Chocolate chips

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-No sabía que le gustaba acampar-.

Y después de hablar, miré en su dirección sintiéndome una vez más atraída por el color rosa de sus labios.

-Me gusta, aunque no lo hago con frecuencia-.

-¿Cuándo fue la última vez que lo hizo?-.

La señora Cabello desvió su mirada del camino y levantó las cejas como sorpresa de la pregunta.

-Hace poco más de un año...y estuve sola-.

-¿Por qué?-cuestioné un poco más curiosa mientras alcanzaba el ritmo de su caminata, realmente era ágil y yo comenzaba a sentirme cansada.

-Porque fue improvisada, me quedé perdida por aquí y no tenía idea de cómo regresar a casa-.

Me detuve un poco al escucharla.

-¿Y ahora si conoce el camino?-.

-Sí...-Camila me miró y me atrajo a su cuerpo con un abrazo-después de haberme perdido, quería regresar al lago y tuve que aprender a cómo llegar-.

Caminamos en el sendero por varios minutos más, admirando a la señora Cabello mientras ella me hablaba de los posibles lugares a los que podíamos ir.

-Al fin, llegamos-la mujer de mi lado dejó caer la pequeña mochila que llevaba en la mano y yo hice lo mismo.

Frente a nosotras estaba el pequeño lago, las rocas en la superficie posterior aparentaban ser escalonadas para subir y llegar a la parte más alta del agua cristalina, los árboles rodeaban el lugar.

La desmesurada naturaleza te hacía sentir en completa tranquilidad, era impresionante.

-Es hora de bañarse-.

-¿Qué?-la señora Cabello inmediatamente me miró pero ya me encontraba retirando la ropa. Terminé de pasar la blusa por mi cabeza para dejarla fuera del cuerpo y ella me detuvo-...cariño, ¿sabes nadar?-.

Quería asegurarse porque ya me había visto nadar en la piscina de su casa.

-Sí-.

-Sólo quiero que tengas cuidado...-.

-No se preocupe-dejé caer mi ropa en el suelo, y sujeté su mano, ella contuvo el aliento, intentando mirar hacia otro lado-¿ocurre algo?-.

El sonrojo comenzó a recorrer sus mejillas y no podía considerarla más hermosa porque no resistiría en describirla. En mi mente estaba suspirando como una niña completamente enamorada. Ella no respondió.

-Me gusta lo que me hace sentir-.

Así conseguí que me mirara.

-¿Qué te hago sentir?-.

Esa pequeña sonrisa tímida...me va a enamorar más.

-No lo sé, ¿quiere comprobarlo con sus manos?-.

Sus ojos se ampliaron, notando un brillo único en ellos y aunque mis manos temblaban ligeramente por el nerviosismo que tenía por estar junto a esa bella mujer, subí su mano a mi pecho.

El calor que se encontraba en mi cuerpo aumentaba, y estaba segura de que igual me dejaba ver ruborizada, pero no debía preocuparme en absoluto porque para ella eso era tierno, y lindo.

Eso es lo que me gusta de Camila, que me hace sentir diferente.

-Estás demasiado agitada, ese corazón debe tranquilizarse un poco-apoyó un poco más su mano en mi pecho.

-No creo que se tranquilice si usted está cerca-.

-Debería porque me gustaría estar más tiempo junto a ti-.

-¿Cree que se acostumbre?-.

-Espero que no, porque la costumbre hace caer en la rutina, y la rutina en el aburrimiento-terminó de decir para acercarse un poco a mí.

-¿Y usted cree que podría aburrirme?-.

-Eres joven-.

-Y usted hermosa-.

Ella inmediatamente buscó mi mirada y negó en silencio.

-Pero algún día la diferencia de edad...-acerqué mis labios a los de ella, como si estuviera a un pequeño movimiento de callarla con besos, y había funcionado, la calidez de ella se filtraba por su boca y me atraía demasiado.

-¿La diferencia de edad? No creo tener problema-.

-Soy mucho mayor que tú-.

-Eso no importa-.

-Podrías conocer a chicos de tu edad que te parezcan interesantes y te olvidarás de mí-aquello me dio un golpe interno por primera vez, me estaba dejando ver una inseguridad de ella.

-Usted es perfecta, y no lo digo sólo por lo externo-.

-Cariño...-.

Presioné mis labios en los suyos y me aparté antes de que respondiera, quería seguir hablando con ella sobre ese miedo que podría tener.

-Debería escribirme una canción-.

Sus brazos se encerraron en mis hombros y me envolvió con su cuerpo, su frente quedó cerca de la mía.

-¿Por qué tiene miedo?-.

-Los sentimientos suelen cambiar-aseguró.

-No me va a suceder-.

-No puedes...-busqué la manera de demostrarle que sólo debía sentir seguridad en mis sentimientos, mis manos inconscientemente se dirigieron a los bordes de su ropa y mis dedos empezaron a jugar por debajo de la tela.

Mis caricias se deslizaron por su piel y mis labios se dirigieron a su cuello para depositar leves besos.

Y me detuvo.

Al principio no entendía por qué lo hizo, hasta que noté cómo me observaba con detenimiento. Su dedo índice subía y bajaba por la línea media de mi abdomen hasta disminuir su ritmo.

-Si vas a entrar al lago, debes hacerlo ahora mismo, pronto oscurecerá y debemos tener todo listo para acampar-.

Miré hacia el lago y luego de regreso a Camila.

-¿No va a entrar conmigo?-.

-Por ahora no cariño...debo preparar todo antes de la noche-.

-Tal vez si la ayudo-acomodé un poco de su cabello detrás de la oreja y le di un beso en la mejilla.-...terminaría antes y podríamos bañarnos juntas, ¿qué dice?-.

Se mantuvo en silencio por unos breves segundos para pensarlo.

-No estoy lista para hacerlo-.

-¿Hacerlo...?-pregunté un poco confundida.

-Linda, sabemos lo que va a pasar en el lago si ambas entramos desnudas a bañarnos-.

-Oh...-fue lo único que pude decir antes de sonreír divertida.

¿No estaba lista? Pero ya lo habíamos hecho un par de veces antes...aunque ella a mí aún no me había tocado, ¿a eso se refería? Bien, tendría que jugar un poco.

Me mantuve en la orilla del lago, observando desde el agua como la señora Cabello preparaba la tienda para acampar, había acomodado la leña para prender una pequeña fogata, dejó una lámpara cerca de nuestras mochilas y buscó más hojas secas para colocar alrededor del lugar.

-¿Para qué hace eso?-le pregunté desde la orilla.

-¿Las hojas secas?-asentí-sirven para asegurar el lugar, podemos escuchar si algo o alguien se acerca-.

Otra cualidad que me enamoraba de la señora Cabello era su inteligencia, sabía demasiado y podía enseñarme lo que le pidiera.

Además, parece tener suficiente experiencia en...ciertas cosas.

BABYGIRL » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora