PARTE 40 - LAS CIRUELAS DEL DESPECHO

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PARTE 40 - LAS CIRUELAS DEL DESPECHO

Bien chicos, gracias por venir, esta es una ocasión especial, para la sociedad y para ustedes, sin duda...— dijo el abogado de la sociedad Lampa-Tiltil, Reproductores

Pecuarios S.A., —el presidente, Señor Mario Dunhill, se dirigirá a ustedes...— y le dejó lugar al hermano de Dora, que se puso de pie. Atkinson ya había conocido hace relativamente poco a su tío Mario, le pareció estirado y alejado, aunque muy amable y correcto. Eso lo decidió a ir a esta reunión cerrada de socios, de otra manera no habría ido.

—Estimados socios todos, estimados jóvenes, gestores de la idea y financistas, debo darles gracias no sólo por su presencia en esta reunión, sino por las iniciativas de esta idea de Reproductores Pecuarios. Mi sobrino Atkinson se incorpora a la sociedad en pleno como socio, hoy cumple 18 años, mis deseos cordiales de felicidad, y felicitaciones por cierto, ahora que ha alcanzado su mayoría de edad. — Interrumpió su discurso, y le dio la mano a Atkinson de manera formal.

—Atkinson Adam, deberás firmar en este acto, y ante los socios o los representantes legales de ellos, el acta que protocoliza la sociedad contigo como socio de segunda inversión mayoritaria de la empresa, eso te hace vicepresidente, cargo que ocupaba tu padre, el abogado Edgard Maglio. Entiendo que lo nombras tu representante legal ante la empresa, así lo aceptamos y celebramos tu decisión. Por favor pasa a firmar tu acta.

Atkinson, vestido de perfecto y sobrio terno de negocios, hermoso como Adonis, leyó el protocolo que se le había preparado. Innecesario en verdad, pero su tío quería la voluntad expresa de Atkinson. Ese hombre no dejaba absolutamente nada al azar.

Con voz algo temblorosa, lo que lo hizo parecer divertido, At dijo con tanta solemnidad como pudo —Con esta fecha firmo en este acto mi acuerdo de ser socio de la Empresa Lampa-Tiltil, Reproductores Pecuarios S.A.; conozco los activos y pasivos de la empresa y me avengo y acepto la responsabilidad legal que ello conlleva, acepto la jurisdicción de los tribunales competentes correspondiente a la dirección postal en que he fijado mi domicilio legal. En este mismo acto, renuncio transitoriamente a ser el vicepresidente de la empresa y en mi lugar nombro a Edgard Alphonse Maglio Hartmann como mi representante legal en este cargo, quien lo acepta sin reparos.

—Acepto sin reparos— respondió Edgard.

Le pasaron al joven una pluma muy elegante, y firmó en el lugar que le indicaron.

'Soy dueño de una empresa... bueno... parte de...' se dijo mientra miraba su letra de trazos firmes y esa rúbrica que sellaba todo su nombre. Hubo aplausos.

El contador hizo un informe de las actividades, habló largo y complejo, pero en la tabla 8 de su presentación, los chicos miraron con ojos como platos. 'Eran... eran... millonarios..., ¡no! multimillonarios...'

En la tabla 10 se dieron cuenta que sólo eran millonarios, y en la 11 sólo que eran ricos, según la tabla 15 serían pordioseros en tres años y quizás prófugos de la ley.

Odiaron al Servicio de Impuestos Internos, amaron a los argentinos compradores y a las empresas criadoras. El cerdo B34-12 alias "Basilio" era un ser asombroso, el cerdo "Uno" (Pantaleón) era un cerdo promedio, para desilusión de Atkinson.

En definitiva, tenían una asombrosa cantidad de dinero en bienes instalados y proyecciones de crecimiento, pero los cerditos comían como cerdos y el veterinario se estaba haciendo millonario él sólo. Sus dividendos eran más que buenos, pero de ninguna manera para que cada uno se comprara un Mercedes Benz o un Lotus, viajara por el mundo, o se compraran... un teatro...

ATKINSON - AMOR ADOLESCENTE - Erótica -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora