, quiero que te vayas, que me dejes sola-en su voz reflejaba su enojo, y tenía razones para sentirse así, en cierta manera ella era mi amiga y debí decirle, o al menos intentarlo.
-Pronto va a oscurecer-.
-No te preocupes por mí-.
-Es peligroso estar aquí afuera-repliqué.
-No me importa, a ti tampoco debe importarte, no tienes que preocuparte por mí...no tienes que intentar ocupar el lugar de papá-.
-No intento ocupar su lugar-.
Y después de aquellas palabras, el silencio se formó entre nosotras, ella se dejó caer de nuevo en el tronco del árbol para cubrir su rostro y yo continué cerca, de pie junto a otro árbol. No estaba segura de cuanto tiempo transcurrió hasta que Rosie se tranquilizó un poco.
-Los demás tienen que saberlo-.
Aquello me sorprendió, y ella continuó hablando.
-Mañana viene papá...me voy con él y con Sarah a acampar, arregla todo con mamá para que le digas a tus padres lo que sucede-.
-Rosie, no puedo hacer eso-.
-¿Quieres a mamá?-levantó su rostro para mirarme, parecía que me estaba dejando a prueba.
-La quiero, pero no puedo decirle a nadie más-.
-Agradece que fui yo y no tus padres quienes vieron ese beso-.
-No puedo hacer lo que me pides-.
-¿Por qué no?-no le respondí y ella continuó mirándome-dime Dua, ¿por qué no puedes hacerlo?-.
-Porque nadie puede saberlo-.
-¿Por qué no?-.
-Porque está mal-.
-Eso debiste pensarlo antes de meterte con mi madre, ¿no lo crees?-.
-Le gritaría a todos lo que siento por Camila, pero ella es una mujer adulta y yo sigo siendo una menor de edad, sé lo que hago pero no todos lo ven de esa manera...decirlo arriesga más a tu madre que a mí-.
-Entonces deja de ver a mi madre, aléjate de ella y no regreses a nuestra casa-.
Rosie se puso de pie y comenzó a caminar por el lugar donde yo había llegado. Comencé a seguirla, pero ella se volteó para señalarme.
-No me sigas, mantente lejos-.
-Rosie, por favor-.
-Dua, no insistas, es mejor que mantengas tu distancia-.
Me detuve ahí, observando los pasos que tenía la chica hasta que desapareció por el bosque, de lejos seguí su camino para no perderme.
Tengo que hablar con Camila.
[...]
Bajé descalza por las escaleras, dirigiéndome a la cocina. La señora Cabello seguía vistiéndose en su habitación. Yo ahora sólo llevaba puestos unos jeans.
¿Jugo de manzana o jugo de uva? ¿Y si bebo leche?
Terminé bebiendo leche en el vaso favorito de cristal.
-Cariño, en la alacena...-giré para mirarla, ella se había quedado en silencio, en la entrada de la cocina. Mirando directamente a mi pecho desnudo.
-¿Sí, mami?-.
-Dua...-su voz parecía una súplica para que me detuviera pero, no estaba haciendo nada malo.
-¿Qué pasa?-.
-Amor, ¿dónde dejaste tu blusa?-.
-Está en su habitación-señalé hacia arriba y continué bebiendo la leche. Vi que ella caminara hacia un lado de la cocina. Se veía perfecta.
-Linda, ve a ponerte algo, te puedes enfermar-.
-¿Sólo por eso?-sonreí y ella suspiró. Dejé el vaso en el desayunador y caminé hacia Camila. Nos seguíamos con la mirada, me gustaba lo que estaba haciendo.
Llegué detrás de ella y la abracé por la espalda. Su cuerpo inmediatamente se estremeció al sentir mi calor.
-Señora Cabello, podemos seguir con lo nuestro en secreto...con más cuidado-removí su cabello para acomodar mis labios en su cuello expuesto y dibujé un ligero camino de besos sobre ella-...sólo por las noches, cuando todos duermen-.
No me respondió, seguramente tenía los ojos cerrados y se estaba dejando llevar por mis caricias.
Ella se desvanecía entre mis brazos. Le encantaba sentirme de esa manera.
Deslicé mi mano por su cuerpo y unió más su espalda a mi pecho. Mis dedos entraron por debajo de su ropa para tocar su abdomen hasta subir al borde de su sujetador. Y pronto comenzó a aumentar su calor. Mi mano la presionó, y el suspiro pesado se liberó entre sus labios.
-Amor...mami quiere llevarte a la cama-.
Me mordí el labio y sonreí.
Giré su cuerpo para mirarla. Ella no había resistido y quería jugar en la habitación. Me arrastraba hacia ella. Atrapé un beso de sus labios y corrí en dirección a las escaleras, con sus pasos detrás de mí.
ESTÁS LEYENDO
BABYGIRL » duamila
Fanfiction-Mami quiere un beso de su princesa, aquí- ella señaló la curva de sus labios que formaban una dulce sonrisa divertida. Mami me ha enseñado que las buenas chicas tienen su recompensa, si eres una niña mala te castigan. Ella siempre me espera en casa...