Ya había transcurrido varios días después de haber visto a mi padre en el bosque con Camila y los hombres de cacería.
Hoy la señora Cabello se encontraba "cuidando los girasoles" en el jardín de su casa, aunque en realidad no dejaba de mirarme. Me encontraba en la parte posterior de la casa de mis abuelos, encima de la tela que había colocado en el césped recortado, todo preparado para broncearme un poco.
Sólo estaba buscando la atención de Camila y al parecer, lo había conseguido sin insistir demasiado.
Acomodé mis gafas de sol y continué fingiendo estar demasiado interesada en un libro que poco comprendía. Escuchaba como seguía con el riego en las flores, hasta que fue interrumpido su trabajo.
Mi padre ya estaba a su lado.
Su risa llegó hasta mí y desvié mi mirada al cielo.
Cerré el libro, me levanté rápidamente y terminé por colocar las gafas de sol en mi cabello mientras caminaba hacia donde la señora Cabello y mi padre se encontraban.
Estaba celosa, tenía que admitirlo...pero también debía tener cuidado con lo que hacía. Si iba a jugar, ya me encontraba en riesgo.
-Buenas tardes-saludé con un intento de sonrisa y abracé a mi padre, Camila no dejaba de mirarme, podía sentir su atención en mí.
-Hola hija, parece que hoy el sol te dejó con buen humor-.
-Sí papi, también estoy feliz porque ya regresaste a casa-. Me sentía mal porque estaba actuado con demasiada falsedad, pero mi papá lo estaba creyendo y con la señora Cabello parecía funcionar perfectamente.
-Parece que tengo a un ángel como hija-.
Presioné mis brazos alrededor del cuerpo de mi papá y por un momento recordé que aquello solía hacer hace algunos meses atrás, cuando todo estaba bien.
-Los girasoles ya han crecido demasiado en estas últimas semanas-mi padre desvió su conversación hacia las flores y Camila lo notó.
-Sí, han tenido el cuidado necesario...tal vez Dua pueda ayudarme en estos días-.
-¿Usted quiere que la ayude?-.
Ella asintió y cuando mi papá se distrajo, Camila acarició mi mano y sonreí por el atrevimiento que tenía.
-Papi, te quería pedir permiso para salir hoy con unos amigos-.
-¿De verdad?-.
Asentí y mejoré aquella sonrisa.
-Shawn me invitó a un festival de música y vamos a ir con sus amigos-.
-¿Los conozco?-.
-No te preocupes papi, él va a cuidarme-.
Mi padre sonrió pero esta vez no era hacia mí, parecía que le estaba diciendo alguna indirecta a Camila.
-El festival inicia hoy en la tarde, no es seguro salir a esa hora-la mujer junto a nosotros había hablado.
Fruncí el ceño y la miré a los ojos.
-Si tienes buena compañía, cualquier hora es segura-.
La señora Cabello se sorprendió por mi respuesta y mi padre interrumpió aquella tensión entre nosotras.
-Tal vez Rosie y Sarah puedan acompañarlos-.
-No lo creo Duka, conozco esos festivales y no quiero que mis hijas se expongan a ese ambiente-.
-Los chicos merecen un poco de diversión-parecía que papá estaba arruinando todo frente a Camila.
-Esa diversión es poco sana-.
-Papá, voy a entrar a la casa, debo estar lista antes del atardecer-deposité un beso en su mejilla y miré a la señora Cabello-que tenga un lindo día-.
Me alejé de ellos y fui a buscar todas las cosas que había dejado en el jardín de mis abuelos.
Sentía que estaba dejando todo en el límite con Camila. Ella me había prometido un castigo si era una "chica mala", aunque ahora no sabía si seguía siendo su "chica buena" porque ya no dormía en la misma cama con ella.
Ugh, fui demasiado manipuladora. ¿Qué crees que estás haciendo Dua?
Cuando el reloj marcó las seis horas menos veinte, escuché que mi abuela me llamara desde las escaleras.
-¡Dua! hija, Shawn ya está aquí-.
Terminé de vestirme y bajé corriendo por las escaleras. En la puerta se encontraba el chico con una sonrisa dibujada en su rostro. Hoy llevaba unos jeans oscuros y una camisa roja con dibujos color blanco. Incluso con algo sencillo se veía demasiado lindo.
-Hola-.
-Hola-respondió sin dejar de sonreír.
Nos despedimos de mi abuela y caminamos hacia su camioneta. En la entrada de la casa de al lado se encontraba Camila, estaba acomodando una canoa por encima de su automóvil, pero al vernos se detuvo.
Mientras Shawn encendía la camioneta, noté que mi padre apareciera detrás de la señora Cabello y por un momento creí haber visto que su mano sujetó la cintura de la mujer que me miraba.
-Parece que van a pescar-.
-Es lo más seguro, pero es mejor la pesca que la cacería...si los guardabosques los descubren, esos cazadores van a estar en serios problemas-Shawn terminó de colocarse el cinturón de seguridad-¿te gustaría un poco de música?-.
-Sí-.
Camila no apartó su atención en mí, hasta que continuamos por el camino en dirección a la ciudad.
Durante los siguientes minutos, Shawn me habló de sus intentos fallidos que tuvo al trabajar en la reparación de una motocicleta, y terminamos intercambiando nombres de canciones para escuchar en el camino de regreso.
-¿Sabes? El invierno en las montañas es demasiado frío, y aunque faltan algunos meses para que inicien las nevadas, tal vez aquí no tengamos tormentas de nieve pero...¿te gusta la nieve?-.
-Sí, ¿a quién no le gusta la nieve?-.
-A mí no-.
-¿No? ¿No te gusta el frio?-lo miré aún más curiosa.
-No mucho, es que, después todo el día tengo la nariz roja y las mejillas sonrojadas, y mis manos se congelan rápido-.
-Podemos formar una fogata de auxilio si eso sucede-.
-Entonces necesitaré de tu ayuda para buscar la leña y no incendiar toda la casa-.
-Creo que... sería un riesgo acompañarte-.
-¿Por qué?-su voz divertida estaba buscando mi respuesta.
-Porque podría incendiar todo el bosque de Virginia por accidente, soy demasiado distraída con eso-suspiré.
-Uh, vale, me arriesgo pero...recuérdame llevar un extintor para prevenir destrucciones...mira-señaló hacia adelante, la música llegaba hasta nosotros. Había demasiadas personas en el lugar.
-Es el primer festival al que asisto-miré por la ventana un poco sorprendida.
-Hoy es la gran inauguración, por eso hay demasiados asistentes pero...en la noche todo esto será mejor, bienvenida a tu primer festival de música-.
Apagó el motor de la camioneta y bajamos.
Más tarde, nos unimos a un grupo de chicos, los amigos de Shawn. Él no se apartó de mí en ningún momento, realmente me estaba cuidado.
Entre todas las invitaciones que me hicieron, acepté un cigarrillo. Shawn fulminó con la mirada a la chica que me había entregado el tabaco, pero realmente me preocupé cuando vi a Camila llegar en su automóvil. Me estaba buscando.
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BABYGIRL » duamila
Fanfic-Mami quiere un beso de su princesa, aquí- ella señaló la curva de sus labios que formaban una dulce sonrisa divertida. Mami me ha enseñado que las buenas chicas tienen su recompensa, si eres una niña mala te castigan. Ella siempre me espera en casa...