PARTE 32 - SORRY

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PARTE 32 - SORRY

Atkinson debió enfrentar el mundo real al día siguiente: el colegio, que lo esperaba con ardiente y generosa paciencia para que diera sus exámenes finales; era diciembre. No quería ir pero Dora y Edgard volvieron a ser esos odiosos monstruos in-

comprensivos y llenos de reglas y exigencias que los hacían antipáticos y despreciables... se arrepintió de pensar así. Los adoraba. "Pero ¡puta! que son pesados, viejos culia'os!..." Leyá las primeras palabras de su libro de ciencias. '¿La glucosa?, esa huevá se usa pa' los postres...' se hizo como comentario.

Matemáticas: '¿A ver?, menos por menos, más, mmmh... sí, así era...'

Historia: '¿Que qué cosa hizo don Aníbal Pinto?, ¡algo añejo el caballero!... ¡ah... la guerra aquella... (Me hubiera gustado conocer Lima)... ¡vaya Miguel Grau!, un caballero... ¡sí señor!, un caballero de la guerra del ¿Pacífico?... ¿qué tuvo de pacífico ese lío por caca de pájaro?, ¡¡¡por dios!!!'

Castellano y lenguaje: 'Esto lo sé... Las Novelas Ejemplares, don Miguel de Cervantes....jejjeje... eso lo sé...'

'Jean Paul Sartre, mmmh... filósofo francés del sigo veinte, máximo exponente del... ¡bah... ¿como se llama ese puto movimiento?... se casó con Simone de Beauvoir... ¡existencialismo!!! Ya me acordé... [¿¿Cómo habrán hecho el amor, ah? ¡De manera existencialista, pues tonto!!!]

Atkinson estudió toda la tarde, hasta que le dolieron los ojos, obtuvo una nota regular en matemática, apenas un 5,2, pero en lo demás le fue asombrosamente bien, su disertación acerca de la Guerra del Pacífico estuvo llena de ingenuas críticas al fundamento del conflicto y sus consecuencias posteriores que aún escuecen a los países. Sus profesores lo felicitaron, no sólo por los logros de su gira, sino por sus exámenes.

***

Esa tarde llamó el Chico Javier, que no había ido a la gira, no costaba nada, era todo pagado, pero su modesta familia no podía dejarlo ir sin un centavo, estuvo muy triste, pero nadie pudo hacer nada, porque Chico tampoco dijo nada.

Hablaron un buen rato con Atkinson, quien le dijo que iba a la casa de Mauricio ese día. Javier se escuchaba algo apesarado. Cortaron.

At llamó a Mauricio. — ¡Hey!, por que no invitas a Chico, así se podrá consolar un poco... ¿te molestaría?, el pobre no pudo ir a la gira, y sería un consuelo que fuera a tu casa, disculpa lo desfachatado que parece esto.

—Eh, qué buena idea... déjame conversar con mis papás... ¿tienes el teléfono de Javier?, yo lo perdí...— Atkinson se lo dictó.

Una hora después llamaba Chico Javier diciéndole a Atkinson que Mauricio lo había invitado a su casa, que el amable Mauricio lo había instruido que se juntaran para llegar juntos con Demian. Chico Javier estaba tan entusiasmado.

En ese momento At se dio cuenta que Chico sería un estorbo. Se arrepintió profundamente, quería estar con Demian... solo...

Francisco Javier Méndez tenía quince años y algo más, era un gran bailarín, ágil como ninguno, muchacho de condición modesta, no era un miserable, sin duda, pero sus padres estaban lejos de tener recursos económicos suficientes, así y todo, Javier era muy educado, inteligente, hábil y correcto.

El viaje a la casa de Mauricio fue un narrarle a Javier lo interesante del viaje y los éxitos, vieron al joven Javier ponerse incómodo, lo abrazaron y hasta los apretaron entre todos. Ya en la casa de Maurico los padres de éste quedaron encantados con él, era proactivo, se levantó y dejó los platos en la cocina lo que casi hizo que la madre Mauricio lo retara, de hecho lo reprendió, pero con palabras amables, y le agradeció el gesto. Javier se sintió algo abochornado y se puso colorado... más encantador todavía.

ATKINSON - AMOR ADOLESCENTE - Erótica -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora