PARTE 16 - ... VOLARÍA, (LITERALMENTE).

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PARTE 16 … VOLARÍA, (LITERALMENTE).

 

Yvan a las diez de la mañana tenía una sesión con el sicólogo, apareció puntual, el horror que necesitaba conjurar era que Ahl’Ons, luego de la sentencia que le diera el médico, y que fuera operado de urgencia, ya en su casa y sentenciado, terminó definitivamente su relación con él de manera abrupta, violenat y atroz; Yvan rogó, suplicó, pero el inflexible joven lisiado incluso lo empujó rechazándolo violentamente, le argumentó que su vida estaba arruinada y que no quería truncar la del mismo Yvan. Que lo dejara, que era un discapacitado, Yvan finalmente derrotado se fue de la habitación en que estaba el yaciente Alonso. No bien cerró la puerta sintió el violento estampido del disparo que cegó la vida del frustrado bailarín. Yvan entró precipitadamente a la habitación y lo que enfrentó fue la más espantosa escena jamás imaginable en toda su vida, el cuerpo de Alonso saltaba espasmódicamente en el suelo, toda la pared estaba manchada de sangre además de materias blanquecinas.

Alonso no tuvo piedad para consigo ni para con los demás. Yvan leyó una nota garrapateada a la rápida:

Perdóname, perdóname Yvan, te amo, no puedo soportarlo… que me perdonen Atkinson y Mauricio, diles que los amé, que me perdonen todos… pero no puedo vivir sin bailar… por favor… perdónenme todos…

Los amo a todos

Ahl’Ons

Las investigaciones policiales determinaron que la nota había sido escrita a lo menos dos horas antes del terrible acto de suicidio. Cuando se preguntó acerca de las personas llamadas Atkinson y Mauricio, se informó quienes eran, pidieron un teléfono o una dirección, les dieron los números telefónicos, la policía llamó a los números, esa fue la llamada que recibió Dora y que la enteró del acontecimiento. Conocidas las circunstancias se decidió no investigar a las familias Maglio Dunhill y de Mauricio, eran evidentes las motivaciones que habían arrastrado al joven a tan espantosa y férrea determinación.

Ahora, luego de la sesión con el sicólogo, Yvan tenía que cumplir lo que le había pedido Ahl’Ons; le haría bien cumplir la última voluntad de su amor, el sicólogo no hizo el más mínimo comentario acerca de la relación entre los jóvenes, debía decirles a Atkinson y Mauricio el último mensaje del fallecido bailarín. Caminó por la calle Antonio Bellet hacia la calle Providencia, marcó el teléfono de Mauricio, luego de una conversación muy amistosa y cargada de emociones, acordaron que se juntarían en la tarde a las 19 horas cerca de la escuela de ballet de Ferrer, necesitaba decirle personalmente algo importante, además, volvería a los ensayos, eso alegró mucho a Mauricio

Seguidamente llamó a Atkinson, también la conversación fue muy grata, ambos jóvenes se estimaban y acordaron que se reunirían — ¿en media hora más?, ¿te parece?

Se juntaron en Tobalaba con Pocuro, cerca el colegio de Atkinson, se vieron de lejos y se acercaron rápidamente el uno al otro, no se veían desde antes de la violenta muerte de Ahl’Ons. Luego de eso, Yvan simplemente cayó en la cama con una tremenda depresión que le impidió salir en mucho rato, se abrazaron cálidamente, la emoción los embargó, y con los ojos húmedos se miraron.

—Atkinson, debo decirte algo— lo miró esperando captar la atención del bello At.

Éste puso atención, entendiendo que lo que le dirían estaba relacionado a Alonso.

—Alonso escribió algo antes de… hacer lo que hizo—… en la voz se reflejó una creciente emoción… —escribió esta nota… quiero que la leas… luego te la leeré yo en voz alta… es lo que él me indicó en ella… que te lo dijera, y es lo que voy a hacer— le pasó una copia, el original fue guardado en los archivos policiales, producto de la investigación.

ATKINSON - AMOR ADOLESCENTE - Erótica -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora