Capítulo 9

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Los recuerdos eran demasiado difusos en su cabeza, Kara no podía recordar más que los momentos junto a su madre antes del incidente, ni si quiera recordaba el ataque que sufrió a manos de Karasu, por el contrario este, recordaba todo a la perfección.

Cuando notó lo herido que su pequeño hermano estaba, intentó volverle a la conciencia, hablándole, sacudiéndole pero este no respondía. Tomándolo en brazos corrió hasta llegar a la carretera, una ventaja de la localización de su hogar era lo pacífico que era, terrenos lejos de la ciudad pero a la vez una desventaja importante en esta situación.

Se alejó del caos que tenía a sus espaldas, pidiendo ayuda a los autos que pasaban cerca del camino, muchos pasaron de largo hasta que uno se detuvo, una pareja rápidamente les hizo abordar, llevándolos a un hospital cercano, no cuestionaron hasta que Kara fue atendido.

Karasu se inventó una historia de maltrato por parte de su padrastro, alegando que habían huido al no soportarlo más ya que no quería ajenos involucrados, utilizando parte del dinero que su madre le dejó, llamó a su tío quien se encargó de ir por ellos. Le contó todo y el hombre se suponía ahora sería el sucesor al mando mientras Karasu crecía, les acogió en su casa mientras se hacía un recuento de daños.

Kara estaba fuera de peligro aunque tardó un par de días en hablar y levantarse, cuando lo hizo, fue para tomar esa actitud y personalidad inocente, más de la que ya tenía. Karasu recibió la noticia, sus propiedades habían sido pérdidas totales, su padre había muerto en el tiroteó y su madre asesinada, lloró, lloró demasiado pero el dolor solo aumentó el odio, jurando vengarse a cualquier costo.

Fue un mes en el cual todo era deprimente, no quería estar cerca de Kara ni nadie, aislándose de todos e ideando la manera de lograr su meta. Sin embargo, las cosas no resultaban alentadoras, la ambición, el egoísmo y la indiferencia, hicieron a su tío embriagarse en el poder, tomando la decisión de abandonar a sus sobrinos no dispuesto a cederle el puesto a su sobrino.

Los despojó de todo, dinero, pasaportes, pertenencias, arrojándolos a la calle sin remordimientos y amenazándolos con asesinarlos si intentaban regresar. Karasu no era estúpido, no llamó a la policía ni autoridad alguna, de hacerlo, ellos serían llevados a un orfanato o algún sitio y entonces no tendrían oportunidad alguna.

Vagó por las calles junto con Kara, viviendo de los centavos que las personas le regalaban al pedir limosna, aumentando cada vez más su odio y con la humillación a flor de piel. Lo había tenido todo y ahora mendigaba por comida, no solo eso, cargaba con su hermano menor y no había nadie quien los ayudase.

Como solía ser, las personas se hacían ciegas ante dos pequeños sin techo...

Rió cuando cierto día, escabulléndose entre los barrios bajos, escuchó que su tío había sido masacrado por orden de otro Yakuza, uno que empezaba a ganar terreno y el cual su sangre fría le ayudaba a pasar sobre quien sea. Por lo menos su tío había recibido su merecido.

Pero no quitaba el hecho de que si quería regresar al cuerpo de la mafia, tendría que buscar un contacto y algo que ofrecer. Así vagaron un par de semanas más hasta que llegaron cerca de los terrenos del campus, Kara estaba ya bastante desnutrido y la idea de Karasu era dejarlo en algún sitio para que alguien más viera por él, no podía tenerlo a su lado si lo que buscaba era venganza pero los planes fallaron.

Al intentar dejarle en la entrada, Kara lloró al verle alejarse y así uno de los conserjes los descubrió, les hizo varias preguntas, típicas preguntando por sus padres, Kara se encargó de decir que vivían en la calle, sonriente sin entender lo malo de la situación, el hombre fue tocado por ese rostro que aunque demacrado, emitía calidez y dulzura.

El Diario de Don _ IchiKara FanFic Au MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora